Cerca de 292.000 operaciones de crédito en dólares de deudores que reciben ingresos en colones se cerraron entre diciembre del 2019 y julio del 2021, de acuerdo con información suministrada por la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef).
La cantidad de operaciones con tales características cayó 11% en dicho periodo, hasta cerca de 2,3 millones.
Sin embargo, a pesar de la reducción, todavía el 98% de las operaciones en dólares en el sistema financiero pertenecen a deudores que generan colones.
En cuanto al saldo, el monto total de crédito en manos de no generadores de dólares era de aproximadamente ¢5,5 billones (millones de millones), en diciembre del 2019; subió a unos ¢5,7 billones, en diciembre del 2020 y bajó a ¢5,3 billones para julio del 2021.
Este es un tema sobre el cual las autoridades financieras y el Fondo Monetario Internacional (FMI) han llamado la atención pues las personas que reciben ingresos en colones y mantienen deudas en dólares asumen un riesgo cambiario que deben saber administrar para no llegar a tener problemas de pago en caso de una devaluación.
Esta situación también limita la política monetaria del Banco Central porque la entidad se conduce por un sistema de metas de inflación, donde el objetivo es la inflación y no el tipo de cambio; no obstante, con tantas personas que han asumido el riesgo cambiario la entidad debe cuidar que no se den ajustes abruptos en el tipo de cambio porque pueden generar problemas de pago y con ello dificultades al sistema financiero.
Mayor riesgo cambiario y baja en tasas en colones
La superintendenta de Entidades Financieras, Rocío Aguilar, indicó que la principal razón por la cual disminuyeron los créditos en la divisa, en manos de no generadores de dólares, es el aumento en la percepción del riesgo cambiario.
“La mayor percepción del riesgo cambiario va calando en los deudores y eso obviamente a raíz de la mayor volatilidad que se aprecia en el mercado, de alguna forma me parece que en años anteriores ese riesgo no era percibido”, manifestó Aguilar.
La Superintendenta tiene dos hipótesis más, pero difíciles de comprobar. Una es que alguna porción de la facilidad especial de crédito a mediano plazo que otorgó el Banco Central para los intermediarios financieros regulados por la Sugef, se pudo haber utilizado para la colonización de pasivos (traslado de créditos de dólares a colones).
La otra hipótesis es que algunos de los créditos cerrados tras la aplicación de la ley de usura eran en dólares en manos de no generadores de la moneda extranjera.
Ariel Rosenblatt, vicepresidente de Finanzas para Centroamérica de Scotiabank, citó, además del riesgo cambiario, otras dos razones que a su juicio influyen en la reducción de operaciones en dólares de deudores que no ganan en esa moneda.
“Tenemos tres factores principales: un exceso de colones en el mercado que a su vez favorece que haya tasas competitivas en colones con menores spreads (diferenciales) respecto al dólar. En segundo lugar, vemos que el riesgo devaluatorio en escenarios de incertidumbre ha frenado ciertas decisiones a la hora de adquirir deudas en dólares y, finalmente, una menor actividad económica producto de la pandemia que también es una causa fuerte”, dijo Rosenblatt.
De las razones citadas hay algunas que son transitorias, pero el riesgo cambiario se mantendría en el tiempo, así como las bajas tasas en colones si se continúa con el saneamiento de las finanzas públicas.
“Yo diría que la parte más importante es que se da efectivamente un cambio en la percepción del riesgo (...) hoy día, y creo que en concordancia con lo que las autoridades del Banco Central han mencionado y desde que don Rodrigo Cubero asumió como presidente ejecutivo en el Banco Central, fue realmente una política de mayor volatilidad”, indicó Aguilar.
Cubero anunció desde el inicio de su gestión que buscaba un tipo de cambio más flexible.
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Una tendencia de una década
La reducción en la dolarización de los créditos en general (el monto de créditos en dólares respecto a la cartera total) ha sido un largo proceso.
“Valoramos como muy positivo el proceso paulatino de reducción en la dolarización del crédito al sector privado que ha experimentado el país en los últimos 10 años, desde casi 60% del total hasta 36%, en agosto pasado”, expresó Cubero.
Dolarización del crédito
FUENTE: BANCO CENTRAL || INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.
El jerarca añadió que la reducción de la dolarización financiera es favorable tanto para la potencia y transmisión de la política monetaria como para la estabilidad financiera.
Para el presidente del Central, ese proceso se apoya en tres pilares de política: una mayor flexibilidad cambiaria para inducir a los agentes económicos a considerar y mitigar el riesgo cambiario, como el primero de estos soportes.
Añadió que los otros dos son las tasas de encaje mínimo legal (porcentaje de sus captaciones que las entidades no puede prestar) diferenciados por moneda para abaratar relativamente la intermediación financiera en colones; y las políticas prudenciales para desincentivar el otorgamiento de crédito en moneda extranjera a no generadores.
“Sin embargo, todavía unas dos terceras partes del crédito en moneda extranjera (del saldo) se dirige a personas cuyos ingresos en su mayoría son en colones. Esto representa alrededor de una cuarta parte del crédito total al sector privado. Por lo tanto, aunque ese factor de riesgo ha disminuido, todavía sigue presente”, indicó Cubero.
Por ello, añadió, el Banco Central y las autoridades del sector financiero se mantienen vigilantes y seguirán orientando las políticas a reducir ese riesgo y mitigar sus posibles impactos sobre el sistema financiero.