La propuesta para declarar al pez vela símbolo nacional, una de las especies emblemáticas en la pesca deportiva y turística, provoca diferencias de criterios debido al planteamiento de la prohibición total de su captura y comercialización, establecido en la iniciativa.
El proyecto de Ley para fomentar el desarrollo económico de las costas: Declaratoria del pez vela como símbolo patrio en el desarrollo económico, social y cultural de Costa Rica, es promovida por el diputado Eli Feinzaig del Partido Liberal Progresista (PLP) y avalado por la Federación Costarricense de Pesca (Fecop).
El proyecto fue presentado ante el plenario de la Asamblea Legislativa el 21 de marzo y publicado en La Gaceta número 78 del 5 de mayo. Actualmente, se encuentra referido en el expediente legislativo 23.643 a la espera de ser remitido a la comisión donde se desarrollará el análisis y proceso de consulta.
En la exposición de motivos, la iniciativa argumenta la importancia de la especie al ser un rubro generador de empleos e ingresos por la vía del turismo calculados en $520 millones anuales, además señala que el gasto promedio por persona que viene a Costa Rica a realizar pesca deportiva o turística, se estima en $5.947.
Pero más allá de la importancia económica, que es algo en lo que coinciden los sectores, la prohibición a las embarcaciones de pesca comercial nacional o extranjera para capturar, aprovechar, trasegar, transportar, desembarcar y comercializar la especie en todo el territorio nacional, ha generado controversia en el sector.
Daniel Espinoza, vicepresidente de la Asociación para la Pesca Deportiva y el Turismo en el Pacífico Central, resintió la falta de consultas para la elaboración del proyecto.
La principal preocupación que aduce es que las licencias que portan los define como pesca deportiva comercial, por lo que consideran que la prohibición establecida en el proyecto les afecta directamente, puesto que la actividad comercial la desarrollan al transportar turistas que realizan la actividad de pesca.
Consultado por La Nación, el presidente ejecutivo del Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca), Heiner Méndez, entidad que otorga las licencias, indicó que están analizando la iniciativa y consideró que el sector que se dedica a la pesca turística y posee la licencia bajo la categoría comercial “tienen toda la razón” de estar preocupados.
“Por eso es que no se puede hacer un proyecto sin criterios técnicos para que vea las causas y los efectos que va a provocar esto, cuando se hagan las consultas expresaremos nuestros puntos de vista”, indicó.
Espinoza estimó que en el país hay más de 1.100 embarcaciones de pesca turística y actualmente el malestar por el proyecto lo comparten representantes de las zonas de Herradura, Quepos y Guanacaste. “Sumamos más del 80% de sector”, apuntó.
Sobre el ingreso que genera la actividad dijo que varía mucho dependiendo del tamaño del barco, la calidad de servicio y posicionamiento en plataformas como TripAdvisor.
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Promotor anuente a cambios
El promotor de la iniciativa, Eli Fenzaig, aseguró que se ha estado reuniendo con representantes de los sectores y está considerando incorporar cambios al proyecto de ley.
Señaló que en la iniciativa tomaron como referencia los conceptos establecidos en la ley de pesca. “Si Incopesca otorga licencia comercial a quienes se dedican a la pesca turística es una cuestión reglamentaria que está debajo de la ley, sin embargo no tenemos ningún problema en introducir una moción para que se aclare o explique”.
La Ley de Pesca y Acuicultura define la pesca comercial como la que se realiza para obtener beneficios económicos, y a la pesca deportiva, aquella realizada por personas físicas, nacionales y extranjeras sin fines de lucro y con propósito de deporte, distracción, placer, recreo, turismo o pasatiempo.
En el 2011, el entonces diputado, José Joaquín Porras del Partido Accesibilidad Sin Exclusión (PASE), planteó una iniciativa similar que fue archivada luego del trámite en la Comisión del Ambiente del Legislativo y la presentación del informe técnico que en ese momento concluyó que “es una decisión política que obedece a criterios de conveniencia y oportunidad que deben valorar al momento del análisis de la iniciativa”.
Sectores enfrentados
El proyecto también pretende revertir la disminución del pez vela, cuya población se ha visto reducida, en promedio, por encima del 70% en algunas zonas del Pacífico sur y central, refiere la iniciativa.
