Francisco tiene 45 años y desde hace casi una década tiene un préstamo hipotecario en un banco con el cual construyó su vivienda. Asegura que en los últimos tres años la cuota mensual del crédito se comportó muy estable, alrededor de los ¢350.000. Sin embargo, desde hace dos meses comenzó a experimentar aumentos que, para este mes de julio, casi sumaban los ¢30.000 adicionales.
La otra operación de relevancia que tiene este alajuelense es el financiamiento para el vehículo que compró el año pasado, pero el pago mensual no ha variado porque aún está en el periodo de cuota fija. En este momento, el principal problema para su bolsillo es en el financiamiento a interés variable ligado a la tasa básica pasiva (TBP), afirmó.
La evolución de la deuda de Francisco (nombre ficticio por solicitud de él) es la misma que enfrentan 693.896 operaciones de crédito atadas a la TBP, principal referencia para financiamientos en colones. Este indicador experimenta un incremento más acelerado, en los últimos dos meses, después del cambio en la metodología para calcularlo.
El Banco Central de Costa Rica (BCCR) modificó, a partir del pasado 18 de mayo, la manera de calcular la TBP y, desde ese momento, se generó un cambio en la tendencia. El nivel de la tasa, antes del cambio, era de 2,95% y, actualmente, está en 4,32%, es decir, hubo un aumento de 1,37 puntos porcentuales.
Al cambio metodológico se une el efecto del alza en la tasa de política monetaria (TPM) que, desde finales del 2021, la Junta Directiva del BCCR empezó elevar como medida para frenar las presiones inflacionarias del país. Sin embargo, aunque la TPM pasó de 0,75% a 5,50%, entre diciembre y junio pasado, el efecto en la tasa básica pasiva no fue tan claro sino hasta que empezó a regir el nuevo cálculo.
Banqueros consultados por La Nación coincidieron en que la modificación metodológica influye en la tasa referente para los créditos en colones, y advirtieron de que el aumento no se ha trasladado de manera completa. La razón es que el ente emisor acordó que habrá una gradualidad para implementar la nueva fórmula de la tasa básica y, durante lo que resta del 2022, será un promedio ponderado entre la nueva metodología y la anterior.
LEA MÁS: ¿Es posible negociar su préstamo para enfrentar el alza en los intereses? Sí, pero habrá costos
La TBP busca aproximar el costo financiero que enfrentan los bancos y otros intermediarios financieros del país en la captación de recursos en moneda nacional. Entre los cambios más relevantes en la medición están que ahora se consideran también las tasas de captación de los depósitos a la vista, situación que no ocurría antes, pues solo se tomaban en cuenta los depósitos a plazo.
Además, cuando se calcula el indicador se redondea al punto básico (p. b.) más cercano (un p. b. equivale a una centésima de punto), anteriormente se hacía a los cinco puntos básicos más cercanos. También, en la nueva metodología, la tasa será un promedio móvil de las tasas de las últimas cuatro semanas, mientras que antes era un cálculo de las transacciones negociadas durante los últimos siete días, de miércoles a martes.
LEA MÁS: Banco Central aumenta tasa de política monetaria a 5,50% y eleva encaje a entidades financieras
¿Por qué es relevante?
En Costa Rica, el 21% (693.896) de las 3,3 millones de operaciones crediticias en colones están vinculadas a la TBP. Este indicador es referencia, en especial, para operaciones de mediano y largo plazo, muestran los datos brindados por la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef).
Esta tasa se utiliza, principalmente, para los créditos de vivienda, consumo y compra de vehículo. Dichos segmentos representaban el 86% de los 693.896 préstamos en moneda nacional ligados a la tasa básica, en el sistema financiero nacional, hasta mayo pasado. Dichos créditos reportaron un saldo de ¢9.903.063 millones, es decir, el 63% del total de recursos en moneda nacional, que era de ¢15.835.363 millones.
Las operaciones hipotecarias son más relevantes porque se tratan de 152.000 y reportaron un saldo de ¢3.483.339 millones, es decir, el 22% del total de recursos prestado en colones por las entidades financieras, fiscalizada por Sugef.
En el caso de las operaciones de consumo se trataba de un saldo prestado por ¢1.947.392 millones, para un total de 450.000 operaciones. En este segmento, hay 36.000 préstamos para adquisición de vehículos por un saldo ¢279.713 millones, muestran la información de la Superintendencia.
Generalmente, esas operaciones crediticias, entre los primeros dos a tres años, tienen una cuota mensual fija dado que la tasa de interés también lo es. Pero, una vez concluido el plazo, el pago mensual será variable y se calcula con TBP más determinada cantidad de puntos porcentuales (un premio) establecida en el contrato de crédito.
Ahora, el movimiento del principal interés para las operaciones en colones no solo afecta a los créditos otorgados, sino también a los nuevos préstamos porque los intereses se ajustan a la nueva realidad del mercado, explicó Laura Moreno, vicepresidenta de Relaciones Corporativas de BAC Credomatic.
“Los productos activos (préstamos) y pasivos (captación) ya han comenzado a incorporar las alzas de los últimos días, aunque es muy probable que aún falte ajustarlas según vaya evolucionando el mercado, y en seguimiento de indicadores relevantes de política monetaria (...) para los colones”, explicó la vocera.
Reinaldo Herrera, director de Finanzas del Banco Nacional, comentó que el ascenso en los intereses se da por el efecto de la TBP, y no por los márgenes que se cobra a los clientes por los servicios brindados. En la entidad estatal, el 93% de las operaciones en colones están ligadas a la tasa básica, confirmó.
“Todos los créditos ligados a la TBP van a ver aumentos en su tasa de interés, pero es importante indicar que el ajuste se da por el hecho de que la tasa de referencia sube”, afirmó Herrera.
Efecto en indicador
Para Amedeo Gaggion, director regional de Tesorería de Scotiabank, la nueva tendencia de la tasa básica responde, en mayor medida, al cambio metodológico y al reflejo de la realidad de la coyuntura local e internacional de ascenso en los intereses.
“La nueva metodología emula mejor los movimientos que se dan en el mercado; sin embargo, sería más apropiada si se excluye el componente a la vista ya que la TBP se toma como referencia, en mayor medida, para operaciones a plazo”, consideró Gaggion.
Uno de los elementos relevantes del cambio de cálculo, consideró Alexánder Otoya, gerente financiero de CoopeAnde, es mejorar la transparencia y que se refleje de mejor manera los costos de la liquidez en el mercado financiero.
LEA MÁS: Bancos públicos tardaron más en bajar tasas de créditos que los privados
“El cambio trae consigo algunos elementos que tratan de aportar dichas mejoras como es el caso de incluir las cuentas vista en el cálculo, además que la ponderación de las tasas de captación a plazo se realizan por plazo, lo cual da una mejor visualización de los costos asociados de los participantes del mercado”, subrayó Otoya.
En el país, la tasa de política monetaria establecida por el BCCR es la que busca influir el resto de tasas en colones en el sistema financiero. Sin embargo, un estudio de la entidad concluyó que el efecto en el resto de intereses en colones tardaba hasta ocho meses en reflejarse.