El área de siembra de piña costarricense se reducirá durante 2023, debido a los altos costos de los insumos, factores climáticos y la apreciación del tipo de cambio, afirman los productores, quienes estiman la contracción en 30% respecto a 2022. Sin embargo, en el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) se manejan proyecciones más conservadoras.
Abel Chaves, presidente de la Cámara Nacional de Exportadores y Productores de Piña (Canapep), explicó que esta disminución en el área afectará los empleos y el volumen de las exportaciones.
“Para este 2023 (las áreas de siembra) están reduciéndose en 30%; para esta cosecha nuestras estimaciones son conservadoras, máxime si las comparamos con los volúmenes exportados en el 2020, cerca de 170 millones de cajas, y en el 2021, alrededor de 176 millones, por lo que somos conservadores para este 2023″, indicó Chaves.
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La comercialización de piña en el exterior se realiza en cajas de 12 kilos aproximadamente, razón por la que una tonelada equivale a 83,33 cajas.
En Costa Rica, Canapep estima el área neta de producción de piña en 43.000 hectáreas. Durante la primer cosecha se trabaja en el 50% del área, generando 15.050 empleos. Chaves indicó que una reducción del 30% del área, equivalente a 6.450 hectáreas, provocará una reducción de 4.515 empleos directos.
Explicó que la producción es perenne durante el año y es planificada por lotes, una vez que se cosecha la fruta de una planta, el tiempo para que produzca nuevamente es de 10 a 11 meses.
La guerra en Ucrania
Una de las causas que empuja esta disminución son los efectos de la guerra de Rusia contra Ucrania, que se inició en febrero del 2022, trastocando el mercado internacional de los fertilizantes. Eso provocó incrementos en los costos hasta por el orden del 34%, al pasar de $5.235 a $6.987 por hectárea, estima Canapep.
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La falta de fertilizantes afectó el desarrollo de la fruta, con menos tamaño y deficiencia en sus características, lo que aumenta el nivel de rechazo en el mercado internacional.
Este conflicto bélico también ha provocado otro efecto para el comercio de la piña en Costa Rica. La Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO por sus siglas en inglés), en el análisis sobre el mercado de frutas tropicales en el 2022, hace referencia a la caída en las compras de la fruta por ambos países.
En el documento Principales Frutas Tropicales. Análisis del mercado. Resultados preliminares 2022, publicado en marzo del 2023, indica que antes de la guerra, la Federación de Rusia importaba unas 160.000 toneladas anuales de frutas tropicales, sobre todo piñas, aguacates y mangos, que procedían, principalmente, de Costa Rica y Perú.
Ucrania, por su parte, importaba anualmente entre 20.000 y 30.000 toneladas de las principales frutas tropicales, especialmente aguacates y piñas originarios de esos mismo dos países.
Estas cantidades se traducen en alrededor del 2,4% de los envíos mundiales de frutas tropicales, que se enfrentaron a obstáculos para llegar a su mercado de destino durante el 2022.
Los datos de la Promotora de Comercio Exterior de Costa Rica (Procomer), reflejan que el volumen total de las exportaciones de piña cayó 8,1% durante 2022, al pasar de 2,20 millones de toneladas a 2,03 millones.
La apreciación del tipo de cambio
Sobre la incidencia de la apreciación del tipo de cambio en la producción y exportaciones de piña, Chaves indicó que los efectos directos se observan en rubros como el costo de los insumos, pago de mano de obra, combustible, mantenimiento, transporte y cargas patronales del seguro social.
“La razón es que debemos entregar cada vez más dólares de exportación para cubrir los mismos costos en colones de todos estos factores de la producción. Es el resultado de la apreciación, recibimos menos colones y el costo de todos estos factores no rebajan”, señaló.
Según los cálculos de la Canepp, en promedio se exportan cerca de 180 millones de cajas al año, con un precio de salida promedio del $6,00 por caja, generando unos $1.080 millones. La apreciación del tipo de cambio estimada por Canapep es del 22% lo que para el sector implica un impacto de $237,6 millones. Chaves indicó que esto ha motivado que algunos productores reduzcan sus volúmenes de siembra.
