La reducción en el precio del dólar junto al alza de las tasas de interés pasaron su factura a la banca costarricense, que tuvo una fuerte disminución en sus ganancias, en el primer semestre de este año.
Los 14 bancos que operan en el país, entre privados y públicos, registraron una utilidad neta de ¢80.604 millones lo cual significó una reducción del 60% respecto a los ¢199.638 millones en el mismo periodo del 2022, es decir, ¢119.000 millones menos.
Así se desprende de los datos publicados por la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef), de donde se desprende que el resultado de la primera mitad del año es, de hecho, el menor del último lustro, incluso estuvo por debajo del periodo de pandemia.
Bancos consultados por La Nación coincidieron en que el efecto más relevante en el resultado financiero fue a raíz de la baja en el precio del dólar, en especial en las entidades privadas, que utilizan más la moneda extranjera.
El tipo de cambio cerró el primer semestre de este año en ¢547,59. Sin embargo, un año atrás rozaba los ¢700, según datos del Banco Central.
El resultado fue que la banca registró, hasta la mitad de año, una pérdida cambiaria de ¢84.362 millones. Mientras que, en el mismo periodo del 2022, obtuvieron una ganancia cambiaria de ¢64.168 millones, según los datos de la Superintendencia.
“La apreciación del colón es el principal factor que afectó los resultados. La mayoría de los bancos cuentan con más activos en dólares que pasivos en dólares. Entonces la reducción del tipo de cambio genera una pérdida”, explicó Arturo Giacomin, presidente ejecutivo de Davivienda.
El banquero agregó que, para lo que resta del año, no vislumbra una devaluación del colón que compense la reducción en el precio del dólar.
Por su parte, Laura Moreno, vicepresidenta de Relaciones Corporativas de BAC Credomatic, insistió en que la utilidad neta se vio afectada por el factor exógeno del tipo de cambio, lo cual tuvo impacto en el nivel contable.
“La utilidad operativa muestra un crecimiento adecuado”, dijo en referencia al BAC.
El estancamiento en el crecimiento de la cartera de crediticia de la banca también repercutió en el resultado parcial.
Para Erick Chaves, director Corporativo de Finanzas a. í. del Banco Nacional, influyó que, en los primeros seis meses del 2023, hubo una leve disminución en la colocación de crédito.
Hasta junio pasado, el saldo de préstamos otorgados por la banca fue de ¢17,1 billones, lo cual representa una baja del 4,7% comparado con los ¢18,0 billones en el mismo periodo del 2022.
Efecto en tasas
El otro elemento clave en las finanzas de los bancos fue el ascenso en las tasas de interés, lo cual tuvo un incremento en el pago que hacen las entidades a sus clientes por las inversiones a plazo, tanto en colones como en dólares.
Los datos publicados por la Superintendencia, en su web, muestran que la banca tuvo egresos, en el primer semestre de este año, ¢556.603 millones por obligaciones con el público.
Mientras que, en el mismo periodo del 2022, fueron ¢306.932 millones lo cual significó un incremento del 81%.
Por ejemplo, en colones, el sistema financiero pagaba un rendimiento bruto promedio por depósitos a plazo, hasta mediados de año, de 3,19%, por un mes, y 9,66%, por dos años, muestran datos del Banco Central.
Mientras que un año atrás, para los mismos plazos, la tasa promedio por 30 días era de 2,03% y, para dos años, de 6,88%.
En moneda extranjera también ocurrió el mismo fenómeno. La tasa bruta promedio pagada por depósitos a un mes era de 1,06%, a junio anterior, pero un año antes era 0,17%, según los datos del ente emisor.
Igual ocurrió para las inversiones a 24 meses, a mediados de este año, se pagaba un interés bruto promedio de 6,05% y, un año atrás, era 3,97%.
El incremento en las tasas de interés, durante el último año, ocurrió a raíz de que el Banco Central y la Reserva Federal de Estados Unidos elevaron sus tasas de referencia para frenar la inflación.
En el escenario costarricense, el ente emisor empezó a reducir su tasa de política monetaria, pues entre marzo y julio anterior el indicador pasó del 9% al 6,50% como consecuencia de la baja en el índice de precios al consumidor (IPC).
“El costo del fondeo también afectó el margen financiero por el incremento de las tasas pasivas, en colones y dólares, y por lo tanto el gasto financiero de las captaciones a plazo representaron un mayor egreso”, explicó el exbanquero Carlos Fernández.
Gina Carvajal, gerente general del Banco Popular, recalcó que a pesar de las recientes bajas en tasas, el costo promedio de las captaciones es relativamente elevado.
“Los bancos captamos a diferentes plazos y una porción de las captaciones, que aún no han vencido, se realizaron a tasas de interés altas, y ahora están incidiendo en el costo financiero”, explicó la jerarca.
Para la segunda mitad del año, las entidades financieras fueron conservadoras en si será posible mejorar el resultado.
Rossy Durán, gerente Corporativa de Finanzas del Banco de Costa Rica, destacó que la coyuntura de este año fue menos positiva respecto al 2022, cuando el tipo de cambio, las tasas y costo del fondeo impactó de forma atípica el resultado de la industria bancaria.
Durán comentó que, desde abril pasado, han gestionado acciones en el negocio para poder robustecer el resultado este año. La funcionaria no detalló cuáles cambios implementaron.
Para Erick Chaves, del Banco Nacional, en el segundo semestre del año la economía mostraría más dinamismo que ayudaría la recuperación bancaria, pero sería limitada.
En el caso del tipo de cambio consideró que es poco probable una depreciación de forma importante en el corto plazo.