Con 43 votos a favor y cinco en contra, los 48 diputados presentes en el plenario legislativo, ratificaron en segundo debate, anoche, el Acuerdo de Asociación entre Centroamérica y la Unión Europea (UE).
Con esta decisión, según confirmó la ministra de Comercio Exterior Anabel González, mediante un comunicado de prensa, el Acuerdo entraría a regir el 1.° de agosto entre todos aquellos países que notifiquen a más tardar el 15 de julio que ya cumplieron todos sus procedimientos internos.
“Esto es un importante paso para Costa Rica porque logra consolidar y mejorar las condiciones del Sistema Generalizado de Preferencias Arancelarias, (SGP Plus) el cual ha permitido el ingreso de muchos productos centroamericanos a la región europea, sin aranceles”, manifestó González.
El proceso de negociación con la Unión Europea finalizó en mayo del 2010 y fue presentado al plenario legislativo el 24 de enero del 2013; se aprobó en primer debate el 21 de mayo pasado.
Por su parte, el Parlamento Europeo aprobó el convenio en diciembre anterior, mientras que en la región ya fue ratificado por los congresos de Honduras, Nicaragua, Panamá y Guatemala; solo falta El Salvador que todavía tiene trámites legislativos pendientes.
La Unión Europea es el segundo socio comercial de Costa Rica. El año pasado se exportaron $2.046 millones.
Sectores apuntan retos. La presidenta de la Cámara de Exportadores de Costa Rica, Mónica Segnini, evidenció su satisfacción por la aprobación del tratado internacional; sin embargo, no negó que hay una tarea pendiente: acordar los pasos para consolidar la integración aduanera y la repartición de cuotas en azúcar, arroz y carne.
“Sin duda alguna, un acuerdo de este tipo es muy beneficioso porque no solo consolida el SGP, sino que abre el mercado para la yuca y el chayote, que están fuera”, dijo Segnini.
Alonso Elizondo, director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Costa Rica, manifestó que se abre la posibilidad de vender a un mercado gigantesco, pero queda pendiente trabajar en la integración centroamericana.
“Sin duda alguna, ratificar un tratado internacional de este tipo implica ponerse de acuerdo en un montón de compromisos adquiridos y hay que recuperar el tiempo que se perdió”, concluyó.