Las importaciones de arroz desde Estados Unidos se iniciaron en 2025 libres de aranceles como parte del proceso de desgravación definido en el Cafta, al igual que los productos lácteos. Sin embargo, representantes del sector indicaron que la calidad del grano desde este destino no ha generado una mayor demanda en Costa Rica.
Ambos rubros, el arroz y los lácteos, se calificaron como los de “mayor sensibilidad” para Costa Rica durante las negociaciones del Tratado de Libre Comercio entre República Dominicana, Centroamérica y Estados Unidos (DR-Cafta, por sus siglas en inglés). Por ello, se les otorgó el mayor plazo de desgravación arancelaria.
Durante los primeros 10 años del acuerdo comercial, que entró en vigor en 2006 con su ratificación en El Salvador, las importaciones de arroz desde Estados Unidos enfrentaron un arancel consolidado del 35%. A partir de 2016, se inició la desgravación gradual hasta llegar al 0% en 2025, explicó Fernando Araya, director ejecutivo de la Corporación Arrocera Nacional (Conarroz).
Además, se establecieron contingentes de importación para el arroz en granza, que aumentarían en 1.000 toneladas métricas (tm) anuales a partir de las 51.000 tm del primer año, y arroz pilado, con un incremento de 250 tm anuales desde las 5.250 tm iniciales. Ambos contingentes se suspendieron a partir de 2025.
No obstante, la demanda del arroz estadounidense es mínima debido a sus características, según representantes de los productores. Araya destacó que, en los últimos años, los contingentes negociados en el DR-Cafta casi no se han utilizado por la baja aceptación del grano estadounidense. Este presenta una textura dura y más glutinoso (pegajoso) tras la cocción, además de un color opaco similar al yeso.
“El tema de la calidad del arroz de Estados Unidos ha sido tan controversial que se ha preferido importar el arroz desde Suramérica, donde se produce un grano de mejor calidad, similar al costarricense”, detalló.
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En el 2019, Costa Rica importó $27,4 millones en arroz desde los Estados Unidos. A partir del 2022 se comenzó a registrar un descenso y para 2024 este país se ubicó como el quinto origen de las compras de arroz ($5,6 millones), detrás de Brasil, Uruguay, Paraguay y Argentina, según datos de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer), al mes de noviembre.
El vocero de Conarroz manifestó que el arroz es un elemento clave de la seguridad alimentaria y dinamiza las zonas rurales, razón por la cual se otorgó un periodo de transición en el marco del DR-Cafta. Durante este tiempo, el sector trabajó en educar a los consumidores sobre las características del arroz de calidad, lo que les permite distinguir productos de alto estándar, como el arroz nacional.
Por su parte, Juan Carlos Sandoval, gerente general de La Maquila Lama, empresa importadora, comentó que el arroz estadounidense no es del agrado del consumidor costarricense debido a su calidad. Indicó que, en 2024, las importaciones fueron mínimas y que el precio de este grano es aproximadamente un 35% más bajo que el proveniente de Suramérica.
Sandoval adelantó que la empresa prepara una marca de arroz estadounidense a bajo costo. “Que el consumidor pueda elegir”, expresó.
Arroceros reclaman por desgravación generalizada
Por otro lado, Araya advirtió de que un efecto de la desgravación arancelaria es el desplazamiento de la producción nacional frente a las importaciones. “Esa situación se evidenció con la desgravación artificial que planteó el Gobierno en 2022, lo cual llevó a la producción nacional a mínimos históricos”, señaló.
El 6 de julio de 2022, el presidente Rodrigo Chaves anunció la “Ruta del Arroz” e incluyó dos decretos en ese plan: uno redujo los aranceles al grano a 3,5% para el arroz con cáscara, y a 4% para el pilado; otro eliminó la fijación del precio mínimo del arroz en el mercado costarricense. Ambos decretos se publicaron en La Gaceta a inicios de agosto de ese año.
A comienzos de abril de 2024, el Tribunal Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda suspendió temporalmente el decreto que reducía los aranceles, tras una solicitud de productores. Sin embargo, esta medida fue revocada el 5 de junio, como respuesta a una apelación de la Procuraduría General de la República.
“El sector arrocero costarricense se preparó considerablemente para la desgravación con Estados Unidos, pero no para una general como la que impuso la Ruta del Arroz. Bajó aranceles de cualquier origen sin periodo de transición, causando daños irreparables a cientos de familias y sin negociaciones de intercambio, como sí ocurrió con el Cafta”, afirmó Araya.
Francisco Monge, economista jefe del Ministerio de Comercio Exterior (Comex), recordó que todos los productos negociados en el DR-Cafta tienen procesos de desgravación, excepto la papa y la cebolla, que cuentan con contingentes libres de aranceles, mientras los excesos pagan tributos.
Este especialista señaló que una parte clave de las negociaciones comerciales es garantizar opciones de calidad y precio para los consumidores, además de facilitar las exportaciones.
Juan Ricardo Fernández, presidente de la Asociación de Consumidores Libres, calificó la desgravación total al arroz estadounidense como una “buena noticia” porque ofrecerá más opciones a los compradores. Añadió que debido a que las importaciones de arroz provienen principalmente de Suramérica, el grano norteamericano vendría a generar competencia.
Además, sugirió a los arroceros analizar otras alternativas productivas donde logren mayor competitividad. “Así ganamos todos”, concluyó.