El Banco Nacional de Costa Rica (BNCR) utilizó el 26% de las ganancias del año pasado para cubrirse del crédito otorgado a la empresa Hidrotárcoles.
La institución pública realizó una provisión de ¢26.878 millones ($47 millones) por el préstamo dado para la construcción del Proyecto Hidroeléctrico Capulín San Pablo, en Turrubares, reveló Juan Carlos Corrales, gerente del Banco, en el oficio GGC-005-18 del 19 de febrero pasado, dirigido a los empleados de la institución.
A raíz de la estimación, la entidad modificó las ganancias netas reportadas en el 2017. De ¢41.318 millones se redujeron a ¢32.763 millones, confirmó la entidad a La Nación.
El BNCR había previsto, en enero anterior, que la reserva por Hidrotárcoles era de ¢11.800 millones; pero dejó abierta la posibilidad de elevarla, situación que al final ocurrió.
A raíz de esto, los empleados y la alta gerencia de la institución no tendrán derecho al bono de productividad durante este año. Lea más adelante: "Estimación anula bono para empleados y alta gerencia".
Corrales justificó la provisión en que era necesaria para mantener los indicadores de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) "en estricta regularidad". Además, por el criterio emitido por la firma KPMG, auditores externos del Banco, en los estados financieros auditados.
"En resguardo de los intereses de nuestra institución, que deben privar en nuestras funciones, se procedió a efectuar la provisión de ese crédito en el ejercicio económico del año anterior, correspondiendo a la suma de ¢26.878 millones", detalló el Gerente.
El BNCR informó a la Sugef, en el oficio SGRC-040-2018 del 16 de febrero pasado, del aumento de la provisión y del mayor riesgo del cliente.
"El Banco Nacional como medida prudencial, ha tomado la decisión de recalificar a este deudor (Hidrotárcoles) de categoría C1 a E, a partir de diciembre del 2017, realizando las provisiones respectivas y rectificando los estados financieros al cierre del año 2017", se detalla en el oficio enviado a la Superintendencia, al cual tuvo acceso La Nación.
El Banco Nacional formalizó, en abril del 2014, un crédito por $117,5 millones a Hidrotárcoles para el proyecto eléctrico, de 50 megavatios, valorado en $167 millones.
La entidad ya giró $103,5 millones del monto financiado a la empresa; pero paralizó los desembolsos debido a los problemas del proyecto.
El plan entró en apuros desde julio del 2015, cuando el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) informó de que finiquitaba el contrato con Hidrotárcoles por los atrasos en la entrada en operación de la obra.
Sin embargo, fue hasta en enero anterior cuando el Instituto notificó, formalmente, a la empresa y al BNCR de que daba por finalizado el contrato por los incumplimientos.
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La participación del ICE es vital porque era el destinado a comprar la energía producida por la planta Hidroeléctrica Capulín San Pablo. Sin su participación, no hay garantía de que el proyecto cuente con recursos para pagar el crédito al Nacional.
Hidrotárcoles debe comenzar a pagar el crédito al BNCR, en abril próximo, pues la entidad bancaria le otorgó 43 meses de gracia en el pago del monto principal, confirmaron jerarcas de la entidad, el pasado 12 de febrero, en la Comisión Investigadora de Créditos Bancarios, de la Asamblea Legislativa.
Efectos de medida
El Gerente del BNCR aceptó en el oficio que la provisión por el crédito a Hidrotárcoles modificó la utilidad y la rentabilidad de la entidad el año pasado.
Ambos rubros son parte de los indicadores financieros analizados por la Superintendencia.
En el documento, Corrales no detalla el grado de la afectación a ambos indicadores; pero se reconoce el impacto.
Gustavo Vargas, director General de Finanzas del BNCR, aseguró que la reducción en las ganancias no tendrá ningún efecto en la proyección de colocación de préstamos del 2018, pues se mantiene el incremento del 8% frente al año anterior.
"El banco no reducirá su expectativa de crecimiento de crédito", enfatizó Vargas.
