En el contexto de tres quiebras bancarias en Estados Unidos ocurridas entre el 8 y el 12 de marzo recientes, la expectativa sobre la salud del sistema financiero de Costa Rica ha venido en aumento. La jerarca de la Superintendencia General de Instituciones Financieras (Sugef), Rocío Aguilar, sale al paso de cualquier suspicacia y asegura que se han ejecutado análisis al sector con resultados satisfactorios.
Explicó que mediante recientes evaluaciones se comprobó que los índices de solvencia, liquidez y la calidad de la cartera de los intermediarios financieros reflejan buenas condiciones, además de un adecuado respaldo de cobertura de reservas ante la potencial cartera que podría sufrir daño.
“Yo no veo ninguna tensión en particular pero sí estamos, por supuesto, muy atentos porque entendemos las repercusiones que esto pueda tener”, indicó Aguilar en una entrevista con La Nación.
En materia financiera, la solvencia es la capacidad para enfrentar las obligaciones requeridas; la liquidez refleja el nivel de fondos disponibles con capacidad de convertirse en efectivo para realizar pagos inmediatos.
La Sugef supervisa actualmente 47 entidades, entre ellos dos bancos estatales, dos bancos creados mediante leyes especiales, 12 bancos privados, cinco financieras, 21 organizaciones cooperativas, dos mutuales, dos casas de cambio y la Caja de Ahorro y Préstamo de la Asociación Nacional de Educadores (ANDE).
Ajustes al fondo de garantía
Aunque existe confianza de la supervisora en torno a la fortaleza bancaria local, sí reconoce que hay cambios normativos en camino.
Aguilar indicó que por recomendación del Fondo Monetario Internacional (FMI) se están realizando ajustes a la Ley de Creación del fondo de garantía de depósito y de mecanismos de resolución de los intermediarios financieros (N.° 9816), vigente desde febrero del 2020.
La reforma, que se encuentra en proceso de revisión por el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif), plantea la creación de una instancia de resolución a las situaciones que enfrente determinada entidad y acelerar los procesos para enfrentar los imprevistos.
“Hoy en día se requiere de un determinado proceso de irregularidad para llegarle a esa situación, entonces (lo que se busca) es que se pueda actuar de manera más preventiva, lo importante es que siempre que hay una situación en el sistema financiero, hay que tratar que no vaya a genera un contagio con el resto y poder resolverlo de la forma más rápida posible”, indicó.
Otro aspecto incluido en los ajustes a la ley está relacionado con la independencia del Fondo de Garantía de Depósitos, que actualmente es una dependencia del BCCR.
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En términos más generales, las palabras de Aguilar coinciden con la evaluación que hace Moody’s del impacto potencial de estos eventos en Estados Unidos sobre los bancos de Latinoamérica. Este 15 de marzo, la calificadora aseguró que el efecto de estas tres quiebras será limitado en la región, debido a que el negocio está concentrado en instituciones sólidas y diversificadas.
La firma estadounidense, indicó que los bancos de América Latina mantienen altos volúmenes de activos líquidos que se componen principalmente de inversiones en títulos gubernamentales y existe estabilidad de los depósitos, principal fuente de financiamiento para los bancos.
Moody’s también destaca la cobertura del seguro de depósitos en Latinoamérica, que a diciembre de 2021 era de 5 veces en relación al Producto Interno Bruto (PIB) per cápita, siendo la más alta respecto a otras regiones: 1,6 veces en Estados Unidos y 1,4 veces en la región Asia Pacífico.
Atentos con las tasas
La jerarca de la Sugef se refirió al efecto del incremento de la tasas de interés, que han venido al alza a nivel internacional como una medida de contención a la inflación, tras los aumentos aplicados por la Reserva Federal de Estados Unidos (la Fed).
Desde hace un año la Reserva Federal de la principal economía del planeta, ha venido incrementando su tasa de referencia, hasta ubicarse en un rango entre 4,50% y 4,75%, en el último ajuste, el 1.º de febrero reciente, siendo el más alto desde enero de 2007.
En el caso de Costa Rica, las tasas permanecen altas, si bien la junta directiva del BCCR decidió este 15 de marzo aplicar una leve reducción a la tasa de política monetaria, que este jueves amaneció en 8,50%, luego de estar en 9% desde diciembre.
“La autoridad monetaria debe estar evaluando que si bien los temas de inflación son prioridad del Banco Central, me imagino que también tienen en consideración los efectos que esto puede generar en crecimiento, en mora y en la estabilidad del mismo mercado, pero con todo respeto esto es materia del Banco Central y creo que ha recibido suficientes recomendaciones de economistas”, aseveró.
Recomendó a los bancos que asuman con responsabilidad el otorgamiento de los créditos y brinden información detallada a sus clientes.
“Por un tema de responsabilidad que los clientes deben tener hacia sus deudores, en los temas de oferta de tasas fijas que las personas no saben cuando acaba el plazo y cuánto puede impactar, que se sienten con los clientes y les expliquen, necesitamos mayor conciencia con los deudores”, indicó Aguilar.
Dijo que espera que Costa Rica pueda contar el próximo año con una central crediticia “más integral” para evitar altos niveles de endeudamiento a partir de que los bancos solo ven “una parte” de la situación de los deudores. La Sugef tiene a su cargo el Centro de Información Crediticia (CIC), en donde se registra la situación crediticia de los deudores con las entidades del sistema financiero.
La funcionaria además señaló que “vale la pena evaluar los resultados de la Ley de Usura”.
La Ley 9859 que reforma Ley de Promoción de la Competencia y Defensa Efectiva del Consumidor, fue aprobada por la Asamblea Legislativa en junio de 2020, estableció un tope a las tasas de interés en el sistema financiero nacional.
“Si bien podemos estar protegiendo al sector regulado, hemos posiblemente empujado deudores hacia un mercado no regulado en donde las condiciones pueden ser incluso muchísimo más desfavorables”, concluyó.