Los efectos del fenómeno El Niño se están percibiendo en Costa Rica en la reducción de la captura pesquera, además de la producción de hortalizas y café por medio de afectaciones en la calidad y los rendimientos de los cultivos, según confirmaron a La Nación representantes de estos sectores.
En el caso de la pesca, uno de los rubros afectados es la industria del atún, percibiendo una baja en la captura de hasta el 50% en los últimos cuatro meses, debido al calentamiento de las aguas superficiales del océano. La disminución de los recursos pesqueros también es confirmada por el sector que utiliza el método de palangre.
La Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias (CNE) mantiene la alerta amarilla a nivel nacional, emitida en octubre pasado, pronosticando condiciones de déficits de lluvias entre noviembre y enero. Este nivel de aviso prevé la preparación ante un fenómeno o evento considerado amenazante y que mantiene en tendencia ascendente su probabilidad de ocurrencia.
La alerta emitida también hace referencia al calentamiento de las aguas en zonas del Océano Atlántico y Mar Caribe, situación que persiste, según confirmó a La Nación el Instituto Meteorológico Nacional (IMN). Karina Hernández, coordinadora de la Unidad de Climatología, indicó que desde mayo pasado, las temperaturas en el Mar Caribe siguen rompiendo récord, por encima de los 28°C en promedio. El alza también se percibe en el océano Pacífico
Hernández relacionó este comportamiento con el incremento de las temperaturas que se perciben en el territorio nacional. El Niño se extendería en Costa Rica hasta abril, pronostica el IMN.
Por su parte, Eric Alfaro Martínez, investigador del Centro de Investigación de Ciencias del Mar y Limnología (Cimar) de la Universidad de Costa Rica (UCR), señaló que durante los primeros 15 días de enero, las temperaturas de las aguas superficiales se mantuvieron entre 1 °C y 2 °C por encima de los niveles normales.
Pesca en aprietos
Esta situación tiene como efecto directo la disminución en las capturas en la pesca, explicó Ángel Herrera Ulloa, director de la Escuela de Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional (UNA), en especies que nadan en las aguas superficiales del océano, provocando afectaciones directas en el sector pesquero.
Asdrúbal Vásquez Núñez, presidente de la Cámara de Atuneros de Costa Rica (Catún), explicó que debido al calentamiento de la superficie del agua el recurso se aleja y aumenta el problema de captura, provocado mayores tiempos en las jornadas de pesca y la disminución de los volúmenes. Estimó que la captura en la zona económica exclusiva (ZEE) de Costa Rica disminuyó en 50% durante los últimos cuatro o cinco meses.
Esta situación ha obligado a importar atún desde varios destinos, entre ellos Indonesia, generando un incremento de los costos.
El valor comercial de la captura de atún durante el 2022 se calculó en ¢31.163 millones. La pesca de la especie involucra al sector pesquero nacional, pescadores extranjeros con licencia, sector exportador y la industria enlatadora.
En tanto, Mauricio González Gutiérrez, director ejecutivo del Sector Palangrero Nacional, refirió que debido a la inestabilidad de las condiciones climáticas se redujo la captura de especies como el pez espada, tiburón y atún. En caso contrario, se mantuvo la producción de pez dorado, pero se enfrenta a una caída de precios, pasando de ¢1.500 a ¢800 por kilo.
“Se han combinado el tema de menos producción con la baja de precios y no hay productos para compensar el costo de operación”, indicó González. La situación se ha mantenido desde octubre, lo que está obligando a algunos pescadores a detener la faena esperando el cambio de las temperaturas. Está demasiado caliente toda la costa Pacífica”, aseguró.
El Instituto Internacional de Investigación para el Clima y la Sociedad (IRI, por sus siglas en inglés), en su más reciente análisis, realizado el viernes pasado, mantiene en 100% la probabilidad de que El Niño se desarrolle entre enero y marzo. A partir de abril se reduce a 98%.
