Cuando vaya a adquirir un crédito, es probable que la entidad financiera ya sepa mucha más información personal de la que usted cree haber suministrado.
Éste es precisamente el objetivo del registro de deudores de Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef).
Esta entidad supervisora administra el Centro de Información Crediticia, una plataforma que se alimenta con los datos que envían todas las entidades financiera y que contiene información personal y crediticia de casi todas las personas deudoras mayores de edad.
Según datos de la Superintendencia, 1.270.089 deudores físicos y jurídicos se encuentran dentro de este registro, una cantidad que representaba, a junio de este año, casi la mitad del padrón nacional electoral.
Sergio Ruiz Palza, gerente de Prival Bank, explicó que los reportes emitidos por Sugef muestran la situación actual del deudor, es decir, las deudas que mantiene, y si sus obligaciones están al día o si tienen atrasos, además de la situación histórica; todas las obligaciones que ha tenido en los últimos 48 meses, si están vigentes o si se cancelaron y de qué forma fueron pagadas.
“Este reporte es un reflejo de la calidad de cada deudor”, aseguró Ruiz.
Algunos de los datos que incluye este registro son el nombre y cédula de la persona, el nombre de las entidades en las que mantiene o tuvo deudas, la moneda de la deuda, fecha de vencimiento, saldo, días de atraso, entre otros.
En cuanto a la información histórica, se muestran otros detalles como meses de atraso, último periodo reportado, atraso máximo en días y puntaje de la operación.
A toda esta información pueden acceder las entidades supervisadas sin autorización del cliente. Sin embargo, hay algunos datos que sí requieren autorización del deudor, especialmente si se trata de información mucho más específica.
Calificación de deudores
Dentro del sistema, las entidades asignan a cada cliente una “calificación", dependiendo de su comportamiento en el pago de deudas.
Para esto se toma en cuenta la capacidad de pago de la persona, la evaluación de su morosidad y el comportamiento histórico de pago en todo el sistema financiero.
Este último es proporcionado por la Sugef y se basa en el historial de la persona en la atención de sus operaciones de crédito en los últimos 48 meses.
Por ejemplo, si un cliente en el año 2016 solicitó un crédito, estuvo moroso por tres meses y luego volvió a ordenar sus obligaciones, esa información estará disponible en el registro hasta el 2020, es decir, 48 meses después del momento en el que se le otorgó el crédito.
Con base en esta información, el sistema financiero califica a los deudores en tres niveles.
El Nivel 1 es en el que califican los deudores que mantienen al día sus obligaciones, en el Nivel 2 se encuentran deudores con ligeros atrasos y en el Nivel 3 se ubican las personas con los niveles mas altos de morosidad y en estado de cobro judicial.
Además, hay otros factores que llevan a una persona directamente al Nivel 3.
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Si un deudor canceló la deuda mediante un fiador o avalista y el fiador asumió el crédito; si la entidad se adjudica la garantía del crédito; se inicia un proceso judicial; si se entrega la garantía como pago o se pasa el crédito a estado de incobrable, el deudor pasa al Nivel 3 inmediatamente, estado en el que estará por los próximos cuatro años.
Ahora bien, nuevas disposiciones del Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero, vigentes a partir de la primera semana de agosto, flexibilizaron algunos procedimientos en materia de calificación de deudores.
Por ejemplo, se eliminó el que los deudores pasen directamente a la peor calificación de Comportamiento de Pago Histórico (Nivel 3) por el hecho de que al menos una operación crediticia haya sido declarada incobrable. Ahora, se le calificará de manera proporcional a la deuda que esté pendiente, pero no se le envía directamente a Nivel 3.
‘Manchas’ en el registro
Ruiz explicó que si un deudor se da cuenta de que está ‘manchado’ es decir, que se encuentra en Nivel 3, debe revisar cuál de los créditos está alterando la calificación.
“Si la ‘mancha’ es por atrasos reales en el pago de las obligaciones, el deudor se expone a que las entidades le dejen de otorgar facilidades de crédito, ya que esto le podría generar al banco costos mayores en cuanto a estimaciones”, admitió Ruiz.
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La única forma de mejorar la calificación es corrigiendo los hábitos de pago.
“Para mejorar los hábitos es importante tomar en cuenta la fecha de pago de las obligaciones y organizarse para cancelarlas a tiempo. De esta forma el puntaje puede ir mejorando cada mes”, comentó el especialista.
Si el deudor no puede pagar porque se han visto afectados sus ingresos, puede acercarse a la entidad con la que contrajo las deudas y solicitar un arreglo de pago, o bien, puede buscar reducirlas con la venta de algún bien.
Para verificar el nivel en el que se encuentra, puede solicitarlo a la entidad financiera con la que mantiene sus deudas o si cuenta con una firma digital, puedo hacerlo en forma directa en la página web de Sugef.