¿Les preocupa a los avicultores el alza en granos o creen que será pasajera?
De hecho, el tema de las materias primas es fundamental en la producción avícola; el 65% o 70% de los costos están relacionados con la alimentación de las aves. Cualquier movimiento que se dé en materias primas tiene un costo, tanto en avicultura como en ganadería y en porcicultura (cerdos).
¿Hay factores internos que los afecten?
Tenemos factores internos que restringen la competitividad y con eso se genera una preocupación: el tema de la electricidad, del precio de combustibles. Hay un doble efecto, por un lado, con las materias primas y, por otro, al aumentar el tipo de cambio un 10%.
¿Trasladarán al consumidor el aumento en costos?
Las empresas tratan de no trasladar el impacto, al menos no todo, a los precios. Pero deben tomar medidas de ajuste. Cargill, dueña de Pipasa, por ejemplo, anunció el cierre de la planta de carnes rojas y el despido de personal, en una medida que mucho tiene que ver con esos factores (costo de materias primas, aumento del tipo de cambio, electricidad y combustibles). Todos los sectores agropecuarios, en general, se están viendo afectados.
¿Se ve difícil el panorama?
Vemos un panorama complejo, ya tuvimos una crisis de precios de materias primas entre el 2008 y 2009 y eso pone presión. En algún momento se podría ver reflejado en precios del consumidor.