La crisis económica del coronavirus provocó que las entidades financieras catalogaran como incobrables ¢1,10 billones prestados a sus clientes, es decir el 5% del total de la cartera crediticia del país.
El golpe de la pandemia a miles de préstamos lo revelaron los bancos, cooperativas, mutuales y financieras a la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef), confirmó la entidad a La Nación.
La Sugef pidió a todas las instituciones supervisadas, en julio anterior del 2020, realizar una clasificación por el riesgo generado por los efectos de la covid-19 de todos su créditos.
El primer resultado del análisis, en octubre anterior, mostró que ese 5%, del total de ¢23,1 billones prestado, fue catalogada como “Riesgo alto no viable” es decir que son recursos catalogados como irrecuperables por un grupo de 44 entidades financieras.
Para recobrar el dinero, cada institución deberá realizar un proceso de cobro judicial con cada cliente y liquidar las garantías de cada operación crediticia.
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La información, brindada por Sugef al diario, muestra que el 11% del saldo de los préstamos del Sistema Financiero Nacional, es decir ¢2,6 billones, está catalogado como operaciones de “Riesgo alto viable”. Esto quiere decir que, con el apoyo adecuado pueden “salvarse”.
Adicionalmente, el 21% del saldo de los préstamos (¢4,8 billones) es de “Riesgo medio” y el 63%, o sea ¢14,6 billones, son de “Riesgo bajo” a los efectos adversos de la pandemia.
“El crédito de Riesgo alto no viable son los que difícilmente se pueda pensar en una recuperación. El de Riesgo alto viable son los que posiblemente bajo ciertas condiciones puedan ser sujeto de recuperación”, explicó Rocío Aguilar, jerarca de la Sugef.
La funcionaria añadió que las entidades financieras continúan con la actualización de la información, de manera mensual, lo cual le permite a la Superintendencia pedir a las entidades los planes de acción para el tratamiento de sus carteras.
La información remitida a la institución fiscalizadora es principalmente de líneas crediticias dadas al sector privado, es decir empresas y hogares.
Para Alberto Dent, presidente del Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif), el resultado de la información brindada por la banca muestra que la mayoría del crédito otorgado en el país se encuentra saludable.
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“Las operaciones no viables son mucho menos de lo que yo esperaba (...) llegó el momento de tomar las decisiones importantes para no llevarnos un golpe. Hagamos frente a la realidad para que se pueda ir pasando por pérdida todo eso (créditos irrecuperables)”, dijo Dent.
Además destacó que las entidades cuentan con liquidez de sobra para asumir el impacto de una posible pérdida.
Cuando un préstamo se clasifica como irrecuperable el banco primero puede hacer uso de las provisiones creadas para cubrirse de los préstamos malos. Si es insuficiente deberá tomarlo de la utilidad generada durante el año.
En caso que la institución recupere el dinero prestado, sea por garantía o una ejecución judicial, podrá liberar las estimaciones creadas para cubrirse de la mala operación.
Desglose por sector
La jerarca de Sugef explicó que los datos se pidieron a todas las entidades supervisadas con el objetivo de conocer la salud de los financiamientos otorgados y los riesgos a los cuales se exponen los bancos, cooperativas, mutuales y financieras.
Desde marzo pasado, cuando se declaró la pandemia del coronavirus, la mayoría de las instituciones financieras brindaron prórrogas, readecuaciones y refinanciamientos a los clientes más afectados, principalmente, el sector del turismo, comercio y transporte.
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Además el Conassif y la Superintendencia flexibilizaron la normativa sobre calificación de capacidad de pago de los deudores, con lo cual hicieron posible que los problemas de pago de un cliente no se muestran en su récord de crédito.
Sin embargo, dichas medidas se revirtieron a partir de diciembre del 2020, mes en el que se comenzaron a materializar las pérdidas de los préstamos más riesgosos.
Por tipo de entidad, la banca tanto pública como privada poseen el mayor del saldo de los préstamos catalogados como no viables.
Del monto total de ¢1,10 billones, los bancos poseen el 86% del saldo, es decir, ¢943.374 millones, según datos con corte a octubre del 2020.
Las entidades públicas tienen la mayoría de la cartera calificada como irrecuperable por un monto de ¢548.000 millones. Mientras que los privados el monto era de ¢396.000 millones.
Bernardo Alfaro, gerente del Banco Nacional, confirmó a La Nación que la entidad estatal posee ¢259.000 millones de saldo crediticio, catalogado como “no viable”, prestado a un grupo de 7.300 clientes.
“Si el cliente nos dice, cerré mi negocio, despedí el personal, vendí equipos o seguiré en esto. Ahí sabemos que no vamos a tener más remedio que ir a una ejecución judicial y recuperar las garantías”, detalló Alfaro.
El jerarca enfatizó que, aún en los escenarios más pesimistas, la institución no tendrá problemas de liquidez, ni de solvencia.
“Podemos estimar la totalidad de clientes no viables y aún así el Banco lo resiste. En buena medida porque, desde el inicio de esta tragedia de la pandemia, el Banco Nacional se abocó a una tarea de blindaje agresiva”, destacó Alfaro.
En el caso de las cooperativas, mutuales y financieras, esas entidades aglutinaban, a octubre anterior, el restante 14% de saldo crediticio considerado irrecuperable, o sea ¢158.154 millones, según los datos de Sugef.