La cooperativa CS Ahorro y Crédito tuvo que hacer un ajuste en el resultado financiero obtenido en el 2023, para reflejar una pérdida por ¢26.975 millones a raíz del deterioro de varias operaciones de crédito.
La entidad, que hasta marzo del 2022 se llamó Coopeservidores, registró inicialmente una utilidad neta de ¢3.288 millones durante el año pasado. Sin embargo, días atrás tuvo que hacer la modificación, según consta en el sitio web de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef).
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El cambio se aplicó después de que la Superintendencia culminó una fiscalización a la cartera de crédito de la entidad financiera para el periodo de enero del 2022 a agosto del 2023.
El efecto de la revisión se comunicó por escrito en el oficio SGF-0159-2024, en el cual se informó de la evaluación de la calidad y razonabilidad de la información de las operaciones. A la alta gerencia y al Consejo de Administración se les detalló en una reunión, el 18 de enero pasado.
“Los resultados del estudio fueron presentados al presidente del Órgano de Dirección (Fernando Faith), al gerente general (Óscar Hidalgo) y a la Auditora Interna (...) en las instalaciones de la Superintendencia. Tal situación causa que se requieran ajustes en el nivel de estimaciones crediticias registrado al corte de diciembre de 2023″, se revela en los estados financieros de la cooperativa.
Al momento de la aprobación de los estados financieros, el pasado 7 de febrero, aún no se conocía el impacto exacto de la fiscalización. Por este motivo el ajuste se tuvo que hacer después.
CS Ahorro y Crédito reclasificó una parte de sus operaciones de crédito, principalmente de consumo, lo cual implicó la creación de una estimación por deterioro de ¢29.933 millones. La normativa financiera obliga a las entidades a crear esta provisión, como medida preventiva, en caso de que el deudor no pague.
Antes de este cambio, la entidad había reportado, en el acumulado de enero a noviembre del año pasado, una provisión de -¢688 millones, muestran los datos publicados en el sitio web de Sugef. Una estimación negativa significa la liberación de recursos y eso modifica el resultado del periodo.
Óscar Hidalgo, gerente de la entidad, confirmó a La Nación los ajustes aplicados los cuales afectaron el resultado del 2023, y comentó que se aprobó un cambio en la estrategia del negocio para disminuir riesgos, así como un plan de recuperación por parte del Consejo Administrativo de la cooperativa.
“Tuvimos que hacer la protección de la cartera con las estimaciones, de conformidad con la normativa vigente, a partir de enero. Esto fue principalmente por nuestra línea de negocio de (crédito de) consumo y obedeció a situaciones que impactaron a las familias previo a la pandemia, el aumento de tasas de interés y desempleo”, manifestó el vocero.
Hidalgo reconoció que el ajuste tiene un efecto, pero no llega a un nivel donde la cooperativa se encuentre en irregularidad financiera.
El jerarca recalcó que la corrección se hizo con reservas establecidas desde hace varios años. “Nos mantenemos en normalidad, no estamos intervenidos y nos permite garantizar a los asociados e inversionistas que sus ahorros no se verán afectados”, subrayó.
La estimación adicional se realizó contra el patrimonio de la cooperativa, el cual pasó de un saldo de ¢104.717 millones, en noviembre del año pasado, a ¢76.438 millones al cierre del 2023, según consta en la página de Sugef.
El patrimonio está conformado por las ganancias retenidas en años anteriores y los aportes efectuados por quienes son miembros de la institución.
Este diario consultó a Sugef sobre el cambio en el resultado del 2023 en la cooperativa y las acciones correctivas ordenadas, pero informó, por escrito, de que no puede revelar información relacionada con documentos, informes u operaciones de la fiscalización ejecutada.
CS Ahorro y Crédito es la tercera institución financiera más grande del sector cooperativo en Costa Rica, con un activo total que ascendió, al cierre del año anterior, a ¢775.983 millones. Solo es superada por Coopealianza, con ¢812.026 millones, y Coopenae, con ¢994.000 millones.
Reclasificación de créditos
La fiscalización efectuada a la cooperativa implicó un reajuste en la categoría de riesgo de las operaciones crediticias en la institución.
Las entidades supervisadas por Sugef deben clasificar a los deudores según el cumplimiento de sus obligaciones, para ello se utilizan notas de A1 a E. En la categoría A1 se encuentran las personas con los pagos de sus préstamos al día, mientras que en la categoría E se ubican aquellos con atrasos de más de 181 días o en proceso de cobro judicial.
En noviembre del año pasado, previo a la revisión, CS Ahorro y Crédito reportó que el 87,3% de los recursos prestados estaban al día en el pago. Sin embargo, tras la corrección, dicho porcentaje bajó al 73,2% del total de los créditos dado que el saldo cerró en ¢575.729 millones, en diciembre anterior.
Los datos muestran que los clientes originalmente catalogados como buenos fueron degradados a la categoría C1, es decir, con 120 días de atraso en los pagos. Al cierre del año pasado, el 18,9% del saldo de crédito estaba en esta categoría, lo que representaba ¢109.078 millones. Sin embargo, un mes antes, solo el 1,5% de los préstamos estaban en esta categoría, con un monto de ¢8.367 millones, según los datos de Sugef.
Según un análisis financiero publicado por Fitch Ratings en mayo del 2023, la entidad experimentó una transformación en su estrategia de negocio hace varios años, lo que la llevó a abrirse al sector privado, que ahora representa el 66% del total de asociados.
Este cambio implicó que en ese momento, el 35% de la estructura de cobro de los préstamos fuera por medio de deducción de planillas o rebajos en cuentas de ahorro, mientras que el 65% de los clientes deben pagar sus operaciones en ventanilla o mediante canales alternos.
Además, la cooperativa hizo una fuerte apuesta por los préstamos de consumo, que representan el 75% del total de su cartera crediticia.
“Fitch observa cómo las reestructuraciones bajo las figuras de prórrogas y readecuaciones constituyen un alto 19% de la cartera total, pudiéndose convertir en riesgos de deterioros crediticios adicionales”, alertó la agencia calificadora a mediados del año pasado.
Hidalgo insistió en que la cooperativa cuenta con la capacidad suficiente para mantener la solvencia y la operación normal, además de cubrir el ajuste contable, en estimaciones y patrimonio, debido a que existen suficientes reservas constituidas.
El vocero aseguró que tienen un plan de recuperación para revertir la situación generada.
La reducción en el patrimonio de CS Ahorro y Crédito tuvo un impacto en la suficiencia patrimonial de la entidad, que pasó del 14,62% al cierre del año pasado, al 11,11% en diciembre. Mientras que en enero de este año ya se elevó a 11,31%.
La Superintendencia establece que cualquier entidad financiera con un índice de suficiencia patrimonial por debajo del 10% carece de la capacidad para cumplir con sus obligaciones con el público y debe ser intervenida.
Este índice se deriva de la división del capital base de la entidad supervisada entre sus activos por el negocio de intermediación financiera, como los préstamos o inversiones.