El Banco Popular (BP) confirmó, este 24 de junio, su interés de absorber los activos y pasivos de buena calidad que resultarán del proceso de cierre de Coopeservidores, ordenado por el Conassif tras considerar que la operación de la entidad financiera es inviable. El Banco de Costa Rica (BCR), por su parte, descartó participar en el proceso.
“Ratificamos lo señalado por el equipo que llevó a cabo la intervención y que ahora asume la instancia de resolución, en el sentido de un interés inicial del Banco para participar de un posible proceso de negociación que permitiera absorber los activos y pasivos de buena calidad (’banco bueno’) de la cooperativa“, detalló el Banco Popular.
Asimismo, agregó que ahora esperarán la invitación de Marco Hernández, encargado de la resolución de Coopeservidores, para comenzar el proceso formal de negociación.
“Los análisis preliminares y cualquier acción que podamos evaluar y definir, tendrán siempre como objetivo prioritario la confianza de nuestros clientes, la solidez financiera del Banco y la intención de llevar tranquilidad a las personas que tienen operaciones financieras con la cooperativa”, recalcó el Popular mediante su Oficina de Comunicación.
En tanto el BCR ratificó que por la regulación financiera actual no tienen previsto estar en el proceso. “Dadas las exigencias presentes y futuras de las normativas, así como la situación de Coopeservidores, el BCR prefiere no participar en la compra masiva de los activos y pasivos”, se indicó por escrito a La Nación.
El “banco bueno” es el conjunto de activos y pasivos de calidad de la Cooperativa que se transferiría a una entidad financiera solvente que deberá ofertar por dichos recursos.
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En tanto que en el llamado “banco malo” estarán activos que por su calidad u otras consideraciones de deterioro no se incluirían en las negociaciones, sino que lo administraría un fideicomiso con el objetivo primordial de venderlo totalmente en un plazo máximo de un año.
La Nación también consultó al Banco Nacional y BAC Credomatic si tienen interés en participar en el proceso de resolución planteado para Coopeservidores, sin embargo, no hubo respuesta al momento de publicar este artículo.
Marco Hernández, nombrado como administrador de la resolución de la cooperativa, afirmó el viernes pasado, en una entrevista con La Nación, que solo un banco grande podría obtener los activos y pasivos de la cooperativa.
“La transacción es muy grande para que se la lleve una cooperativa; ninguna la aguantaría. Aquí estamos hablando de bancos (...) “Aquí se trata de una entidad con la suficiencia patrimonial necesaria y, en realidad, son muy pocas”, explicó Hernández.
La suficiencia patrimonial es un indicador vital para evaluar la solidez del capital de las entidades, revelando su capacidad para hacer frente a los riesgos inherentes a su actividad y midiendo su solvencia y estabilidad financiera.
La normativa dicta que el mínimo reglamentario es del 10%, menos de dicho porcentaje implica la intervención de una institución por considerarse insolvente.
Segundo intento
Previo a la intervención de Coopeservidores, el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) bloqueó el objetivo de Coopeservidores de vender una porción de su cartera de crédito al Banco Popular porque la transacción no iba a solucionar las dificultades de solvencia y seguridad financiera de la entidad.
La cooperativa y BP acudieron, el 17 de abril, a la Comisión para Promover la Competencia (Coprocom) para pedir la autorización del proceso de compraventa de la cartera de crédito.
“En relación con esa transacción, luego de las respectivas evaluaciones, se concluyó que no viene a solucionar de manera integral la situación de la entidad (Coopeservidores), ni reencausa de manera definitiva y efectiva su debilidad operacional y financiera”, argumentó el Conassif, en el acuerdo de intervención de la cooperativa del pasado 13 de mayo.
Además se argumentó, en ese momento, que la opción de compraventa resultaba inaceptable y carecía de interés y utilidad. “No contribuye, en nada, a preservar la seguridad y solvencia de la Cooperativa”, se sentenció en el acto de intervención.
Sin embargo, el panorama actual es otro porque el Conassif aprobó, el pasado 21 de junio, la propuesta de Hernández de negociar los activos y pasivos de la cooperativa con una entidad financiera. La medida busca garantizar el 97% de ahorros y depósitos a 162.000 asociados hasta por un monto máximo de ¢6 millones.
Pero hay un grupo de 5.550 ahorrantes con montos superiores a ¢6 millones que sufrirá un recorte estimado, inicialmente, en 20%, pero el porcentaje podría ser mayor según el desenlace del proceso de resolución, en especial de la recuperación de los créditos malos.