Ernesto Leal, gerente general de Banco Promerica en Costa Rica, reconoce que el año pasado fue bastante retador para la industria financiera, principalmente por la baja que experimentó el tipo de cambio del dólar respecto al colón. Esto llevó a la empresa a enfocarse en mejorar su eficiencia y competitividad.
Luego de experimentar pérdidas anuales por ¢1.439 millones en 2023, Promerica revirtió ese resultado adverso en los primeros seis meses de este 2024. La entidad tuvo una utilidad neta de ¢1.881 millones en ese periodo, luego de registrar una caída de ¢3.431 millones en el primer semestre del año pasado.
Este banco tiene presencia en nueve países y en Costa Rica está posicionado como el cuarto más grande en el segmento de banca privada. Es el segundo más relevante en clientes de tarjetas de crédito. Además, tiene más de 1.300 colaboradores directos.
En entrevista con La Nación, el pasado 5 de agosto, Leal explicó que la entidad recibió una capitalización por ¢13.145 millones * y habló acerca del comportamiento de las utilidades, sus líneas de negocio, así como del impacto que tuvieron por el tipo de cambio y la ley de usura. A continuación, un extracto de la entrevista efectuada en el Centro Corporativo El Cedral, en Escazú:
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― Al cierre de 2023, Promerica experimentó pérdidas en sus utilidades, pero al primer semestre de este 2024 ya muestra una recuperación, con ganancias por ¢1.881 millones. ¿Cuáles cambios permitieron darle un giro a los resultados?
― El año pasado, no es desconocido para la industria, fue bastante retador en temas de tipo de cambio y otros. En el banco, desde el año pasado y sobre todo este, hemos venido trabajando muy fuerte en temas de gestión operativa.
”El banco recibió una capitalización importante el año pasado para acompañar su crecimiento, entonces logramos crecer importantemente en rubros donde vimos que teníamos una ventaja y una capacidad de generar productos que satisfagan a los clientes, porque al mismo tiempo generan un beneficio para el banco y su solidez. Esto tuvo mucho que ver.
“También hubo una reposición de la posición monetaria del banco, que nos ayudó un poco, y una gestión más eficiente del costo de fondos. Hemos estado ocupados, enfocados en la eficiencia y en la competitividad del banco. Eso nos ha dado réditos y esperamos que continúe”.
― ¿Esta reposición de la posición monetaria de la que usted habla fue hacia colones?
― En este caso fue un poquito más hacia colones. No es significativamente grande esa reposición, pero creo que es importante en el contexto de la política monetaria que se está siguiendo.
― En relación con las pérdidas del año pasado. ¿Fue por consecuencia de la fuerte apreciación del colón? ¿Cómo impactó esto en los planes del banco el año pasado?
― La apreciación del colón, sin duda, golpeó bastante la operativa de la industria. Este año se revirtió un poco, entonces esto nos ayuda. Ante esta nueva realidad el año pasado, nos dimos a la tarea de reestructurar muchas de las operaciones para lograr más eficiencia.
― La cartera de crédito también ha venido creciendo, con poco más de ¢10.000 millones de diciembre del año pasado a junio de 2024. ¿Cuáles sectores han propiciado este comportamiento?
― El banco ha continuado creciendo gracias a la capitalización que tuvo el año pasado. Hemos tenido cierto crecimiento en banca de personas, también en distintas industrias a las que estamos apoyando. Hay bastante crecimiento en la industria de servicios.
“Entonces, en servicios alrededor de zona franca, hemos estado apoyando algunas instituciones costarricenses a desarrollar más negocios para servir en este mercado, que presenta una gran oportunidad para Costa Rica en este momento. También en pymes, hemos incursionado en acompañar más a estas empresas”.
― En esto que usted menciona sobre el apoyo a empresas de servicios en zona franca. ¿Cuáles servicios están brindando?
― Existen las compañías extranjeras que vienen a ofrecer estos servicios, pero también están las compañías costarricenses que se dedican a ofrecer o ser proveedores de estas empresas. Estamos habilitando a estas empresas a través de capital, de préstamos y de adquisiciones de bienes duraderos que necesitan para el desarrollo de sus negocios.
“El banco se ha caracterizado mucho en el pasado por trabajar de la mano con las empresas, es decir, de estar muy presente donde se toman las decisiones. Ahí es donde hemos estado muy enfocados, donde vemos que hay una oportunidad que sigue creciendo. Hemos sabido alinearnos con los ejes de desarrollo que ha estado experimentando el país”.
― El crédito en dólares ha venido creciendo fuerte en los últimos meses. ¿Cuánto ha favorecido este crecimiento al banco?
― La distribución de cartera de crédito entre dólares y colones es un tema que en los bancos tenemos que tomar con mucha responsabilidad y que conlleva una serie de diferencias en los requerimientos de estimación. Hay que estar atento para saber controlarlo muy bien y saber la mezcla correcta que uno puede habilitar para clientes no generadores.
