Arturo Giacomin, presidente ejecutivo de Banco Davivienda en Costa Rica, vislumbra el 2024 como un mejor año para la entidad financiera, luego de que sus utilidades se desaceleraran 69% en el 2023, principalmente por el efecto de la caída en el tipo de cambio.
Giacomin, quien tiene 10 años en la presidencia ejecutiva de Davivienda, uno de los bancos privados más grandes del país, es consciente de los retos que enfrenta el negocio bancario en la actualidad y es enfático en que deben adaptarse a una nueva realidad en el mercado financiero costarricense.
La Nación conversó con el banquero el pasado 19 de mayo acerca de la desaceleración de las utilidades que experimentó Davivienda en el 2023, las medidas que han tomado para revertir esta situación, las líneas de negocio a las que la entidad apuesta para mejorar sus resultados y lo que esperan en el 2024. A continuación, un extracto de la entrevista:
― Davivienda experimentó una desaceleración en sus utilidades, del 69% en el 2023. ¿Cómo explica esta caída?
― Davivienda ha tenido un crecimiento constante, tanto en activos como en pasivos, en los últimos años. Inclusive en la pandemia todo el sistema sufrió algo, y nosotros fuimos de los pocos bancos que siguió creciendo. ¿Qué pasó el año pasado? Pasó prácticamente en todo el sistema, estamos hablando de una depreciación del dólar.
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”Los bancos privados, principalmente, tenemos ingresos en dólares y gastos en colones. Entonces, pasó la peor combinación: nuestros gastos se incrementan porque tenemos que pasar a colones todos nuestros estados financieros en dólares, lo que acentúa aún más un incremento en los gastos y una disminución en los ingresos.
“Terminamos con una utilidad de $11 millones, aproximadamente. Si quitamos el efecto cambiario, es equivalente a unos $33 millones. Entonces, ahí es donde podemos ver que la organización como tal siguió generando y funcionando en la parte de ingresos, y que esto nos pone en una nueva situación de mercado donde tenemos que buscar eficiencias”.
― ¿Han tomado medidas para revertir los resultados en este año?
― Primero, tenemos que mejorar la eficiencia. Para eso revisamos todos los gastos y la parte de ingresos, apoyando toda la parte de ingresos financieros que podamos tener y de comisiones que podamos generar dentro de nuestra distribución de ingresos y gastos.
”Eso lo hemos venido haciendo bastante bien. Lo que pasa es que una recuperación de la eficiencia no se da de la noche a la mañana. Es todo un proceso y, además, el nivel competitivo que tenemos en el país es bastante alto, lo que implica que el margen de contribución disminuya también. Entonces, una combinación de mayores gastos, menores ingresos y menor margen hacen que el sistema como tal haya disminuido la rentabilidad.
“La eficiencia también la hacemos en cómo disminuimos el gasto. Hemos abierto las vías digitales e innovado en nuestros productos. Ya nuestros clientes corporativos, por ejemplo, pueden liquidar o solicitar un desembolso de su línea de crédito directamente por la app, por lo que no necesitan venir (a una agencia)”.
― ¿Cómo le ha ido al banco en estos primeros meses del año aplicando esos ajustes? ¿Siguen los desafíos que enfrentaron en 2023?
― Tenemos una apreciación del colón que no parece ser pasajera. Parece que está para quedarse por más tiempo. Vemos fluctuaciones del dólar muy pequeñas; ha habido un crecimiento del tipo de cambio en el último mes muy tenue. Entonces, no es algo con lo que podamos contar como organización. Tenemos que adaptarnos a la nueva realidad del mercado.
“Y sí, por supuesto que ha seguido esa misma tendencia. Al tener un tipo de cambio que también disminuyó al principio del año, hemos tenido una apreciación de la moneda en general desde el inicio del año. Esto ha vuelto a afectar, porque igualmente se nos incrementan más los gastos y tenemos ingresos que generamos en dólares, que es nuestra realidad.
