Madrid. JP Morgan Banca Privada prevé que el ciclo de relajación de la política monetaria tenga continuidad en 2025 y que los tipos de interés a la baja sirvan de soporte para el crecimiento económico de Estados Unidos y la eurozona, si bien sin impulsar “significativamente” la demanda ni reavivar la inflación.
Son previsiones que se han hecho públicas en su informe Building on strength (Construyendo sobre fortalezas), de perspectivas de inversión global para el año 2025, en el que se definen los principales temas que determinarán las dinámicas del mercado en el próximo año.
En Estados Unidos, la valoración del mercado de bonos implica un ciclo de relajación que finalizaría en el primer trimestre de 2026 con el tipo de interés oficial cerca del 3,5%. Para la firma, esto genera un entorno “favorable” para los activos de riesgo, que beneficia a sectores como la vivienda, el sector inmobiliario comercial y la productividad, al tiempo que fomenta una incipiente reactivación de la negociación.
“2024 ha sido un año en el que los mercados han tenido un comportamiento excepcional. Un ejercicio caracterizado por el descenso de la inflación, la relajación de la política monetaria y un sólido crecimiento del PIB y de los beneficios empresariales”, comenta la directora global de Estrategia de Inversión de JP Morgan Banca Privada, Grace Peters.
La firma prevé que, para 2025, los inversores estén preparados para “aprovechar” la fortaleza del mercado, que contará con nuevas opciones de inversión, como los fondos alternativos evergreen, la aceleración de la inversión de capital y temas transformadores como la inteligencia artificial.
Aumentos en inversión de capital
“Con unos márgenes “elevados”, beneficios “crecientes”, una mayor confianza de los directivos y unos responsables políticos centrados en apoyar el crecimiento, las empresas y los gobiernos están dispuestos a gastar”, añade JP Morgan.
Así, la inversión de capital será un importante motor para tres tendencias mundiales: la inteligencia artificial, las infraestructuras energéticas y la seguridad.
La firma prevé un aumento de la inversión de capital en el sector energético impulsada por la reindustrialización de la capacidad manufacturera estadounidense, el incremento de la electrificación con soluciones de energía limpia y la creciente demanda de energía por parte de los centros de datos.
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Además, este escenario no se limitaría únicamente a Estados Unidos, puesto que, por ejemplo, Japón está a la vanguardia de muchas de estas tendencias estructurales.
Mirada hacia Europa y auge de innovación
A pesar de los “retos de productividad” que afronta Europa, la entidad cree que los inversores “no deberían pasar por alto” a las grandes compañías europeas en 2025.
“Es importante recordar que las 50 mayores empresas europeas obtienen, aproximadamente, solo el 40% de sus ingresos de Europa, lo que convierte a los campeones nacionales, incluidos en este grupo en auténticos actores globales”, explica el informe. Así, el banco sigue apostando por Estados Unidos, pero complementándolo con diversificación internacional, donde se incluiría también Europa, que se ve favorecida por la relajación de la política monetaria impulsada por el Banco Central Europeo (BCE).
Por otro lado, JP Morgan Banca Privada confía en que en 2025 se produzca un “auge de innovación” a medida que el sector explore nuevos ámbitos, como los fondos alternativos evergreen, el deporte, el espacio y el desarrollo urbano.
En este sentido, explica que los fondos alternativos abiertos de duración indefinida (evergreen) están ganando en popularidad. En 2024, la mitad de los compromisos en alternativos de JP Morgan corresponderán a estructuras de este tipo, tres veces más que en 2023.
“Estas nuevas estrategias y oportunidades de inversión, aunque no sean el núcleo principal de las carteras, ofrecen potencial de crecimiento y diversificación en un mundo que cambia rápidamente”, agrega.
En cuanto a los resultados de las elecciones de este año, el banco cree que la atención de los inversores debería desplazarse ahora de estos resultados al impacto de las políticas en el ámbito económico y de inversión.
“América Latina estuvo a la vanguardia del ciclo de flexibilización mundial de las políticas monetarias, lo cual ha contribuido a sostener el crecimiento y la actividad económica en toda la región. Sin embargo, el ‘activismo fiscal’ de los gobiernos puede desanclar las expectativas de inflación y desbaratar los esfuerzos monetarios, lo que supone un riesgo para el ciclo expansivo”, asegura JP Morgan.
Así, en un contexto de cambios globales en el poder gubernamental, la entidad señala que los inversores “deben vigilar” los riesgos que plantean los políticos “antisistema”. “Más allá de la derecha y la izquierda, el ascenso de los partidos antisistema podría incrementar la volatilidad política y económica, lo que refuerza la necesidad de contar con carteras de inversión resilientes”, concluye al respecto el banco.