El Banco Crédito Agrícola de Cartago (Bancrédito) redujo su planilla en 120 personas, al pasar de 960 a 840 empleados.
Casi la totalidad de este ajuste se realizó a partir de enero de este año, cuando se aplicó un plan estratégico en la entidad.
La idea es bajar costos y volver a la competencia en el mercado bancario, explicó el gerente general, Gerardo Porras.
El plan incluyó una invitación a los empleados para acogerse a un sistema de movilidad laboral, pagando garantías hasta por un periodo de 20 años.
La reducción implica un ahorro anual estimado por Porras en unos ¢2.000 millones.
El plan de movilidad es apoyado por la Unión de Empleados del Banco Crédito Agrícola de Cartago y la Junta Directiva.
Cambio. Según Porras, Bancrédito debió adecuarse para competir en el mercado bancario, pues dependía de negocios con el Gobierno, particularmente la administración del Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD), que pasó al Banco de Costa Rica, y de las tiendas libres del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) en los aeropuertos, cuyo contrato perdió .
Las cifras de la gerencia indican que el banco obtenía utilidades cercanas a los ¢3.000 millones anuales por la administración de esos negocios.
La pérdida de ellos redujo totalmente las utilidades. Entre enero y setiembre del 2012, ese banco logró ¢4.614 millones en utilidades, las cuales bajaron a ¢2.397 millones en igual periodo del 2013 y cayeron a ¢748 millones, en los primeros nueve meses de este año, según la página web de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef).
En mayo de este año, el banco informó de que tenía el plan de ajuste en marcha y de que ya se habían bajado 80 plazas. El ajuste está programado a cinco años.
Utilidades. La meta era obtener utilidades por ¢600 millones este año, partiendo de que es un periodo de transición desde los negocios estatales por competir en el mercado. Pero el resultado ha sido mejor y se pretende ahora cerrar el 2014 con ¢1.000 millones.
El vicepresidente de laJunta Directiva, Julio Sánchez, comentó que están en una etapa de estabilización y que sigue el objetivo de elevar las ganancias.
Un indicador de esa transición es la cartera de préstamos, la cual pasó de ¢215.405 millones a ¢371.418 millones, entre el 2010 y el 2014.
Por su parte, Julio Baltodano, secretario general de la Unión de Empleados, respaldó la forma en que la administración y la Junta Directiva realizan el ajuste.
Colaboró Óscar Rodríguez