El Modelo IRI, como es conocido, se basa en datos estadísticos y se utiliza para establecer las probabilidades de la instalación del ENOS (El Niño-Oscilación del Sur). Este fenómeno climático se desarrolla en tres fases distintas: La Niña, una fase neutral y El Niño.
Afectaciones en hortalizas y café
Los productores de hortalizas, frutas y café también señalan afectaciones. Guillermo Trejos, presidente de Coopelibertad, con presencia en el Valle Central, indicó que la reducción en las proyecciones de producción cafetalera en la cosecha 2023-2024, se originan por problemas climáticos relacionados con El Niño.
Estimó que las lluvias fuera de temporada provocaron la floración temprana, y cosechas de bajo rendimiento y calidad, posteriormente se enfrentaron a periodos secos que inciden en la producción. Trejos, quien es también presidente de la junta directiva del Instituto del Café de Costa Rica (Icafe), consideró que las afectaciones podrían extenderse a la siguiente cosecha.
Henry Navarro, productor de hortalizas y café en El Guarco, Cartago, dijo que la inestabilidad del clima aumentó la plaga de la broca en los cafetales y redujo los caudales de las fuentes de agua para el riego de los otros cultivos, lo que provocó la disminución de las áreas de siembra.
Fresas, aguacate, granadilla, melocotón, repollo, tomate, chile dulce, brócoli, coliflor, papa y cebolla, son algunos de los productos que han tenido afectaciones en la calidad y por el incremento de plagas y enfermedades, asociadas al aumento de las temperaturas y en algunos casos por la escasez de agua, principalmente en la provincia de Cartago, de acuerdo con un reciente sondeo, indicó Kevin Gómez, director ejecutivo de la Corporación Hortícola Nacional.
Gómez añadió que frente a este contexto corresponde analizar como país la gestión del registro y control de agroquímicos, además de mejorar los sistemas de riego.
El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), confirmó las afectaciones en la calidad y rendimiento de algunos cultivos a causa de El Niño, pero hasta el momento no tienen registrados reportes de pérdidas, aseguró el viceministro de la entidad, Fernando Vargas. El funcionario dijo que se han aprobado 200 nuevos reservorios de agua para la zona de Cartago.
“Hemos estado con los productores y hemos visto reportes sobre menor calidad y tamaño de los productos en cosecha, pero de reportes de pérdidas no hemos hablado”, aseguró. Vargas mencionó que el Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD), mantiene activa una línea de financiamiento, denominada “Primer impacto” para que los productores se preparen ante posibles afectaciones por El Niño.
Ganadería en alerta
Por otro lado, el sector ganadero aún no reporta afectaciones por El Niño. Erick Montero, director ejecutivo de la Cámara Nacional de Productores de Lácteos, apuntó que se han hecho esfuerzos para capacitar a sus miembros para que tomen las medidas de adaptación con el fin de minimizar el impacto de la época seca que se inicia, por lo que esperan que la producción se comporte con normalidad.
“Hasta el momento la producción se ha comparado dentro de los parámetros usuales de la época”, señaló Montero.
El Viceministro del MAG indicó que en el caso del sector ganadero continúan capacitando y apoyando a los productores para preparar las reservas de granos y forrajes.
La Corporación Ganadera (Corfoga), tiene las mismas previsiones. Juan Diego Obando, director ejecutivo, explicó que por las lluvias de diciembre en algunas regiones, los pastos se mantienen disponibles por el momento y no se reportan pérdidas económicas. Señaló que los productores se vienen preparando, pero corresponde esperar los meses siguientes cuando se instale la época seca.
Obando comentó que mantienen reservorios de agua en funcionamiento, pero es una tecnología que empiezan a utilizar con la limitante que implica inversiones y capacitación. Respecto al almacenamiento de agua tradicional, dijo que hasta la fecha no han registrado inconvenientes.