La alta probabilidad de caer en riesgo de iliquidez fue la razón principal del Gobierno para acelerar el viraje en el rumbo de Banco Crédito Agrícola de Cartago (Bancrédito).
Sergio Alfaro, ministro de la Presidencia, confirmó que dicho peligro justificó la decisión del Consejo de Gobierno de cerrar la banca comercia l y transformar Bancrédito en un banco de fomento.
“Las oficinas de riesgo de entidades financieras empezaron a emitir alertas sobre mantener los fondos en el Banco y, aunque consiguiéramos los recursos por unos cuantos meses, era improbable mantener los indicadores de liquidez estables”, manifestó Alfaro.
El jerarca añadió que para el Poder Ejecutivo era muy complicado hacer una capitalización por sus problemas fiscales y porque iba a significar una lucha en el Congreso.
“Se impuso la decisión racional porque ninguno de los escenarios era factible”, aseguró el jerarca de Presidencia.
La entidad estatal tenía, hasta abril, obligaciones con el público por ¢544.401 millones.
El 79% de los recursos son depósitos a plazo, principalmente con entidades financieras, y el restante 21% es dinero en cuentas corrientes y de ahorro, según datos del Banco.
El Gobierno decidió dar el viraje al Banco, el pasado 25 de mayo, luego de meses de pregonar el respaldo para mantener la entidad compitiendo en la intermediación financiera.
A más tardar, el próximo 16 de junio, la Junta Directiva de la entidad deberá entregar el plan de salida definitiva de la institución de la banca comercial.
Más debilidades. Para Gerardo Porras, gerente general de Bancrédito, una de las principales debilidades es el alto costo operativo.
Durante este año, el Banco presupuestó el pago de ¢16.000 millones en salarios para sus 736 trabajadores.
“Es imposible para una institución que tiene el 2,5% de participación de mercado invertir en una planilla un monto tan alto. Matemáticamente, es imposible”, aseguró Porras.
El jerarca aseguró que, pese al intento de disminuir los costos, la brecha de competitividad se ensanchó mucho.
“¿Cuánto se necesita invertir para ponerse al día en competitividad respecto a los otros bancos. Es muy difícil”, recalcó.
Retiro de dinero. Por otra parte, los clientes de Bancrédito retiraron de la institución estatal ¢7.800 millones y $3,8 millones el fin de semana anterior.
El gerente del Banco explicó que dichos montos significaron 8,8% de la captación en colones y 4,5% en la de dólares.
“El Banco se había preparado bien y contaba con ¢38.000 millones para atender las necesidades de los clientes y no fue necesario utilizar todo el dinero”, afirmó Porras.
“Reiteramos que el Banco no cierra. Bancrédito sigue funcionando en forma normal, sin que exista un riesgo para sus clientes. Las personas pueden estar tranquilas”, expresó Porras.
El gerente advirtió de que quienes tengan deudas con la institución deben seguirlas atendiendo con normalidad y quienes incumplan sus pagos, se exponen a manchas en sus historiales crediticios. Se aplicarán los procedimientos de cobros administrativos y judiciales respectivos a los clientes.