“En el mercado es claro que ha habido un vuelco hacia una dolarización de la deuda también y, bueno, esto tiene que ver más con el comportamiento de las tasas. Creo que eso es algo que es difícil de contrarrestar en la medida en que no se den las condiciones de rendimiento que conlleven a que el cliente sepa en qué ahorrar y en qué endeudarse.
”¿Qué si ha favorecido al banco per se? Diría que no nos desfavorece ni nos favorece, nos manejamos dentro de los límites lógicos y responsables. Por otro lado, en colones nosotros siempre hemos tenido una cartera importante en el consumo, a través de las tarjetas de crédito y préstamos personales. La distribución de la cartera está en línea con lo que nos hemos ido proponiendo este año y no creo que sea algo que vamos a estar variando mucho más”.
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― El BCCR ha mandado señales de preocupación por la dolarización del crédito. Además, algunos de los nuevos préstamos han caído en manos de no generadores de divisas. ¿Comparten esta preocupación?
― Cuando nuestras instituciones reguladoras emiten una opinión, como el Banco Central, nosotros somos respetuosos de estudiarla y de investigar qué es lo que pasa. Hemos hecho nuestras propias simulaciones y ha sido superinteresante en realidad.
“Uno pensaría que la volatilidad afecta más al deudor en dólares, pero si uno hace una simulación de los últimos años y ve la volatilidad en la cuota derivada de los cambios de tasa, uno ve que la cuota le varía mucho más al deudor en colones que en dólares. Entonces, diría que de nuevo es algo que tenemos que tener el ojo bien puesto, pero ahorita no nos preocupa”.
― Hace algunos años entró a regir la llamada ley de usura. Promerica es un banco que tiene fuerte presencia en el segmento de tarjetas de crédito. ¿Cuánto impacto ha tenido esto en esta línea de negocio del banco?
― Fue grande. El impacto de la ley de usura en el negocio financiero de consumo en Costa Rica fue superimportante. Una masa de clientes quedó fuera del servicio de muchos operadores de la industria. He visto que recientemente el gobierno le ha estado poniendo atención, porque ha habido migración hacia los prestamistas de gota a gota.
“La realidad es que hay que hacer cosas estructurales para poder volver a incluir a esta masa de personas que hoy está más expuesta. En relación con el negocio, no fue un tema de perder peso, sino de perder una contribución. En general, la industria financiera de Costa Rica, su margen se vio afectado debido a esto.
“Hemos compensado con un montón de eficiencias, que hemos estado ejecutando, pero nosotros seguimos en el segmento correcto con el apetito de seguir en el negocio”.
― ¿Cómo se comportó la base de clientes después de la entrada en vigencia de esta ley?
― La base disminuyó a partir del tema del tope de tasas. Tuvimos que tomar decisiones y el banco disminuyó el número de clientes que tenía y podía atender. Nos hemos concentrado en clientes a los que les podemos llevar productos competitivos y responsables, que den un rendimiento razonable.
― ¿Han tenido que apostar por alguna otra línea de negocio del banco?
― El ingreso de la tecnología hacia los servicios financieros vino a retar a la industria financiera. En el Grupo Promerica estamos superenfocados en utilizar esta tecnología de una manera eficiente, que apoye y crezca sobre los pilares de banca de relación, transparencia y confianza.
“La tecnología disruptiva representa una oportunidad enorme y a raíz del tope de tasas, con mucha más razón lo estamos viendo. El clientecentrismo al que nos ha llevado ese llamado tecnológico, nos coloca a nosotros en una situación muy ventajosa.
“Desde antes el enfoque en relación era grande, y si le sumamos todo lo que hemos venido haciendo a lo interno, con el desarrollo de productos de una manera muchísimo más enfocada en el cliente a través de la tecnología, nos va a ir dando cada vez más un liderazgo”.
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― Hace poco se anunció en un hecho relevante que se aplicó una cláusula de redención anticipada de una serie de bonos con vencimiento en 2029. ¿Qué condiciones favorecen esta redención de la emisión?
― Siempre andamos buscando ser bien eficientes en nuestro costo de fondos. Andamos siempre buscando operar la liquidez del banco de la manera que nos produzca el mayor valor que podamos trasladar al cliente. Hemos ido logrando crecer la liquidez que tiene el banco, entonces nos sentimos en un momento donde podíamos adelantar esa redención y acceder a tasas que favorecieran más nuestra oferta hacia los clientes.
― ¿Cómo visualiza este año para Promerica tomando en cuenta los resultados de este primer semestre?
― Es un año en donde continuaremos creciendo al mismo ritmo que hemos venido haciéndolo durante esta primera mitad. Es un año donde venimos trabajando fuertemente en el rediseño conceptual de nuestros productos para satisfacer a los clientes. Hemos podido potenciar mucho la gran capacidad que existe en el banco, alineándola con mucha más claridad hacia una banca de relación mucho más amplia.
(*) Nota del redactor: El monto de capitalización que recibió el Banco Promerica fue de ¢13.145 millones y no de ¢1.300 millones, como se consignó inicialmente por un error en la información original suministrada por la entidad financiera.