La posibilidad de seguir creciendo tanto en Colombia, como en el exterior, comenzó a rondarles en la cabeza a los accionistas del Banco Davivienda en noviembre del 2023 tan pronto los canadienses, dueños del Scotiabank, dejaron ver su intención de salir de algunos países de la región en donde el negocio no daba los réditos esperados, y Colombia no era la excepción.
En principio, solo se pensó en adquirir las filiales que los canadienses tenían en Panamá y Costa Rica para consolidar así más la posición que la ‘casita roja’ tiene en esa región del continente, luego de la compra realizada en 2012 de algunas sucursales del HSBC en Centroamérica.
Sin embargo, a medida que fueron avanzando las conversaciones entre estos dos poderosos de la banca surgió la opción de quedarse con los activos que el Scotiabank controla en Colombia, lo que no solo deja a Davivienda con una mejor posición dentro del negocio financiero del país sudamericano, sino que lo consolida como el primer banco multilatino global.
La explicación es muy sencilla: Scotiabank no abandona Colombia, como se rumoraba desde hacía varios meses, sino que se convierte ahora en uno de los accionistas del banco colombiano con una participación del 20% y un asiento en la junta directiva de la entidad.
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Esto no será una realidad “hasta tanto no haya la aprobación de las autoridades financieras en cada uno de los países donde ambas entidades tienen presencia, incluidas las de Estados Unidos, por lo que los bancos seguirán operando de manera independiente”, señaló Javier Suárez Esparragoza, presidente de Davivienda, quien destacó que ese es un aspecto que los clientes de las entidades deben tener muy presente. Se estima que el negocio se estaría cerrando en la segunda mitad del 2025.
Como parte de la negociación a la que llegaron ayer los representantes de The Bank of Nova Scotia (Scotiabank Canadá) y de Davivienda para integrar en la ‘casita roja’ las operaciones de Scotiabank en Colombia, Costa Rica y Panamá, dando lugar a una entidad bancaria que será el mayor emisor de tarjetas de crédito en Colombia. Este será apenas uno de los segmentos en los que el banco colombiano será líder.
Así las cosas, Davivienda pasará del cuarto lugar en ese mercado, en el que tiene colocados 1,81 millones de plásticos, al primero, con más de 3,35 millones.
La adquisición de las operaciones del Scotiabank en Colombia es la cuarta de esa misma naturaleza que la “casita roja” ha concretado desde su conversión a entidad bancaria en 1997. El primero fue el Banco Superior, líder en su momento en el segmento de las tarjetas de crédito; dos años después, tras la privatización de Bancafé, los accionistas de Davivienda se hicieron al control de dicha entidad que atravesó serios problemas en la crisis financiera de finales del siglo pasado y cinco años más tarde, en el 2012, se hicieron a las filiales que el inglés HSBC tenía en varios países centroamericanos, incluido Costa Rica.
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Pero no es lo único. Con la integración, los activos de Davivienda se proyectan en cerca de $60.000 millones, representando un aumento del 40% en sus operaciones totales. En Colombia, los activos crecerían un 30%, mientras que en Costa Rica y Panamá los incrementos estimados serían del 90% y 180%, respectivamente.
Este movimiento refuerza la estrategia de diversificación geográfica de Davivienda, dejando un 70% de sus activos en Colombia y un 30%. En la actualidad, Davivienda y Scotiabank atienden a 27,4 millones de clientes en los mercados donde operan.
Grupo Colpatria vende participación
Tras el anuncio de Davivienda y Scotiabank Canadá, los dueños de Colpatria, hasta ahora aliados de los canadienses en Colombia, anunciaron también la firma de un acuerdo para vender a Scotiabank cerca del 43,9% en Scotiabank Colpatria.
El paquete de desinversión también incluye participaciones en Fiduciaria Scotiabank Colpatria (un 5,4%) y el 2,5% en Scotia Securities, propiedad del grupo.
“Somos un grupo colombiano con visión internacional”, afirmó José Fernando Llano, presidente de Grupo Colpatria, quien también destacó: “Colombia es el centro de nuestras operaciones y estamos orgullosos de las contribuciones que hemos realizado y seguiremos realizando al desarrollo económico del país. Si bien el banco representa menos del 15% de los activos del Grupo, una vez ocurra el cierre de esta transferencia del activo, continuaremos analizando dentro de nuestro portafolio de inversión alternativas en el sector financiero que nos permitan seguir siendo actores relevantes”.
Asimismo, recordó que dicha organización tiene en la actualidad inversiones en otros sectores, como seguros, infraestructura vial, energía, construcción y activos inmobiliarios, que hoy representan cerca del 55% de su portafolio, en los que en las últimas siete décadas ha adquirido un papel preponderante.