Los retiros de efectivo en cajeros automáticos se redujeron casi a la mitad en cuatros años, como consecuencia del auge en el uso de medios electrónicos de pagos, como las tarjetas bancarias, o los servicios de banca digital que ofrecen las entidades financieras.
Según la Memoria Anual 2022 del Banco Central de Costa Rica (BCCR), los cajeros automáticos procesaron 88,7 millones de operaciones por un valor de ¢6,061 billones, en 2.629 terminales disponibles en todo el territorio nacional, en el 2022.
La cifra de operaciones se redujo en casi la mitad respecto al 2018, cuando se realizaron 164,4 millones de trámites por un valor de ¢9,125 billones, en los 2.682 cajeros distribuidos en todo el país. Aunque estos dispositivos permiten efectuar varias funciones, más del 95% de las transacciones son retiros de efectivo.
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“En el 2018, dos años antes de la pandemia, hacíamos 165 millones de transacciones de retiro en cajeros automáticos, con una población de cinco millones de habitantes. El año pasado hicimos solo 88 millones de transacciones, es decir, casi lo reducimos a la mitad en poquitos años”, comentó Carlos Melegatti, director de la División de Sistemas de Pago del BCCR.
En los últimos años, la cantidad de las operaciones efectuadas en cajeros automáticos empezó a decrecer, principalmente, debido al uso más intensivo de las tarjetas para efectuar pagos en los comercios y no únicamente para obtener dinero en efectivo.
También influyó la aceleración en el uso de medios de pago electrónicos desde el 2020, debido al impacto de la pandemia de la covid-19. En ese mismo año fue cuando empezó a decrecer de manera más considerable la cantidad de retiros de efectivo en cajeros automáticos, según los datos del BCCR.
De acuerdo con Melegatti, la pandemia fue determinante para alcanzar esta reducción, pero no hubiera sido posible si Costa Rica no estaba preparado con la infraestructura necesaria para suplir la demanda de medios electrónicos de pago bajo el contexto de la emergencia sanitaria.
“Sinpe Móvil lo iniciamos en el 2015, el contactless (para tarjetas) también en ese año, la pandemia nos agarró con cinco años de preparación. Entonces, al final de cuentas activó cosas que veníamos desarrollando desde años anteriores en el país, y todo el ecosistema estaba preparado”, afirmó el director de la División de Sistemas de Pago del BCCR.
Los datos de la autoridad monetaria muestran que para el año pasado se realizaron, en promedio, menos de un retiro al mes por cada tarjeta emitida (nueve en todo el 2022), mientras que en el 2019 la cifra era de poco menos de dos transacciones por mes, pues en ese año se realizaron 19 por cada plástico.
Junto con una menor cantidad de operaciones en los cajeros automáticos, en los últimos años el valor de los retiros efectuados mostró un comportamiento a la baja. Sin embargo, en el 2022 aumentó 19% respecto al 2021, situación que podría estar relacionada con el aumento en la inflación, según explicó el Banco Central.
Durante el año pasado, el valor promedio de los retiros de efectivo aumentó a ¢65.811, desde los ¢44.363 por transacción para el 2021. Según la Memoria Anual del Banco Central, por cada retiro de efectivo que se hizo en el 2022 se efectuaron 8,6 pagos por medios electrónicos.
Actualmente, el 55% de las transacciones en Costa Rica son electrónicas (unos 1.400 millones), mientras que entre 1.200 y 1.300 millones se realizan con efectivo, la mayoría para pagar servicios de transporte público (alrededor de 600 millones), de acuerdo con Melegatti.
El director de la División de Sistemas de Pago del BCCR comentó que la tendencia a la baja en el retiro de efectivo va a mantenerse, pues planean masificar pronto los pagos electrónicos en el transporte público, que representan una cifra considerable de las transacciones que se realizan en efectivo.
