Las intensas lluvias que afectaron el territorio nacional durante dos semanas provocaron graves daños en el sector agropecuario. Estimaciones preliminares señalan pérdidas por $45 millones en la caficultura, afectaciones en 10.000 cabezas de ganado y un impacto de ¢1.982 millones en el sector arrocero, según representantes del gremio.
El sector cafetalero, tercer rubro agrícola de exportación después del banano y la piña, reportó pérdidas preliminares de $45 millones (unos ¢23.000 millones al tipo de cambio de referencia). “Se habla de tres fanegas por hectárea en promedio en las zonas más afectadas, según la maduración y condición de la planta. Con los precios de este año, eso puede significar unos $45 millones", señaló Guillermo Trejos, presidente de la junta directiva del Instituto del Café de Costa Rica (Icafé).
Según el informe preliminar del Icafé, al que tuvo acceso La Nación, las pérdidas estimadas hasta el 17 de noviembre ascienden a 277.145 fanegas, el mayor volumen se registra en las regiones de Los Santos y Pérez Zeledón.
Los aguaceros provocan la caída de los frutos y la humedad genera debilitamiento de la raíz. La planta pierde nutrientes, además de que está más susceptible a plagas y enfermedades.
Estas afectaciones coinciden con un repunte en el precio internacional del grano, que este miércoles cerró en $290,05 (¢148.372) por quintal en el mercado de Nueva York, un nivel que no se observaba desde 2011.
Trejos indicó que las estimaciones de pérdidas pueden aumentar, debido a que se cuantificarán de acuerdo al precio promedio final de la cosecha que está aumentando en este momento. La cosecha 2023-2024, generó $305 millones en ingresos por exportaciones, según los datos preliminares del Icafé.
Además de las pérdidas económicas, la humedad excesiva favorece la aparición de plagas y enfermedades como la antracnosis y la roya. “Conforme la temperatura aumente y la humedad del suelo se evapore, la roya podría intensificarse", explicó Trejos.
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La oficina de prensa del Icafé confirmó las cifras preliminares y detalló que “la afectación final será conocida al cierre de la cosecha, el 31 de marzo de 2025”. La entidad continúa elaborando las evaluaciones de campo.
En julio pasado, el Icafé anunció que la cosecha 2024-2025, se incrementaría en 8,6% respecto al ciclo anterior, para un total de 1.747.000 fanegas en fruta. La caficultura involucra a 26.725 familias productoras, 307 firmas beneficiadoras, 98 exportadoras y 55 tostadoras.
Casi 96.000 quintales de arroz perdidos
La Corporación Arrocera Nacional (Conarroz) informó de que, hasta el 19 de noviembre, se registraron daños en 1.064 hectáreas, lo que equivale a una pérdida de 95.746 quintales limpios y secos, valorados en ¢1.982,4 millones (unos $3,9 millones).
“Ese es el valor aproximado de la cosecha promedio que se habría facturado por esas hectáreas ya perdidas”, explicó Fernando Araya, director ejecutivo de Conarroz.
“Hay que seguir trabajando a ver qué hacemos; el gobierno no está haciendo nada por nosotros”
— Luis Gerardo Corea, productor de arroz en Carrillo de Guanacaste.
La región Chorotega sufrió las mayores afectaciones, con la pérdida de 937 hectáreas. En el país se cultivan alrededor de 13.700 hectáreas de arroz. Araya advirtió que 5.777 hectáreas adicionales están en riesgo, susceptibles a plagas y enfermedades.
Luis Gerardo Corea tiene 47 años de producir arroz en Carrillo, Guanacaste, y perdió 12,5 hectáreas. Calificó la situación como una catástrofe y lamentó que esta se sume a los efectos de la “Ruta del Arroz”, que ha reducido la cantidad de productores. “Hay que seguir trabajando a ver qué hacemos; el gobierno no está haciendo nada por nosotros”, expresó el agricultor, de 68 años.
La “Ruta del Arroz” fue anunciada el 6 de julio de 2022 por el presidente Rodrigo Chaves, y como parte de ese plan se publicaron dos decretos: uno sobre la reducción de aranceles a las importaciones del grano y otro sobre la eliminación de la fijación del precio mínimo del arroz.
La cosecha nacional de arroz se calcula en 852.074 sacos de granza, mientras que las importaciones de arroz equivalente en granza ascienden a 4.481.681 sacos anuales. El consumo total del país ronda los 5.500.000 sacos, y el déficit se cubre con los inventarios existentes, explicó Conarroz.
Las pérdidas en el sector ganadero
El sector ganadero reportó afectaciones en 10.000 cabezas de ganado en todo el territorio nacional. Según Luis Diego Obando, director ejecutivo de la Corporación Ganadera (Corfoga), las regiones más afectadas fueron Chorotega (60%), Brunca (30%) y Pacífico Central (10%).
“Se estima que unas 15.000 hectáreas están impactadas. Habrá que esperar que bajen las aguas para verificar la magnitud real del daño”, indicó Obando, quien no prevé desabastecimiento ni fluctuaciones abruptas de precio.
La Encuesta Nacional Agropecuaria (ENA) 2023, publicada en octubre pasado, estimó el hato nacional en 1.510.563 cabezas.
Obando señaló que habrá una disminución en los tiempos de engorde y parición, lo que afecta el patrimonio de los productores. “El impacto es más social porque los ganaderos se ven obligados a vender en condiciones caóticas”, agregó.
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Obando dijo que Corfoga, en colaboración con la empresa privada y el gobierno, trabaja para suministrar alimentos al ganado en las zonas afectadas. Sin embargo, calificó esta medida como una alternativa de “mantenimiento” mientras los ganaderos deciden sus próximos pasos. Además, advirtió sobre un verano complicado debido al deterioro que sufrieron los pastos.
El sector lechero, por su parte, calcula una pérdida del 5% en la producción nacional, equivalente a 165.000 litros diarios, valorados en ¢65 millones, que no están siendo percibidos por los productores. En las zonas más afectadas, el daño asciende al 30 %, explicó Erick Montero, director ejecutivo de la Cámara Nacional de Productores de Leche.
El exceso de lluvias, provocado por los efectos indirectos del huracán Rafael y la tormenta tropical Sara, saturó los suelos, redujo la disponibilidad de forraje y elevó los costos de producción debido a la necesidad de comprar suplementos alimenticios como silos, heno y concentrados.
William Guillén, productor de Cartago y comercializador de legumbres, señaló que las principales afectaciones se registran en las lechugas y el culantro, productos que ya muestran una oferta reducida en el Centro Nacional de Abastecimiento y Distribución de Alimentos (Cenada).