Río de Janeiro, 21 nov (EFE).- Las autoridades de la aviación civil de Brasil reconocieron hoy que los sistemas aéreos del país operan al límite de su capacidad, lo que explica los constantes atrasos de vuelos, aunque prometieron resolver la crisis a mediano plazo.
En una audiencia pública convocada por el Senado en Brasilia, el presidente del organismo regulador Agencia Nacional de Aviación Cicil (Anac), Milton Zuanazzi, advirtió que este sector creció el 39 por ciento entre 2005 y 2006, muy por encima de la expansión de tres por ciento en la economía.
"O sea, el sistema todo está en el límite", dijo.
Explicó que la agencia está ajustando los horarios de vuelos para trasladarlos a horarios de menos demanda para reducir la congestión.
Miles de pasajeros brasileños y extranjeros han enfrentado en las últimas semanas fuertes atrasos de vuelos en las principales ciudades del país.
La situación ha sido atribuida a una "protesta silenciosa" de los controladores aéreos que reclaman mejores condiciones de trabajo y aplican rígidas normas internacionales para coordinar la entrada y salida de los aviones en las pistas.
El presidente del sindicato de los controladores, Jorge Botelho, dijo que antes del 29 de septiembre, cuando 154 personas murieron en el accidente de un avión de la aerolínea Gol, ya los controladores estaban trabajando en el límite de su capacidad.
"Estamos haciendo un esfuerzo. No sabemos hasta que punto ese personal va a resistir", dijo Botelho ante la comisión del Congreso.
Después del accidente una decena de controladores de la torre de Brasilia fueron separados del cargo por investigaciones, otros 35 salieron de permiso médico.
El presidente de Anac afirmó que faltan inversiones en el sector aéreo, lo que explica la falta de personal y la saturación de los sistemas.
Pero el ministro de Defensa, Waldir Pires, negó esta hipótesis y dijo que en los últimos tres años ha sido invertido el equivalente a unos 600 millones de dólares. "Estamos tomando todas las previsiones para que tengamos una solución rápida", prometió.
El transporte aéreo y el turismo entrarán en temporada alta en las próximas semanas, cuando se incrementará el flujo de pasajeros por vacaciones de fin de año y la llegada del verano austral, cuando miles de extranjeros también visitarán el país.
El comandante de la Fuerza Aérea Luiz Carlos Bueno, también prometió una pronta solución.
"Tenemos gente suficiente para este fin de año y los pasajeros no necesitan preocuparse", serán incorporados otros 119 profesionales para las torres de control del país y antes de 2009 serán sumados otros 240, dijo.
"Habrá atrasos de media hora, o de una hora, pero no un embotellamiento que impida la movilización de los brasileños", aclaró.
El presidente del patronal Sindicato Nacional de las Empresas Aéreas, Marco Antonio Bologna, dijo que la crisis ahuyenta a los pasajeros y la ocupación de los aviones cayó desde 72 por ciento en octubre hasta 66 por ciento en noviembre.
Bologna, presidente de la aerolínea TAM, la más importante del país, dijo no creer que haya falta de recursos para un sector que transportará 45 millones de pasajeros y moverá tres millones de toneladas de carga solamente este año.EFE
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