Las importaciones de arroz sin cáscara (pilado y precocido) aumentaron un 192% entre los periodos 2011-2012 y 2015-2016, reactivando la discusión acerca de si Costa Rica debe o no producir ese grano.
La entrada de esas presentaciones subió de 15.233 toneladas a 44.564 toneladas en el lapso citado, según datos de la Corporación Arrocera Nacional (Conarroz).
Se estima que para el actual periodo (1.° de julio 2016 al 30 de junio 2017), las compras alcanzaran las 54.000 toneladas. Eso prácticamente cubre el consumo de tres meses, solo en esa presentación.
Conarroz calcula que Costa Rica demanda unas 20.000 toneladas mensuales del grano.
La mayor cantidad de ese cereal proviene de Suramérica , en especial de Uruguay, Argentina y Brasil, dijeron representantes de industriales, importadores y productores.
El grano todavía se mantiene con precio competitivo aunque pague un impuesto de entrada (arancel) del 35% y una cláusula de salvaguardia vigente para Uruguay y Argentina que eleva ese gravamen hasta el 59,30%.
Esta situación se debe al alto precio local del arroz y a la caída en las cotizaciones internacionales. Un reporte de Infoarroz, presentado en la página web de Conarroz, indica, por ejemplo, que el grano de Uruguay en granza (con cáscara) valía $553 la tonelada a finales del 2015 y cayó hasta $450 la tonelada el 26 de diciembre del año pasado.
En Costa Rica, tanto el arroz importado como el de cosecha local, se deben vender a un precio fijado por ley que está a ¢621 el kilo para el consumidor.
Impacto. El alza en el ingreso del arroz sin cáscara (a pesar de arancel y salvaguardia), incide en que la industria local tenga dificultades para recibir la cosecha nacional.
Hasta hace algunos años, la industria se abastecía con la producción local en granza (cerca de 60% del consumo) y el resto se declaraba como desabastecimiento y se traía sin impuestos. Pero, la aparición de las importaciones sin cáscara, pese a tener aranceles, puso otros jugadores en el mercado.
En 2015, Costa Rica impuso la salvaguardia a Uruguay y Argentina por el aumento en las importaciones de grano pilado. Luego tuvo que compensar a esos países con cuotas para evitar un conflicto comercial.
Un nuevo crecimiento en la importación causó que los presidentes de Conarroz, Eliécer Araya, y de la Asociación Nacional de Industriales del Sector Arrocero (Aninsa), Eduardo Rojas, gestionaran una nueva salvaguardia con un aumento superior en los impuestos.
Aunque la iniciativa fue apoyada mediante una moción de la Comisión de Asuntos Agropecuarios de la Asamblea Legislativa, antes se requiere un nuevo proceso y eventuales negociaciones con los socios comerciales de Costa Rica.
Juan Carlos Sandoval, gerente general de La Maquila Lama, uno de los principales importadores de arroz, aseguró que ellos están ganando menos del 7% que le está autorizado a la industria, por lo que consideró improbable establecer una nueva salvaguardia.