El hato de búfalos de Costa Rica creció un 300% entre el 2004, cuando se tienen los primeros registros y el año pasado, al pasar de 3.000 animales a 12.000 de ellos, lo cual refleja un lento pero sostenido crecimiento de la demanda, en especial de carne.
Así lo reflejan datos preliminares de la Universidad Técnica Nacional (UTN), mientras se realiza una encuesta nacional acerca de ese sector, explicó el director de Investigación de ese centro de estudios, Eduardo Barrantes.
Se estima que en Costa Rica ese hato de búfalos se mantiene en unas 270 unidades productivas o fincas.
El investigador explicó que se espera con esto sistematizar un programa para conocer con certeza la cantidad de animales de ese tipo. Los datos acerca de la demanda de productos se obtendrán posteriormente, pues hasta ahora hay poca información al respecto.
Empero, la cadena de supermercados Auto Mercado, aliada del sector en la distribución de los productos, explicó que la demanda de la carne de búfalo en sus puntos de venta está superando a la oferta. La cadena dijo que, incluso, no tiene aún el producto en todos los supermercados pese a que hay demanda.
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Rodrigo Sánchez, gerente del Departamento de Frescos de Auto Mercado, detalló que comercializan mozarelas de búfala, así como otros tipos de quesos de este tipo animales. Ofrecen, además, cortes tradicionales de carne de búfalo cruda, albóndigas y tortas de carnes marinadas, con muy buena aceptación de los clientes.
Por su lado, Barrantes estimó que aún no hay suficiente conocimiento en el mercado para que los consumidores se inclinen abiertamente por la carne y los lácteos de esos animales. “La cultura del tico no ha crecido lo suficiente, como para que en cualquier carnicería se ofrezca el búfalo como tal. El mercado es creciente, pero no tan abierto como tal”, declaró.
Pese a eso, hay un crecimiento sostenido, con productos para parrillas, chorizos, carnes preparadas y productos procesados. Eso aparte del queso y los lácteos, que van creciendo un poco más lento.
Poca visualización
Aunque la producción de búfalos existe en Costa Rica desde hace más de 40 años, el sector ha tenido poca visualización y no es si no desde hace unos 10 años que los productores intentan darlo a conocer, consideró la UTN, entidad que tiene un programa de desarrollo, investigación y transferencia de tecnología.
Barrantes informó de que el sector ya entró en programas de mejoramiento genético de los animales, mediante la inseminación por líneas de especialización de carne y leche. También han entrado en en líneas de diversificación de productos, pues aparte de la mozarela, se está desarrollando el queso ricota a partir del suero de la leche de búfala. Se puede conseguir, además, yogur, quesos madurados y otros.
El programa de la UTN ya está promoviendo la salida de los productos costarricenses de búfalo a los mercados internacionales. Estados Unidos y Japón se presentan como buenas opciones. Por ejemplo, Italia produce una buena cantidad de quesos de búfala para el mercado estadounidense.
Se pretende aprovechar, tanto a escala local como internacional, las características distintivas de los productos. La carne es más magra que la de los bovinos, es decir, menos grasa, los animales se alimentan con pastos, por lo cual los mercados con demanda de comida saludable y los hospitales son una de las metas.
Los animales, por su lado, son muy adaptables al cambio climático. “Les gusta vivir en humedales, en zonas bajas (sobre el nivel del mar), con alta humedad; pastan con el agua a la rodilla, en zonas donde el 'ganado corriente’ no puede desarrollar porque se enferma de las patas. Esa es la condición natural de búfalo”, especificó Barrantes.
La hembra también es mucho más productiva que las vacas. Mientras la parición efectiva en los bovinos se estima en un promedio del 57% en Costa Rica, las de las búfalas está cercana al 85%, según las investigaciones.