El Banco Nacional de Costa Rica (BNCR) comenzó, en medio de la pandemia de la covid-19, un proceso de incremento en el saldo de la cartera de préstamos dirigido al sector turístico mediante la compra de deudas de empresas con otras entidades financieras.
Con esta estrategia, la institución estatal finalizó, al cierre del 2021, con un saldo de crédito de ¢286.108 millones dirigido a 631 clientes del sector turismo, en su mayoría micro y pequeñas compañías. Mientras que, en el 2019, previo al comienzo de la crisis sanitaria, el monto prestado era de ¢187.114 millones a 715 clientes. A pesar de que se redujo la cantidad de deudores totales, creció el segmento de microempresas pues de 310, en el 2019, se pasó a 380, al cierre del año pasado.
Para el Banco, significa volver a dirigir recursos de manera relevante, dentro de su estrategia de negocio, a un segmento el cual financió con sumas importantes en la década del 2000. Pero que, posterior a la crisis global del 2007 y 2008, el banco enfrentó problemas de impago de clientes con lo cual inició un proceso de liquidación de garantías, en su mayoría propiedades.
Bernardo Alfaro, gerente general del BNCR, destacó que dicho crecimiento en el saldo provocó que la entidad asumiera el liderato, en el sistema bancario, en cuanto al financiamiento a empresas turísticas.
Los datos de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) muestran que el Banco Nacional acaparó, a diciembre pasado, el 78,8% del total del crédito al turismo, comparado con el 69,6%, en el 2019.
“Durante 2020 y 2021 decidimos apostarle fuertemente al sector más golpeado. Decidimos apostarle al turismo. Entonces, el saldo de cartera creció en ambos años, lo cual a todas luces parecería poco prudente. Pero dijimos (a lo interno) que la pandemia tiene que pasar en algún momento y Costa Rica sigue promocionándose como un destino turístico fabuloso en los mercados desarrollados”, explicó Alfaro.
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El jerarca bancario dijo que el crecimiento se dio mediante la compra de deudas a otros bancos, de clientes que requerían una ampliación de sus condiciones de financiamiento, es decir, una extensión del plazo o reducción de la cuota mensual.
Flora Ayub, directora ejecutiva de la Cámara Costarricense de Hoteles, comentó que, semanas atrás, la gerencia del BNCR efectuó una presentación ante la Junta Directiva de la organización del proceso de readecuaciones crediticias para empresarios.
Ayub agregó que personeros de la entidad efectúan visitas a diferentes zonas del país para ofrecer productos.
La industria turística está entre las más afectadas por la covid-19 y la que tardará más en recuperarse y volver al nivel prepandemia. Las estimaciones del Banco Central son que este sector dejará atrás los efectos adversos hasta el 2024.
Para ese momento, según las previsiones del ente emisor, los ingresos recibidos por turismo ascenderán a $4.141 millones, y superará el nivel del 2019, cuando fueron de $3.988 millones. En el 2020, a raíz de la pandemia, los ingresos generados por las actividades turísticas fueron de $1.328 millones y, el año pasado, ascendieron a $1.532 millones.
La fuerte afectación de la industria turística provocó críticas contra las entidades financieras por la falta de mejores condiciones en las readecuaciones crediticias, en especial los plazos de las operaciones. Sin embargo, Alfaro aseguró que los periodos de ampliación brindados fueron los correctos porque el sector ya comenzó la recuperación y volverá a crecer a partir del 2024.
Crédito diferente
En la década del 2000, el banco estatal comenzó un proceso de crecimiento en el crédito dirigido a empresarios turísticos. Pero, en aquel momento, la mayoría de los recursos fueron para financiar proyectos hoteleros principalmente en la zona de San Carlos.
La crisis económica global del 2007 y 2008, provocó en los años siguientes problemas de impagos por parte de empresarios y el Banco Nacional fue una de las entidades que más dificultades enfrentó por el incremento en la morosidad de este segmento, así como el posterior remate de propiedades.
La entidad también enfrentó, en los Tribunales de Justicia, una serie de juicios debido a los cobros que consideraban abusivos.
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“La crisis del 2008 nos golpeó durísimo, porque habíamos hecho una estrategia inmobiliaria para segunda vivienda y algunos hoteles. Entonces teníamos financiado mucho condominios y residencias en las costas que fueron adquiridas por estadounidenses. Cuando pasó la crisis muchos dejaron casas botadas”, dijo el funcionario.
En esta ocasión, Alfaro aseguro que el crédito otorgado se da más a actividades productivas y para capital de trabajo, más que para la construcción de inmuebles hoteleros, como se hizo en el pasado.
“La mayor parte del financiamiento al sector turismo son mipymes, son empresas de transporte, de guías turísticos. Son personas que tienen busetas y brindan tours, así como locales de alimentación”, afirmó el gerente del BNCR.
El jerarca aseguró que, si se materializa el denominado turismo de revancha, significará que la estrategia desarrollada, en el peor momento de la pandemia, fue la adecuada y los resultados se empezarán recibir a partir del 2025.