Disminuyen terminales
Por tercer año consecutivo, la cantidad de terminales de cajeros automáticos en Costa Rica también disminuyó, aunque la caída fue pequeña en el 2022 respecto al 2021. El año pasado se registraron 2.629 en todo el territorio nacional, en contraste con los 2.646 del año previo, según los datos del Banco Central.
Sin embargo, desde el 2019, las entidades financieras han eliminado 163 cajeros automáticos en todo el país, al pasar de 2.809 terminales para ese año, a las 2.646 con las que cerraron el 2022. La caída más drástica sucedió durante el año de la pandemia, cuando la cifra disminuyó en 116 unidades respecto al año previo.
“Ese decrecimiento (en la cifra de cajeros), explica el desarrollo de su sistema electrónico de pagos, esta es una tendencia que uno ve en Europa. Los países europeos tienen esa realidad, cada vez menos cajeros automáticos, porque hay una importante bancarización”, explicó Melegatti.
En Costa Rica, la bancarización también ha registrado un impulso importante. Al 2022, el 80,7% de la población mayor de 15 años dispuso de al menos una cuenta de fondos en el sistema financiero formal, para un incremento de cerca de 136.000 personas en comparación con el 2021.
La última reducción de cajeros automáticos (del 2021 al 2022) se registró en San José, Heredia, Guanacaste y Puntarenas, debido a que en Limón, Alajuela y Cartago más bien aumentó el número de terminales. En la capital es donde hay una mayor concentración de cajeros, con 1.068.
Bancos mantienen estrategia
A pesar de la disminución en el uso de cajeros automáticos de los últimos años, tres de los principales bancos de Costa Rica consideran fundamental mantener su estrategia de atención por medio de este canal de servicio, en el cual han incorporado más funcionalidades para que los clientes puedan completar cada vez más trámites.
El Banco Nacional, que actualmente cuenta con más de 400 cajeros automáticos, indicó que no han considerado ningún cambio en su estrategia de colocación, pues la instalación de los dispositivos siempre responde a las necesidades de los clientes de contar con el servicio.
Como parte de esa estrategia, han incorporado entre sus funcionalidades el retiro de dinero sin tarjeta, el pago de servicios públicos, así como las transferencias entre cuentas. Además, prevén la integración de nuevos servicios de manera gradual según las necesidades y preferencias de uso de los dispositivos.
En el caso del Banco de Costa Rica (BCR), actualmente no tienen previsto un cambio en la estrategia para reducir la cifra de terminales, que hasta agosto era de 580, aunque sí han realizado movimientos de algunos equipos para optimizar el uso de esas unidades.
Algunas de las funciones que han integrado con el paso de los años son la posibilidad de cambiar el PIN de la tarjeta, el pago de tarjetas de crédito contra débito, así como una red de equipos multifuncionales donde se puede depositar a cuentas corrientes y de ahorros, pagar servicios públicos o privados, y cancelar tarjetas de crédito u operaciones de este tipo con efectivo.
Laura Moreno, vicepresidenta de Relaciones Corporativas de BAC, comentó que actualmente planean continuar creciendo con el servicio y colocarlas en lugares estratégicos.
“Los niveles de utilización de nuestra red de cajeros han venido creciendo año a año, por lo que seguiremos creciendo en lugares donde nuestros clientes y la estrategia lo requieran”, añadió la vicepresidenta de Relaciones Corporativas del BAC.
Según Moreno, entre los servicios que ha incorporado BAC a sus cajeros automáticos, en los últimos años, está la posibilidad de hacer depósitos en efectivo. Actualmente cuentan con 106 equipos en el país en los que se pueden realizar esos trámites.
A agosto del 2022, la entidad financiera contaba con un total de 528 cajeros automáticos en Costa Rica. Ese mismo mes, anunciaron una inversión de más de $25 millones en la instalación de 1.295 cajeros automáticos de última generación en Centroamérica, que terminará en el 2024.