El Banco Crédito Agrícola de Cartago (Bancrédito) evalúa vender sus edificios y negocios para salir de la “emergencia”.
Helio Fallas, vicepresidente de la República, confirmó a La Nación que trabajan en un plan urgente con el objetivo de alejara la institución bancaria de la crisis y estabilizarlo.
Una de las medidas inmediatas, anunciada ayer por el Gobierno, es la firma de un convenio entre el Banco Nacional y Bancrédito para que, esta última entidad, evite caer en ‘irregularidad financiera’ .
Adicionalmente se prevé la a venta de sedes del ente financiero, como el edificio frente al parque Central josefino, que el Ministerio de Hacienda hace estudios técnicos para comprarlo.
“Procuramos que el Banco pase esta situación que tiene de emergencia. Pero esto lleva otras decisiones. No podemos estar todos los meses en esto. Queremos que se tomen decisiones para mejorar la situación del Banco”, confirmó Fallas.
El vicepresidente añadió que, una vez normalizada la situación de la entidad, se tomará la decisión sobre cuál será el futuro de Bancrédito.
Fallas enfatizó que el Gobierno descarta inyectarle recursos al Banco debido a la difícil situación fiscal del Poder Ejecutivo.
El banco estatal enfrenta, desde el año pasado, un ajustado panorama financiero cuando tres créditos malos afectaron sus ganancias.
La entidad ganó ¢282,7 millones en el 2016, una caída del 81% comparado con los ¢1.457,5 millones del 2015.
En enero de este año, los números de Bancrédito cerraron con una pérdida de ¢591,6 millones como consecuencia del proceso concursal iniciado por Casa Blanca en la vía judicial.
La entidad financiera otorgó créditos por $3,3 millones. Al abrirse el proceso judicial de la compañía, el Banco tiene que hace r una reserva de dinero por el monto prestado.
Caminos. Con el convenio entre los dos bancos públicos, que se firmará esta semana, Bancrédito recibirá, por adelantado, las comisiones que percibirá como resultado de la recaudación de los impuestos de salida del país. Dicho dinero será aportado por el Banco Nacional.
El Poder Ejecutivo reconoció que el acuerdo le permitirá a esta entidad financiera generar una ganancia en febrero y evitar la sexta pérdida mensual en los últimos 12 meses que le valdría una recalificación de “irregularidad” por parte de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef).
La normativa de supervisión establece que si un banco tiene seis meses, consecutivos o no, de pérdidas mensuales en los últimos 12 meses, cae en irregularidad financiera grado 2.
Cuando esto pasa, la Sugef ordena a la entidad en problemas presentar un plan de saneamiento. Si la Superintendencia lo rechaza, el banco es intervenido si así lo acuerda el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif).
Las acciones de mediano plazo, en el plan de fortalecimiento de Bancrédito, incluyen la venta de activos fijos, como los edificios, para que la entidad pueda obtener dinero e impulsar su transformación, indicó el Gobierno por medio de un comunicado enviado la tarde de ayer.
El Banco requiere dinero para promover una movilidad laboral y reducir 200 empleos a la actual planilla de 763. En el 2016, la institución financiera estimó que la salida de esos funcionarios costaría ¢6.000 millones.
El Vicepresidente reconoció que el banco tiene que hacer el trabajo de vender varios de sus edificios y llevar adelante los cambios que necesite la entidad para su sostenibilidad.
“Es de interés para el Gobierno estabilizar la situación financiera de la institución y mitigar las vulnerabilidades. Se han valorado varias opciones para facilitar una transición hacia un modelo de banca que mejor se ajuste a las condiciones propias de Bancrédito en un futuro cercano”, afirmó Fallas.
La última etapa en la transformación de Bancrédito será que se dicte el nuevo rumbo de negocio a futuro.
La opción que se analiza es la de convertir a la institución en un banco de fomento que sería el rector estatal para el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas. Dicha idea requiere de reformas legales.