El estrés por el clima
Por otro lado, el efecto del clima reflejado en la falta de lluvias está provocando estrés en las plantas lo que incide en la reducción de la oferta.
“En estos momentos hay una demanda tremenda por la fruta, hay mucha demanda, al bajar la producción, los rendimientos, repercute en el mercado y lo que vamos a experimentar en unos meses o en unos días es incrementos en los precios del mercado”, indicó Chaves.
El viceministro del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), Fernando Vargas, coincidió con los piñeros sobre los factores que estarían provocando una merma en el área de siembra. Sin embargo, consideró que la caída no sería de 30%, razón por lo que la competitividad del gremio no se afectaría.
Refirió que la variación estimada estaría en los cultivos de los medianos y pequeños productores, en un porcentaje no mayor al 10%.
“Efectivamente, por el tipo de cambio y también por el incremento de los costos que va relacionado con el tipo de cambio, y un efecto de cambio climático, básicamente por del fenómeno El Niño, es probable que haya una disminución en las siembras de piña”, destacó el funcionario, quien añadió, eso sí, que la caída no sería de 30%.
“Nosotros, en la valoración que hacemos, como tenemos las estadísticas de 2014, hacemos una estimación con base en eso con el criterio de expertos a nivel de campo, no sé si llegará a 30%, esa es una estimación que hacen las diferentes cámaras”, respondió.
Además, resaltó que la contracción no significa una pérdida de competitividad pues es algo circunstancial.
“El país tiene las condiciones edafoclimáticas (suelo y clima) para sacar una piña, como hemos estado haciendo, de altísima calidad y que es muy apreciada en los mercados internacionales”, a la vez que aseguró que mantienen comunicación fluida con los productores.
La piña se produce en Costa Rica, principalmente, en los cantones de Buenos Aires en Puntarenas; San Carlos en Alajuela; Sarapiquí en Heredia; Siquirres y Guápiles en Limón y Pérez Zeledón en San José.
Chaves señaló que Canapep tiene afiliados en el 83% del total de área en producción del país.
Principal exportador del mundo
Costa Rica es el mayor exportador de piña en el mundo. En el 2022 garantizó el 68,7% de las colocaciones de la fruta, según datos de la FAO, seguido muy distante por Filipinas, que exportó el 17,4%.
La producción en Costa Rica se desarrolló a finales de los años 70 y según Chaves, el desarrollo técnico, personal calificado y la tecnología, hacen que la fruta variedad Golden, sea la más demandada en el mundo.
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“Todo el avance técnico y tecnológico para la producción de piña se generó en este país, esa semilla nació en Hawaii, después migró para acá, tenemos una mano de obra muy calificada, todo el desarrollo de la actividad piñera está en este país y eso ha hecho que la calidad de la piña siga prevaleciendo”, aseguró.
Liderazgo que por el momento no corre riesgos, señalan especialistas en comercio internacional. Lucrecia Brenes, abogada y economista, consideró que la situación que atraviesa el sector es coyuntural, y considerando el tamaño de Costa Rica en este mercado, es poco lo que pueden hacer los demás países para desplazarlo.
“Lo que sucederá es que si se reduce la oferta y se mantiene la demanda, las leyes económicas lo que nos indican es que el precio va a subir y esto podría desestimular las compras y mantener el equilibrio, pero que un productor como Costa Rica vaya a ser desplazado es bastante difícil”, apuntó.
Por su parte, el economista y exministro de Comercio Exterior, Alberto Trejos, dijo que el liderazgo de Costa Rica dependerá de lo que está pasando en los otros mercados.
“Somos el mayor exportador, sí, en un mercado donde unos pocos países (nosotros el que más) ponemos casi toda la oferta. Así que dependería de qué está pasando en nuestros competidores asiáticos si estos factores que disminuyen nuestra oferta tienen nada más un efecto transitorio o, más bien, se vuelven más estructurales”, comentó.