El 14 de julio de 2023, las autoridades de sanidad animal atendieron el aviso de una familia de Paso Canoas, distrito del cantón de Corredores, fronterizo con Panamá. Su perro presentaba gusanos en una herida. Los inspectores recolectaron la muestra y los resultados dieron positivo. Así terminó un período de 23 años en el que Costa Rica estuvo libre de la enfermedad, tras ser declarada oficialmente la erradicación. Hasta este viernes, ya sumaban 3.529 casos, según el registro oficial.
Las características físicas de la mascota no son registradas en el protocolo del control sanitario que desarrolla el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa). Se trata de un perro adulto, sin raza definida, que presentó la miasis (gusanera) en la oreja derecha y convivía en una casa. Hasta ahí el detalle.
El Senasa confirma que la reintroducción del gusano barrenador se originó por el ingreso del insecto desde Panamá. El vecino país había declarado emergencia zoosanitaria el 5 de julio de 2023 debido al incremento de casos. Hasta el 7 de julio de 2024, la Comisión Panamá-Estados Unidos para la Erradicación del Gusano Barrenador (Copeg) registraba 11.272 casos positivos en las 10 provincias del país y en cuatro de las cinco comarcas indígenas, según detalla la entidad en su sitio web.
El aviso de la familia sobre la situación del perro coincidió con el inicio de la campaña de divulgación que había iniciado la autoridad de sanidad animal a partir del incremento de los casos en Panamá, señala Alexis Sandí, jefe del Departamento de Epidemiología del Senasa. “A los días que empezamos a estimular denuncias y alertar a todo el personal en el país, tuvimos una llamada telefónica en la oficina de Corredores”, indica.
Respecto a la información de las características físicas del animal, Sandí responde que ese tipo de datos no se registran. “Las bases de datos serían inmanejables”, añade. También explica que no puede brindar la identificación de la familia propietaria.
Las muestras de las larvas extraídas del perro fueron remitidas al laboratorio de Senasa y al de Copeg en Panamá. Sandí aseguró que el tratamiento aplicado una vez comprobado que era gusano barrenador resultó exitoso. Al animal se le aplicaron larvicidas. Aclara que el porcentaje de mortalidad en la enfermedad del gusano barrenador es muy bajo, sin precisar el dato. “No lo hemos brindado porque puede inducir a error”, comenta Sandí.
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La enfermedad es provocada por la especie de mosca Cochliomyia hominivorax, que deposita larvas en heridas expuestas, provocando miasis (infestación por larvas) en seres vivos de sangre caliente, incluidos humanos. El gusano crea un agujero en la piel similar a un tornillo, debido a la forma en que excava y se alimenta del tejido vivo, de ahí la identificación de “barrenador”.
La ruta de avance de gusano barrenador
A partir del caso del perro, inició la diseminación de la enfermedad. Los siguientes casos confirmados fueron en ganado bovino. Actualmente es la especie más afectada en el país, con el 77,4% de los casos, seguidos de afectaciones en caninos con el 14%. En menor escala también se registran casos en cerdos, caballos, ovinos, caprinos, gatos, aves y humanos. El Ministerio de Salud contabiliza 15 casos de miasis en personas, de los cuales se registraron dos decesos.
El avance del gusano barrenador empezó en la vertiente del Pacífico. Del cantón de Corredores siguió a Osa y continuó en el Pacífico Sur hasta llegar al Pacífico Central, explica Sandí.
Posteriormente, surgieron casos en la región del Atlántico, inicialmente en el distrito de Sixaola, cantón de Talamanca en la Provincia de Limón, localidad que también es fronteriza con Panamá. Desde ahí, los casos se diseminaron hasta la región Huetar Norte y luego al resto del país. Hasta el 12 de julio, el Senasa registraba casos en 78 de los 84 cantones del país.
Último caso en 1999 fue en un caballo
Costa Rica fue declarado oficialmente país libre de gusano barrenador en octubre de 2000. Sin embargo, el último caso registrado fue en junio de 1999, en un caballo, en el distrito de Lepanto en el cantón de Puntarenas, según los registros del médico veterinario Rafael Vindas, quien fue supervisor nacional del Programa de Erradicación del Gusano Barrenador.
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Vindas rememora que este último caso apareció de forma aislada. Luego, un año después, el país fue declarado como territorio libre del gusano barrenador. “Es de las pocas especies en el mundo que se han logrado erradicar con éxito”, apunta.
El especialista señala que el registro del último caso en 1999 y del primero con la reintroducción del gusano barrenador, ocurrido hace un año en un perro, demuestran que la enfermedad no es exclusiva de una especie. Enfatiza que un aspecto que provoca la diseminación es su introducción en áreas silvestres, porque no se logran analizar ni se reportan.
El Programa Gusano Barrenador-Vigilancia Epidemiológica de Costa Rica, desarrollado con el respaldo del gobierno de Estados Unidos, inició en 1995 con una fase de control hasta 1997. Posteriormente vino la etapa de erradicación que concluyó en el 2000. El costo total se estimó en $41 millones. A partir de 2001 hasta 2012 inició la fase de vigilancia, bajo esta misma estructura, señala Vindas, quien actualmente se desempeña como docente de la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional (UNA).