Marina Marrari, directora Ejecutiva de la Federación Costarricense de Pesca (Fecop), aseguró que contribuyeron con parte del criterio científico del proyecto y explicó que al declarar esta especie un símbolo de desarrollo económico lo reservaría para actividades de pesca turística y deportiva. Desde sus redes sociales esta organización está promoviendo la petición de firmas en apoyo a la iniciativa.
“Quedaría prohibida su pesca comercial y su desembarque para consumo en el mercado nacional, quedaría reservado exclusivamente para actividades de captura y liberación”, señaló.
Marrari consideró importante que las especies insignias de la pesca recreativa del país reciban ciertas medidas de protección contra la pesca comercial donde se captura para consumo. “Es la especie de menor valor en el mercado en contraposición al gran valor que tiene vivo para el turismo recreativo de captura y liberación”, aseveró.
Pero el sector de pesca por método de palangre, que agrupa a más de 300 embarcaciones, difiere de la iniciativa, por considerarla excluyente.
“Es una manera (de decir) ‘quitate vos porque quiero ese espécimen solo para mí'”, aseguró Mauricio González, director Ejecutivo del Sector Palangrero Nacional, quien consideró una forma egoísta para dejar a fuera a los pescadores comerciales de una menor condición económica,
Indicó que el precio promedio del kilo de pez vela entero se ubica entre los ¢500 y ¢700.
Consideró que la afectación es de “desperdicio”. “Los peces vela no saben leer para ponerles un rótulo donde se les indican no se peguen (al momento de la pesca comercial), esto va en contra al Código de Conducta Responsable de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ya que se descargarían o votarían los especímenes que vengan muertos, además el pez vela lo consume la población de menor condición económica”, indicó
En febrero del 2023, Incopesca redujo el porcentaje de pesca incidental de pez vela del Pacífico, del 15% establecido en el 2014 al 10%, es decir, el máximo permitido de esta especie respecto al total de volumen de pesca que capturen las embarcaciones comerciales durante su faena.
“La ley en Costa Rica es pareja, no hace exclusiones y esa propuesta excluye a uno y permite a otro”, agregó.
Según datos de Incopesca, en el 2021, el volumen de pez vela desembarcado en los puertos por la pesca comercial fue de 310.459,8 kilogramos lo que representó el 1,05% del total de todos los productos registrados.
Marina Marrari, de Fecop, indicó que anualmente llegan al país 150.000 turistas para practicar pesca recreativa, el 49% de los visitantes viene acompañado de familiares y se quedan en promedio 12 días, de los cuales cuatro pescan y los demás realizan otras actividades turísticas. Destacó que esta industria genera unos 33.000 empleos.
Por su parte Daniel Espinoza, señaló que la pesca deportiva y turística genera beneficios en el transporte, restaurantes, hospedajes y otras actividades turísticas, además del peaje y mantenimiento de las embarcaciones que deciden estacionarse en las marinas del país.
En el 2005, mediante ley, el pez vela, marlin azul, marlin negro, marlin rayado y sábalo fueron declarados especies de interés turístico y deportivo.
Sobre la declaratoria
Respecto a declarar el pez vela como un símbolo nacional, Mauricio González, del sector palangrero (esta modalidad de la pesca consiste en lanzar una línea con muchos anzuelos), refirió que es una especie altamente migratoria, por lo consiguiente se encuentra en todo el Océano del Pacífico Oriental, por lo que duda sobre la validez de la declaratoria.
Por otro lado, consideró que al ser declarada símbolo nacional, no se debería permitir que alguien le realice maltrato animal al espécimen, como podría suceder en la pesca deportiva.
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Al respeto Marrari dijo que las regulaciones vigentes son muy estrictas para garantizar la supervivencia y generar el mínimo impacto posible durante la captura en la pesca deportiva.
Sobre su característica migratoria, Marrari señaló que símbolos nacionales no necesariamente son exclusivos de un país. “El café es símbolo de desarrollo económico y social en Costa Rica, por ejemplo, igual otras especies de fauna como el manatí o la mariposa morfo, lo importante es lo que representa en el país para el desarrollo de las comunidades costeras en este caso, es una especie insignia del turismo de pesca en Costa Rica”, apuntó.
El diputado Feinzaig agregó que “cualquier malentendido o cualquier confusión que se haya prestado la redacción que nosotros tuvimos, no hay la menor objeción en mejorarlo para que todos sectores queden claros”, concluyó.