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Sin embargo, Vargas aceptó que sí reducirá el pago del impuesto sobre la renta y las cargas parafiscales de la institución.
El Nacional tenía previsto pagar en renta y aportes especiales ¢24.402 millones. Pero una vez realizada la rectificación financiera, el aporte será de ¢14.961 millones, es decir, una reducción del 36%, según los estados financieros de la entidad.
El Banco Nacional está obligado, por ley, a repartir parte de sus utilidades a las pensiones de la Caja Costarricense de Seguro Social, créditos estudiantiles, cooperativas y para prevención de emergencias.
Antes del cambio anunciado, el BNCR previó contribuir con ¢6.367 millones al régimen de Invalidez, Vejez y Muerte; ¢5.382 millones al Instituto Nacional de Fomento Cooperativo (Infocoop) y ¢3.294 millones a la Comisión Nacional de Préstamos para la Educación (Conape).
A la Comisión Nacional de Emergencia la transferencia se había estimado ¢1.802 millones.
Estimación anula bono para empleados y alta gerencia
Los 5.442 empleados del Banco Nacional de Costa Rica (BNCR) y la alta gerencia de la institución no tendrán derecho al bono de productividad durante este año.
Gustavo Vargas, director General de Finanzas del BNCR, confirmó a La Nación de que no se entregará el premio a ningún trabajador de la institución.
La estimación de ¢26.878 millones, por el préstamo dado a la empresa Hidrotárcoles, es la razón por la cual se anulará el premio que anualmente entrega el BNCR.
El bono de productividad del Nacional se fundamenta en la convención colectiva de la institución. El artículo 63 dicta que el 15% de la utilidad del Banco se reparte entre los empleados. El dinero se entrega a los trabajadores en los primeros cinco meses del año posterior del cierre anual.
A los miembros de la alta administración también se les da un premio por metas cumplidas.
Para la entrega de los bonos, los cuales equivalen, en promedio, a un salario adicional, se efectúa una evaluación de metas institucionales cumplidas conocida como Sistema de Evaluación del Desempeño e Incentivos (SEDI).
Juan Carlos Corrales, gerente del Banco Nacional, confirmó a los empleados del Banco, en el oficio GGC-005-18, que el bono se vería modificado por efecto de la provisión del crédito dado a la empresa Hidrotárcoles.
Sin embargo, Corrales no detalló que este beneficio no se entregaría a los trabajadores este año.
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"El modelo de desempeño del Banco se ve impactado y, a pesar del esfuerzo de todos para lograr las metas institucionales esta nueva variable del entorno modifica las condiciones requeridas para acceder al incentivo por resultados del 2017", detalló Corrales en el oficio GGC-005-18, enviado a los empleados el 19 de febrero pasado.
En el bono del 2017, los empleados recibieron ¢4.600 millones y la alta gerencia ¢42 millones.
La decisión generó el malestar entre los trabajadores de la institución.
Harold Reyes, secretario general del Sindicato de Empleados del Banco Nacional (Sebana), catalogó de "indignante que Corrales achacara a la mala gestión crediticia el efecto negativo sobre el bono de productividad".
Reyes cuestionó, en el oficio SGS-03-2018, que la provisión se hiciera contra el resultado del 2017, pues dicho periodo ya cerró.
En el comunicado, se cuestiona la actuación de los directores de crédito y de las áreas gerenciales del BNCR con operaciones de crédito como Hidrotárcoles, Yanber, Casa Blanca y al empresario importador de cemento, Juan Carlos Bolaños.
"Hay una grave preocupación de todo lo actuado a lo interno sobre estas situaciones y cualquier movimiento que resulte (del sindicato), estará en razón de proteger nuestra institución", argumentó Reyes.
Asimismo, confirmó que solicitarán explicaciones a la Gerencia General sobre quiénes aprobaron los polémicos préstamos y a la Auditoría del Banco.
Reyes enfatizó que el sindicato está dispuesto a denunciar en la vía judicial lo ocurrido con Hidrotárcoles y la afectación al bono de productividad de este año.