San José y Cartago
En medio del pesar y la frustración para clientes, empleados y ex empleados, el Banco Crédito Agrícola de Cartago (Bancrédito) cerró oficialmente sus sucursales este viernes 14 de julio, a las 5 p. m., mientras alista paralelamente la venta de las sedes que son de su propiedad, pues otras son alquiladas.
Pese al cierre de sucursales, la administración decidió, este viernes 14 de julio, mantener una ventanilla abierta en la sede de San José y otra en la de Cartago, hasta el 28 de julio, para atender especialmente imponderables, explicó el gerente general, Gerardo Porras.
En la sede de Cartago, al momento del cierre, los clientes que salían tras realizar los trámites hablaron de que el ambiente era triste y pesado en el interior del edificio.
El banco estatal se dedicará ahora a su transición hacia un banco de desarrollo, focalizado en micro, pequeñas y medianas empresas y en desarrollo de obra pública. Su transformación pasará por un proyecto de ley sobre el cual no se conoce casi nada, explicó la diputada cartaginesa del Partido Liberación Nacional (PLN), Paulina Ramírez.
"Como presidente de la comisión de Cartago (en el Congreso) nos hemos reunido con personeros del Banco, con el ministro de la Presidencia (Sergio Alfaro), con la junta directiva y con el gerente. Tratamos al menos de exigir que a los empleados se les resguarde y se les protejan sus derechos, ya que esto se convirtió en el despido de varios funcionarios", declaró la legisladora.
El viraje de Bancrédito fue ordenado por el Gobierno en vista del deterioro de su situación financiera. La caída en las ganancias se acentuó el año pasado y llevó a que el 26 de mayo pasado el Gobierno anunciara el cierre de la operación comercial.
El cambio dejará sin empleo a 560 trabajadores del Banco. De ellos, 285 ya recibieron la notificación de su despido, con un costo total de alrededor de ¢4.000 millones en pagos de los beneficios legales, explicó Porras.
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Otros 275 empleados quedarán desvinculados de la entidad a finales de agosto, pero todavía no se tiene el monto a destinar en sus liquidaciones, declaró el gerente general este viernes.
El Banco Anglo Costarricense fue el último caso de liquidación de un banco estatal. Esa decisión la emitió el gobierno de entonces, el 14 de setiembre de 1994, hace casi 23 años.
Venta de sedes
Mientras tanto, Bancrédito ya cerró la venta, el jueves 13 de julio, de su sede en el Parque Industrial Cartago, en ¢350 millones, en una primera licitación de remate, en la cual estaban incluidas las de Turrialba, Tres Ríos y Metrocentro (Cartago). Pero por estas tres últimas no hubo ofertas.
El gerente Porras explicó que este lunes enviarán a publicación en el diario oficial La Gaceta un segundo concurso, donde incluirán la sede de San José y las de Turrialba, Tres Ríos y Metrocentro.
Dijo que la sede de San José vale un mínimo de ¢5.000 millones y que con la venta total (de las cinco sedes) se tiene previsto recaudar al menos ¢7.500 millones.
La previsión es que la entidad se deje alrededor de 125 empleados, pues aún se afinan detalles en ese aspecto, informó el gerente general. Explicó que uno de los ajustes es determinar cuánto generará la nueva figura de banco de fomento para saber cuántos puestos se pueden sostener.
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Aunque las sucursales se cerraron este viernes 14 de julio, los 285 empleados ya notificados de su salida seguirán la próxima semana en labores, pues deben de entregar inventario, formularios, sellos, efectivos y cajas de seguridad. Además, están en periodo de preaviso.
Ellos recibirán la liquidación a inicios de agosto próximo.
Al cierre de las sucursales, este viernes 14 de julio, a las 5 p. m., estaban pendientes de retiro ¢1.124 millones en cuentas de ahorro y ¢1.900 millones en cuentas corrientes, informó Porras. En el caso de dólares, quedan todavía $1,1 millones en cuentas de ahorro y $1,8 millones en cuentas corrientes.
Para Porras, estos saldos son pequeños y pueden bajar más durante este fin de semana, mediante la emisión de cheques de parte de los ahorrantes.
En la sede de San José, en tanto, el cierre de labores de este viernes se presentó de manera normal. A la salida, minutos después de las 5 p. m., Carlos Masís, empleado de la parte de comercio afiliado dese hace 26 años, dijo que sigue en incertidumbre, pues no recibió la carta de despido entre los primeros 285 ya notificados.
Colaboraron los periodistas Diego Bosque y Cristina Fallas