La plaga de la “hormiga loca” está causando dolores de cabeza a productores y familias en la comunidad de Higuito, en San Mateo de Alajuela. Hace más de un año, este insecto invasor se asentó en los cultivos de caña de la zona, pero ahora también se extendió a otros productos y a las casas de habitación.
La situación provocó aumentos en los costos para los productores locales y las familias de la comunidad, quienes deben destinar dinero para adquirir insecticidas que permitan controlar la plaga en los diferentes espacios que invade.
Juan Diego Sánchez González, productor avícola y miembro de la comisión de combate de la hormiga loca, en San Mateo, explicó que la situación en la comunidad alajuelense es muy preocupante, ya que la plaga se expandió sin control.
“En el invierno del 2022, fue cuando se salió de control (la plaga) y se alertó al Servicio Fitosanitario del Estado. Tenemos afectación en todo. En cultivos, también tenemos una empresa avícola, y en las casas de habitación es un desastre completo, son kilos de hormiga que sacan por día”, explicó Sánchez.
Para controlar la plaga, las familias y productores de la comunidad deben aplicar insecticidas cada tres días, ya que la hormiga se reproduce rápidamente y comienza a invadir nuevos espacios con el paso del tiempo. Además, enfrentaron problemas con los sistemas eléctricos debido a la cantidad de hormigas que se acumulan en esos espacios.
La hormiga, de pequeño tamaño y color rojizo, es similar a una especie común en Costa Rica, pero esta es nativa del Amazonia de Brasil y tiene la capacidad de afectar cultivos debido a la simbiosis con otros organismos plaga, así como atacar animales domésticos y silvestres.
Altos costos
La lucha contra esta plaga ha implicado un incremento en los gastos para los productores y las familias, ya que deben adquirir insecticidas frecuentemente para controlar la afectación temporalmente. Juan Diego Sánchez señaló que ningún insecticida tiene residualidad suficiente para controlar la plaga por más de ocho días, por lo que deben aplicarlos de manera constante.
En la granja de pollos de engorde, por ejemplo, deben destinar alrededor de ¢25.000 mensuales solo en la compra del insecticida, sin contar otros gastos relacionados con su aplicación. Mientras que en las casas, el gasto asciende a unos ¢15.000 por botella de 100 mililitros, ya que el producto debe ser especial para uso en hogares.
“Todos hemos tenido que incurrir en gastos adicionales para tratar de mantener las poblaciones bajas, no solo en el uso de insecticidas, hemos cambiado motores, bombas de agua, también comprado maquinaria para aplicar los insecticidas, se ha tenido que invertir porque hay que estar encima, cuando se sale de control es una locura”, relató Sánchez.
Sin antídoto
La “hormiga loca”encontró un hábitat favorable para colonizarse y reproducirse fácilmente en los cultivos de caña. En Costa Rica, la plaga apareció por primera vez en el 2016 en plantaciones de caña, aunque no hay clara evidencia de cómo fue el ingreso.
Por eso, los vecinos de San Mateo solicitaron a las autoridades la aprobación de plaguicidas específicos para combatir esta plaga en los cultivos de caña, que es de donde provienen las mayores cantidades de hormigas. También han pedido el establecimiento de un plan integral para combatir la plaga.
“La caña no aplica nada, lo que pasa es que no hay ningún producto que sea específico para caña de azúcar, para tratar la hormiga loca, entonces se basan en eso para no obligar a los cañeros porque no hay ningún producto aprobado para ese fin. No se está aplicando nada, y la plaga más grande viene de ahí”, comentó Sánchez.
Nelson Morera Paniagua, director del Servicio Fitosanitario del Estado (SFE), confirmó que actualmente no existen registros de plaguicidas aprobados para el control de la “hormiga loca”en el cultivo de caña de azúcar, ni hay solicitudes de registro por parte de las empresas.
Según Morera, en el cantón de San Mateo, el SFE en conjunto con la Liga Agrícola Industrial de la Caña de Azúcar (Laica), ha capacitado a los productores de caña de azúcar sobre las estrategias de manejo de poblaciones de la hormiga que se tienen a la fecha en esa localidad.
Entre ellas están la aplicación de cebos artesanales, el control de malezas en los linderos para disminuir el movimiento de obreras a lotes vecinos. Así como la aplicación de otras medidas como la fumigación de maquinaria utilizada en los cultivos para controlar la propagación.
El SFE reiteró que la “hormiga loca” está declarada como una plaga de combate particular obligatorio, por lo que cada dueño debe encargarse del manejo de las poblaciones de hormigas en sus propiedades agrícolas. La entidad también realiza inspecciones en áreas de producción agrícola y brinda recomendaciones de manejo de la plaga en esos sitios.
Contención
La especie de hormiga se extendió hacia diferentes áreas del país, incluyendo Desamparados y San Pedro de Montes de Oca, en San José; Los Lirios de Los Chiles en la zona norte, así como un sector de Colorado de Abangares y Cañas en Guanacaste, en la región Chorotega.
También ha sido detectada en San Ramón, Palmares, Naranjo, Sarchí, Atenas, Grecia, Poás, Alajuela y parte de Heredia en la región Occidental, además de Puntarenas, Esparza, Monte de Oro y San Mateo en el Pacífico Central, y en La Abundancia de Ciudad Quesada, El Tanque y Chachagua, de la región Huetar Norte.
En octubre anterior, el SFE alertó sobre la expansión de esta especie invasora en diversas partes del país y, en junio pasado, confirmó a este medio que se había trasladado a cuatro nuevas localidades, incluyendo algunas de la Gran Área Metropolitana (GAM).
No obstante, desde entonces, no se reportó la presencia de la hormiga en ninguna otra región. Nelson Morera explicó que una de las principales estrategias implementadas por el SFE para tratar la plaga ha sido la contención.
Esto se logra mediante el monitoreo de los establecimientos agrícolas en áreas donde ya está presente, asegurándose de que cuenten con un plan de monitoreo y programa de manejo y control periódico de la plaga, con el fin de garantizar que el material que se moviliza no presente riesgo de diseminación a lugares donde la hormiga aún no se ha detectado.
El director del Servicio Fitosanitario destacó que la “hormiga loca” está incluida en las plagas del programa de vigilancia fitosanitaria del Departamento de Operaciones Regionales. Con esto, se monitorea el animal en todas las inspecciones a viveros, estaciones fitosanitarias, parcelas centinelas y establecimientos de producción agrícola en las ocho regiones del país.