Deudores que paguen sus créditos con la entrega de bienes puestos en garantía se librarán de que el banco les manche su récord crediticio por cuatro años. A las entidades financieras esta medida también les favorece al permitirle liberar provisiones por préstamos que se deterioran.
La Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) propuso, el pasado 7 de noviembre, eliminar la sanción a los clientes de recibir la peor calificación como deudor en el Comportamiento de Pago Histórico (CPH) cuando entregan en dación de pago un terreno, vivienda, vehículo o mercancía, al no poder hacerle frente al pago de su préstamo.
Rocío Aguilar, jerarca de la Sugef, explicó que la medida se planteó por considerar la acción del pago con garantía como el reflejo de la voluntad del deudor de atender su obligación, en un escenario de insuficiencia de recursos.
La medida se planteó para los créditos comerciales de empresas personas, así como para clientes del Sistema de Banca para el Desarrollo.
Actualmente, los bancos usan la escala de clasificación de clientes de CPH en la cual el código CPH1 representa a los menos riesgosos; el CPH2, a los de riesgo moderado; y el CPH3, a los de riesgo alto.
Quienes caen en la categoría de CPH3 implica que se le manche su récord crediticio por cuatro años (48 meses), tiempo durante el cual no pueden aspirar a un préstamo ni a ninguna otra transacción bancaria.
Para el exbanquero Carlos Fernández la modificación puede tener desventajas para el cliente, pues si entrega una garantía, y este no cancela la totalidad de la deuda, su calificación seguirá desmejorada. Además, cuando un deudor da un bien en pago de cara a la Sugef no queda manchado, pero difícilmente le vuelvan a prestar en la entidad, afirmó.
“Cuando un banco ha hecho estimaciones (por un crédito deteriorado) y aplica el bien recibido contra la deuda, implicará que pueda revertir la provisión y generar una ganancia”, dijo Fernández.
La normativa de Sugef obliga a un banco a realizar provisiones cuando una operación cae en morosidad la cual se toma de las ganancias. Si el crédito tiene una garantía, se le permite a la institución hacer la estimación solo por una parte y no la totalidad del dinero pendiente, la cual se libera cuando el cliente paga o entrega el bien.
El exbanquero recalcó que, para una entidad financiera, llenarse de propiedades no es un buen negocio, porque puede costar venderlas.
Pese al cambio, la normativa mantuvo la disposición para que al cliente se le afecte su calificación cuando el préstamo se cancele, parcial o totalmente, después del proceso de cobro judicial. O que la deuda fuera asumida por un fiador o avalista. Pero el récord se le manchará por dos años, en vez de cuatro, se detalla en los documentos SGF-2267-2022 y SGF-2269-2022.
La propuesta de la Superintendencia está pendiente de la aprobación definitiva del Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero para que empiece a regir.
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Hasta octubre anterior, las entidades fiscalizadas por Sugef mantenían un saldo de ¢390.554 millones de bienes y valores adquiridos en recuperación de créditos no pagados. De dicho monto, un total de ¢243.570 millones, es decir el 62%, era de la banca pública; en los bancos privados ascendía a ¢102.346 millones; y los restantes ¢44.638 millones correspondían a cooperativas, financieras y mutuales.
Un año atrás, a octubre del 2021, las entidades financieras reportaron un saldo de ¢385.024 millones de bienes en dación de pago.
Previo a la pandemia de la covid-19, las entidades financieras registraron un incremento relevante en el crecimiento del saldo. Pero las medidas de flexibilización crediticia frenaron tal evolución, según datos de Sugef.
Efecto en clientes
Maurilio Aguilar, director general corporativo del Banco Popular, recalcó que el Comportamiento de Pago Histórico de una persona o empresa es un indicador relevante usado a la ahora de evaluar el otorgamiento de un nuevo préstamo o para revisar las condiciones crediticias de los préstamos actuales.
“Los deudores que deban utilizar la dación de un bien de garantía para honrar sus deudas ya no verán reclasificada su CPH a nivel 3, con lo cual tendrán posibilidades de ser considerados como sujetos de crédito o no verán afectadas sus condiciones crediticias contractuales”, subrayó Aguilar.
El vocero de esta entidad agregó que cuando a un cliente se le mancha su récord crediticio implica, para todas las entidades financieras, que el comportamiento de pago no es bueno y la posibilidad de no recuperar un préstamo se eleva.
Adicionalmente, la entidad debe realizar un estimación de los recursos prestados al cliente con CPH3, lo cual perjudica la utilidad y afecta la decisión de prestar recursos a la persona o empresa en un nuevo préstamo.
Ronald Guerrero, director General de Crédito del Banco Nacional, destacó que recibir la desmejora en el récord crediticio también implica, de forma automática, recibir la peor calificación de riesgo por el plazo de cuatro años.
Agregó que las ventajas para el cliente con la modificación serán evitarse el daño en su capacidad de pago histórica, incluso la entidad financiera podría moverlos a una mejor categoría. Además, podrá volver a optar por un nuevo financiamiento.
Para Laura Moreno, vicepresidenta de Relaciones Corporativas de BAC, el récord crediticio de un cliente no se ve afectado por la dación de pago de las garantías, sino porque su comportamiento en enfrentar sus obligaciones es malo.
Moreno recalcó que un deudor, aunque entregue una garantía de un préstamo, puede tener una buena calificación de riesgo si mantiene un historial de responsabilidad de sus obligaciones.