La cantidad de denuncias por fraudes electrónicos reporta, durante este 2020, un fuerte incremento comparada con los años previos.
Entre enero y octubre, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) recibió un total de 4.898 casos de clientes bancarios que sufrieron sustracción de dinero de su cuenta. Mientras que, en todo el 2019, la entidad pública tramitó un total de 3.594 denuncias, es decir, hubo un incremento del 36% en menos de un año.
Los datos oficiales muestran que, en los últimos años, hubo un aumento constante en los casos denunciados. Sin embargo, en este 2020, se ha llegado a la cantidad más alta de denuncias a raíz de la pandemia sanitaria, según las entidades públicas encargadas de combatir el crimen.
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“Las organizaciones criminales trabajan de manera planificada y ordenada. También hemos detectado que estos grupos estudian el entorno de las personas, detectan los movimientos de las persona para usarlo en sus métodos de engaño. Me refiero a temas como la pandemia, nueva legislación, bonos del gobierno y aspectos que permitan generar confianza”, explicó Walter Espinoza, director del OIJ.
El funcionario enfatizó que los grupos delictivos se ganan la confianza de las personas para obtener datos confidenciales para sustraer dinero.
Emilia Navas, jerarca del Ministerio Público, reconoció que los criminales han comenzado a reclutar a empleados bancarios, con el objetivo de obtener datos claves de las personas, para realizar los delitos.
“Las personas que conforman los grupos criminales son muy astutas. Saben cuándo llamar, cómo llamar, qué decir y qué aprovechar de la población costarricense, que es sumamente confiada y le da vergüenza colgar o decir no. Los delincuentes se aprovechan de esto y cometen los delitos”, comentó la fiscala General.
Navas destacó que el trabajo conjunto, entre entidades públicas y privadas, es clave para frenar los fraudes electrónicos.
Precisamente, la Cámara de Bancos e Instituciones Financieras, el Banco Central, el Ministerio Público, el OIJ y el Ministerio de Seguridad anunciaron, este jueves 19 de noviembre, el lanzamiento de una campaña de prevención de fraudes electrónicos para sensibilizar a los clientes bancarios sobre los timos más frecuentes utilizados por los grupos delictivos.
“Queremos alertar y prevenir al público para que no caiga en el engaño, ni brinde información sensible. Queremos recordarle al público que ninguna entidad bancaria o financiera solicita información de datos sensibles como por ejemplo pines, tarjetas o cuentas bancarias”, dijo Bernardo Alfaro, presidente de la Cámara de Bancos.
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La primera etapa de la campaña, explicó Alfaro, irá dirigida a adultos mayores y estudiantes que son los grupos más vulnerables de los delitos.
Las entidades financieras también usarán sus propios canales de información para difundir los mensajes a partir del próximo 23 de noviembre.
La campaña cuenta con un personaje ficticio llamado Casi-timo. Este es un hombre de apariencia normal, inofensivo, que trata de ganarse la confianza de las personas, pero que en realidad es un estafador que con una serie de herramientas de ingeniería social engaña a la población, explicó Annabelle Ortega, directora Ejecutiva de la Cámara de Bancos.
Timos más frecuentes
La Fiscala General explicó que las estafas más usuales son mediante llamadas telefónicas, en las cuales se pide a la persona brindar detalles de sus cuentas bancarias que son privados.
Navas destacó que cuando los delincuentes tienen la información requerida pasan, rápidamente, el dinero de una cuenta a otra.
“Este tipo de fraude es tan rápido, y el dinero se mueve tan rápido, que es difícil la recuperación”, explicó la funcionaria.
El Presidente de la Cámara de Bancos comentó que, algunas entidades financieras, empezaron a detectar cuando los grupos delictivos movían los dineros de una cuenta a otra, dentro en el mismo banco, y congelaban la transferencia.
“Sin embargo, estos grupos comenzaron a abrir cuentas en otros bancos, para trasladar el dinero a diferentes entidades bancarias”, explicó Alfaro.
Añadió que todas las instituciones financieras son susceptibles a este tipo de actividades delictivas.
Sin embargo, en los bancos que cuentan con la mayor cantidad de clientes, dentro del sistema financiero, es donde ocurre con mayor frecuencia.