El Banco Popular acortó distancia con el Banco de Costa Rica (BCR) en volumen de crédito y sumó 65.844 nuevos clientes, entre ellos deudores y ahorrantes, producto de la absorción del 80,5% de los activos principales de Coopeservidores y un monto equivalente de pasivos. A esta parte del negocio de la cooperativa se le denominó como “banco bueno”.
En relación con la cartera de crédito al día y con atraso hasta 90 días del Banco Popular (BP), la información de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) muestra un incremento de ¢412.106 millones de enero a agosto de 2024.
Dicho saldo pasó de ¢2.861.508 millones en enero, a ¢3.273.613 millones en agosto de este año, lo que representa un incremento porcentual de 14,4%, el segundo más alto en ese periodo, solo superado por Lafise, cuya cartera aumentó casi un 16% en ese periodo, pero su tamaño es de una fracción comparada con la del BP.
Gracias a la absorción de Coopeservidores, el Banco Popular acortó la distancia con el BCR en la cartera de crédito. En enero, la diferencia era de ¢276.847 millones, mientras que para agosto se redujo a ¢24.425 millones.
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Aunque se mantiene como la cuarta fuerza más relevante del sistema bancario a nivel de crédito, la adquisición de una gran parte de la cooperativa permitió que el Banco Popular se acercara considerablemente al BCR, que ostenta el tercer lugar.
Al 31 de agosto de 2024, la cartera de crédito bruta del Popular presentó un crecimiento de ¢435.756 millones en el mismo periodo, con lo cual aumentó 14,89%, de acuerdo con información suministrada por la entidad.
Sin embargo, el crecimiento de la cartera ajustado, es decir, sin el efecto causado por la absorción de gran parte de la cooperativa, fue de ¢155.710 millones, lo que representa un aumento de 5,32%, explicó el Banco.
Entre los activos de Coopeservidores que fueron absorbidos por el Banco Popular, la cartera de crédito fue el principal. Al monto total de préstamos se le aplicó una pérdida esperada del 12,1%.
Gina Carvajal, gerente del Banco Popular, explicó que, para la adquisición de la cartera de crédito de Coopeservidores, se identificó un apetito de riesgo diferente, como el caso de las operaciones a plazos muy largos en la cartera de consumo.
Del total seleccionado por el Banco Popular, el 60% corresponde a operaciones de crédito de consumo y el 31,2% a vivienda, de acuerdo con la resolución del Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif).
El restante 8,8% responde a créditos empresariales, de vehículos y del Sistema de Banca para el Desarrollo. La previsión del Banco Popular es que su cartera de crédito cierre este año con un crecimiento de 17,78%.
Buen negocio
Exbanqueros consultados por La Nación coinciden en que la absorción de la cartera de crédito es un buen negocio para el Banco Popular, ya que son préstamos con tasas de interés atractivas, que generarían alta rentabilidad.
Bernardo Alfaro, exgerente del Banco Nacional y exjerarca de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef), explicó que los traslados de carteras no siempre salen según lo previsto, pero que, en este caso particular, existe un análisis previo hecho por la interventoría de la cooperativa que brinda certeza de lo que se está adquiriendo.
“Pensaría que le va a ir como al Banco de Costa Rica (BCR) cuando compró la cartera de Bancrédito, porque la compró a un interventor, en ambos casos, a Marco Hernández. Al BCR le fue bien, ya que muchos créditos resultaron ser mejores de lo previsto y les fue de maravilla. Esperaría que este crecimiento del Popular sea muy positivo“, dijo Alfaro.
Carlos Fernández, exgerente del BCR, coincidió en que la absorción de la cartera por parte del Banco Popular fue una muy buena oportunidad porque el margen de las tasas de interés sería muy favorable, lo que produciría una alta rentabilidad para la entidad.
“Si logran un buen ejercicio de cobro de esa cartera, es un éxito para las utilidades del Banco Popular. No obstante, al ser una cartera masiva y de consumo, las plataformas de cobro tienen que ser muy robustas para que la cartera no se deteriore", señaló Fernández, quien consideró que este aumento del 14% es elevado considerando las condiciones del mercado.
Alfaro comentó que una ventaja es que la cartera de Coopeservidores está diluida entre múltiples deudores, lo que disminuye el riesgo frente a una operación que involucre pocos actores y grandes montos.
Este exgerente del Banco Nacional señaló que la absorción de los préstamos podría significar un impulso a las utilidades del Popular, ya que posiblemente los créditos de Coopeservidores están atados a buenas tasas. Esto depararía un margen de rentabilidad importante entre las tasas pasivas (de los ahorros asumidos) y las activas (créditos).
Base de clientes
Con la adquisición de activos y pasivos de Coopeservidores, también la base de clientes del Banco aumentó 4,11%. En total, se unieron 65.844 clientes, de los cuales 52.311 fueron ahorrantes y 13.533 corresponden a deudores.
Para Alfaro, esta es otra parte clave de este negocio, ya que se abre la posibilidad de que los nuevos clientes opten por otros productos del banco y, además, representa un ahorro en la atracción de clientes en un sistema altamente competitivo.
La Oficina de Prensa del Banco Popular explicó que la entidad desarrolló una estrategia para retener a los ahorrantes de la cooperativa que fueron absorbidos en el proceso de resolución. Para la atención de los clientes de mayor cuantía, desarrolló un plan de abordaje personalizado, que involucra el apoyo de más de 200 ejecutivos del Banco.
También indicaron que capacitaron a los funcionarios de sus oficinas comerciales, con el fin de asesorar a los clientes sobre las ventajas y beneficios que ofrece el Banco Popular a sus clientes.