Nueva York. EFE. El imparable consumo de gasolina en Estados Unidos es uno de los factores que más empuja al alza a los precios internacionales del petróleo, que volvieron a marcar nuevos récord al final de la semana.
El petróleo Intermedio de Texas (WTI) para entrega en mayo quedó el viernes a $57,27 por barril (159 litros), el valor de cierre más alto desde 1983 y durante la sesión tocó un máximo de $57,70.
En el mercado londinense, el petróleo Brent para mayo finalizó también en un máximo histórico de $56,61 por barril.
Expertos en los mercados petroleros como Phil Flynn, de la firma Alaron Trading, insisten en que la cuestión fundamental es conocer en qué momento comenzará a retroceder la demanda y en el caso de la gasolina, a causa del encarecimiento de la energía.
"A qué precio disminuirá la demanda. Si conocen esa respuesta tendrá la clave. Lo que hemos visto últimamente es que la demanda continúa creciendo a pesar de los elevado precios", comentó el experto el viernes pasado en una nota a inversores.
Arriba. Los últimos datos del Departamento de Energía de Estados Unidos revelaron que el consumo de gasolina se situó durante marzo en una media de 9,1 millones de barriles diarios, un 2% más que en igual periodo del 2004.
Eso refleja que precios de venta al público superiores a los $2 por galón, algo que no era habitual hasta la llegada de la época estival, no ha desanimado aún a los automovilistas de este país a visitar con frecuencia las estaciones de servicio.
La asociación automovilista AAA, la mayor en Estados Unidos, calculó que el precio medio de gasolina regular a nivel nacional alcanzaba el viernes pasado un precio de récord de $2,16 por galón.
Ese mismo galón costaba hace un mes $1,91 y un año atrás $1,75.
Menos reservas. El fuerte tirón consumista y el elevado costo del petróleo, la materia prima, han llevado a las refinerías a incrementar sus precios y a acumular menos reservas, como reflejan las últimas evaluaciones.
Las existencias de gasolina disminuyeron en 2,9 millones de barriles en la pasada semana y, aunque el total almacenado supera en 12,7 millones al de hace un año, el mercado no se convence de que la oferta vaya a ser suficiente para atender la creciente demanda.
Esa inquietud ha presionado al alza sin parar al precio de los futuros de gasolina, y los contratos para mayo finalizaron la semana con un valor récord de $1,73 por galón (3,7 litros), mientras que aquellos que tienen prevista su entrega en junio y en julio superaban ya los $1,74.
Con ese panorama, cualquier síntoma de posible alteración en el suministro acrecienta el nerviosismo de los operadores, como ocurrió tras accidente en una refinería de British Petroleum en Texas o con la paralización, el jueves, de una refinería de Petróleos de Venezuela, por un problema en el sistema eléctrico.