El precio de los huevos, el pollo y la carne de cerdo que consumen los costarricenses podría aumentar en el corto plazo, ante el incremento en el costo de las materias primas que se agravó por la guerra entre Ucrania y Rusia, tal y como ya lo adelantan los productores locales de dichos alimentos.
La subida se daría, principalmente, por tres factores: el alto valor internacional del maíz amarillo y la soya, los costos del petróleo y el tipo de cambio que ha superado los ¢650 por dólar en el Mercado de Monedas Extranjeras (Monex), en los últimos días.
El maíz y la soya son los dos insumos principales para la fabricación de alimentos para las aves y otras especies pecuarias, así como del cerdo, por lo que su comportamiento alcista impacta de manera directa a las actividades productivas.
Según informó la Cámara Nacional de Avicultores de Costa Rica (Canavi), el precio internacional del maíz amarillo en los principales mercados de abastecimiento ha tenido aumentos de hasta $100 por tonelada métrica. Esto significa alrededor de $500.000 de aumento de costo en cada embarque.
William Cardoza, director ejecutivo de Canavi, comentó que no es posible determinar cuánto y cuándo aumentarán los productos avícolas, pues cada empresa deberá calcular sus costos y definir el traslado al consumidor. Sin embargo, fue enfático en que el sector se encuentra bajo una “tormenta perfecta” pues las opciones para abastecerse de insumos para alimento a nivel local son casi nulas.
“Estamos amarrados de manos y no solo el sector agrícola, esto afecta a los lecheros, productores de cerdo y de carne si utilizan concentrado”, comentó Cardoza.
Según explicaron desde la Cámara, satisfacer la necesidad de maíz en el mercado local no es posible, principalmente porque no es suficiente para cubrir la demanda y porque se trata de maíz blanco.
Tanto Cardoza como José Luis Fernández, empresario del sector avícola, comentaron que los altos precios de las materias primas vienen desde meses atrás y empeoraron con el estallido de la guerra en Ucrania; ante esto, las empresas han absorbido parte del sobrecosto de las producciones de huevos, pero advirtieron de que se trata de una situación insostenible.
“Si no sube el precio por oferta y demanda, muchos productores no van a poder soportar el aumento de los costos”, dijo Fernández.
De acuerdo con el monitoreo que lleva la Cámara, en el último año más de 100 empresas productoras de huevo reportan cierres, principalmente por los costos elevados. Al comercio de huevos se une otro factor que afecta directamente a la oferta y el precio del producto: el contrabando.
El pasado 16 de febrero, el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) del Ministerio de Agricultura y Ganadería realizó una inspección en establecimientos de la región Chorotega e incautó más de 17.800 huevos de gallina que, se presume, ingresaron de contrabando desde Panamá.
Durante el operativo las autoridades de salud determinaron que el producto decomisado tenía etiquetas falsas o con información no coincidente, que impidió corroborar el origen de la granja o establecimiento de empaque y demostrar si el producto cumplía con las medidas de inocuidad respectivas.
El ingreso de contrabando, además de representar un riesgo para la salud humana, puede generar sobreoferta en el país y afectar a la baja el precio de lo producido por avicultores nacionales. “Es como la tormenta perfecta”, dijo Cardoza en referencia a lo que viven los productores.
LEA MÁS: Costa Rica aumentó sus exportaciones de carne bovina a 33.000 toneladas en el 2021
Una situación similar a los productores avícolas viven los porcicultores con los precios, pues la dieta del cerdo se basa principalmente en granos. Además, los aminoácidos que consumen también subieron de precio.
El presidente de la Cámara Costarricense de Porcicultores, Rómulo Chaves, mencionó que el sector importa alrededor de 70.000 toneladas métricas mensuales de maíz, para suplir las dietas de los cerdos. Por esta razón, este tipo de proteína también podría experimentar un aumento de precio para el consumidor en las siguientes semanas.
“Hemos venido con aumentos sostenidos de los costos desde hace seis meses, en diciembre salíamos con punto de equilibrio con la producción, pero nos bajaron los precios a los productores y hemos estado afectados”, mencionó Chaves.
Tipo de cambio afecta
Además de la alimentación animal, el transporte y distribución de los productos avícolas y cárnicos también sufren el impacto por el valor de los productos derivados del petróleo como el combustible, los empaques y equipos plásticos para las granjas.
En el caso de la producción de carne de res, la mayor afectación podría darse por la vía del uso de combustibles para el transporte, desde la alimentación de los animales el efecto es menor que en otros sectores, esto, porque alrededor del 94% del ganado es de pastoreo por lo que no consumen directamente productos importados.
No obstante, el alto precio de los fertilizantes sí podría generar algún grado de efecto en los costos para los productores de carne de bovino de pastoreo mientras que los productores del porcentaje que usa alimento importado sí podrían verse afectados en mayor medida, al utilizar otro tipo de suplementos.
Luis Diego Obando, presidente de la Corporación Ganadera, señaló que el impacto más fuerte lo sentirán en los fletes de las cabezas de ganado por los cambios en los costos de los combustibles. “El ganadero va a resentirlo y la factura va a pasarle al productor final”, dijo.
Sobre el tipo de cambio, al tratarse de importaciones los productores deben cancelar las mercancías en dicha divisa, que ha reportado movimientos significativos en las últimas semanas. Este 11 de marzo, el dólar cerró en ¢647,67.