“Hemos querido colonizar un poco más la cartera. Eso se da dentro de las posibilidades que tenemos. No tenemos fuentes tan grandes de recursos en colones como tienen los bancos estatales. Sí hemos tenido efectos, pero habíamos tomado acciones que nos han permitido paliar los efectos este año.
“De hecho, ya los efectos negativos se paliaron, tenemos números negros desde el mes pasado. Eso es parte de lo que teníamos previsto. Entonces, estamos dentro del plan para obtener el resultado proyectado para este año, que es mejor que el del año pasado”.
― ¿A cuál segmento o línea de negocio le está apostando Davivienda para obtener mejores resultados?
― Tenemos Banca Personal, Banca de Empresas, medios de pago y una compañía de seguros. Cada una atiende diferentes segmentos de mercado. La verdad es que siempre hemos querido tener un balance. En ese sentido, hemos querido que la banca de personas crezca un poco más.
”Este crecimiento se está generando muy bien. Estamos creciendo muy bien en lo que llamamos libranzas (crédito con deducción de planilla), en hipotecas, en vehículos y en créditos personales. Hay una buena dinámica alrededor de estos productos, que normalmente generan un poco más de margen que el que genera un crédito empresarial o corporativo.
“En el área de empresas tenemos la parte de Pymes. Es un proyecto que venimos desarrollando desde hace poco más de dos años y que viene muy bien también”.
― Usted mencionó ahora el tema de las hipotecas ¿Cómo ven las condiciones actuales para seguir creciendo en este segmento?
― La vivienda es uno de los productos más importantes para todas las familias, inclusive nos llamamos Davivienda. Para nosotros es un producto básico porque, normalmente en banca, donde usted tiene su hipoteca maneja su relación bancaria.
“El producto es estratégico, como tal no presenta el mejor margen de todos; es uno de los más reducidos. Pero alrededor de él deberían venir su vehículo, su crédito personal, su tarjeta de crédito, sus cuentas de ahorro, pagos de planilla, etc. Entonces, lo que se busca es una relación integral con el banco, y eso lo compensa un poco”.
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― El crédito en dólares ha venido creciendo en los últimos meses. ¿Han visto crecer su cartera en esta moneda?
― La colocación no ha sido tan fuerte en dólares en nuestro caso. Más bien hay clientes que han querido colones, sobre todo en la parte empresarial y hasta en hipotecas. No es que tengamos un crecimiento exponencial; en el banco no lo hemos experimentado de esa forma, seguimos creciendo normalmente.
“El año pasado crecimos 5% en Banca de Personas y en Empresas, 10%. Este año esperamos crecer alrededor de 8% a10% en la cartera total. Hace varios años llegamos a tener crecimientos del 15% a 20%. Seguimos teniendo crecimiento, pero no tan fuerte como en años anteriores”.
― Se ha hablado de la necesidad de tener en Costa Rica un mercado de coberturas cambiarias algo más desarrollado y Davivienda ya las ofrece. ¿Ven oportunidad de consolidarse en este negocio
― Por supuesto, fuimos de los primeros en ofrecer el servicio, lo tenemos activo y estamos viendo otras líneas de negocio dentro de las mismas coberturas. Es una oportunidad, no solo para nosotros, sino para el mercado, para disminuir el riesgo que existe de tipo de cambio y tasas de interés.
“En otros mercados ha funcionado muy bien. Costa Rica tiene una oportunidad muy buena para hacerlo. Es un producto más para empresas que para personas. El cliente individual todavía no ve ese riesgo y cómo cubrirlo, para una empresa puede ser un tema de utilidad o no en un año, entonces la necesidad es mayor”.
― El mercado financiero ha estado movido, con diversas noticias relacionadas con distintas entidades, como el cierre de sucursales del BCR o el caso Coopeservidores. ¿Cómo hacer negocios en esa coyuntura?
― Creo que todo esto viene de la mano de las situaciones y de las circunstancias. Por ejemplo, las sucursales del Banco de Costa Rica. Me parece que uno como banquero tiene que medir cuál es la cobertura que está teniendo en los diferentes lugares.
“Puede ser que ahora, con toda la evolución que se viene dando, se ofrezcan servicios más digitales, que no implican tener una cobertura tan amplia como la que se tenía anteriormente. Me imagino que por ahí va el análisis que han hecho. Al ser un banco estatal, la gente quisiera tenerlos en todas las esquinas, pero financieramente eso no es lógico ni normal.
“Creo que con las sucursales se está notando un cambio hacia un centro de negocio, en lugar de un centro de servicio como era anteriormente. Esa es una tendencia mundial.
“En cuanto a Coopeservidores, nosotros tenemos una responsabilidad muy grande en el manejo de la administración de los recursos que nos dan los clientes. Para nosotros, eso es la santa palabra en banca; es importantísimo. Deseo que salga de la mejor forma y esperamos que todo salga bien por el bien del sistema financiero”.
― Algunas proyecciones apuntan a que las bajas en las tasas de interés de los créditos en colones están cerca de agotarse y que es probable que las de dólares comiencen a bajar pronto. ¿Cómo visualizan este escenario?
― Esta dinámica es normal. Después de una subida siempre viene una baja. Yo sí veo que las tasas de interés en colones van a seguir bajando, pero ya están llegando a un punto en donde no van a bajar más. La de dólares está rezagada porque la FED todavía no ha comenzado a bajarlas.
“Se espera que en lo que resta del año pueda haber una o dos bajas en Estados Unidos, y eso puede implicar bajas a nivel general de la tasa en dólares. Es un beneficio para el sistema, porque las cuotas disminuyen y eso ayuda mucho a los deudores en su capacidad de pago. Es algo que va en beneficio del mercado. En el momento en que bajen también habrá un mayor apetito”.
― En relación con el tipo de cambio ¿prevén un comportamiento más estable para este año y una eventual reducción del impacto por diferencial cambiario?
― Vemos que la posibilidad de que el tipo de cambio cambie drásticamente es muy baja, realmente estamos en una economía bastante abierta. No vemos algo que vaya a presionar un movimiento drástico. Creemos que puede darse una pequeña apreciación, pero también podría darse una pequeña devaluación.
“No podemos apostar ni para un lado ni para el otro; lo que tenemos que hacer es adaptarnos a una nueva realidad”.
― La banca ha experimentado una fuerte transformación hacia espacios digitales. ¿Tienen sucursales en evaluación o han ejecutado cierres?
― Casualmente, por eso no hemos crecido en número de sucursales desde hace bastante tiempo. En transacciones hemos venido creciendo bastante, pero hemos querido que ese crecimiento sea manejado por niveles digitales. El nivel de las transacciones digitales de nosotros, si tomamos en cuenta cajeros automáticos, está arriba del 90%.
”Entonces, la necesidad específica de sucursales no la tenemos. Nosotros vislumbramos que, paulatinamente, cada vez los porcentajes de transacción digital serán aún mayores. Si uno vislumbra eso a futuro, posiblemente no necesite tantas sucursales. Con las que hoy tenemos estamos perfectamente balanceados. No vislumbramos una disminución de nuestras sucursales en el corto plazo”.
― ¿Qué anticipan para lo que resta del 2024 en relación con las líneas de negocio que maneja el banco?
― Es un año retador para todos. La apreciación de la moneda nos pone nuevamente en una situación de incremento en gastos. Estamos preparados para eso y hemos tomado las medidas necesarias. Vislumbramos un mejor año que el 2023, aunque nuevamente limitado.
“Seguimos preparando una base para mejorar nuestra eficiencia, que nos permita tener mejores años a partir de ahora. El banco está trabajando muy bien, muy sólido y muy unido. Para mí, la parte más importante es nuestra gente, y los veo muy motivados para obtener los resultados a los que nos hemos comprometido.
“Nuevamente, la coyuntura hace que la situación del tipo de cambio nos haya puesto en esta posición, pero uno tiene que aceptar la situación de mercado en la que está. Se trata de adaptarnos a esa situación de la mejor forma, y eso es lo que este grupo humano está haciendo”.