La Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica (BCCR) decidió, en su sesión de este jueves 13 de marzo, mantener su tasa de política monetaria (TPM) en 4%. Es la tercera reunión consecutiva en que se inclina por dejar sin cambio el nivel del indicador.
Desde el 18 de octubre, la tasa, que sirve de referencia para operaciones de crédito e inversiones en colones, se encuentra en este nivel y permanecerá allí al menos hasta el próximo 10 de abril.
En febrero pasado, la inflación medida por la variación interanual del índice de precios al consumidor (IPC) se aceleró nuevamente y alcanzó el 1,25%, desde el 1,15% en el que inició el año, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
En una conferencia de prensa realizada la tarde del jueves 13 de marzo, Róger Madrigal, presidente del Banco Central, afirmó que la aceleración responde a un choque de oferta debido a condiciones climáticas que incidieron en los precios de bienes agrícolas.
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Pese al resultado positivo de la inflación, el IPC de febrero estuvo por debajo del rango de tolerancia establecido por el Banco Central, fijado entre 2% y 4%. La meta central del ente emisor es del 3%.
El jerarca añadió que la trayectoria de la TPM no ha limitado el crecimiento económico de Costa Rica. En enero, la actividad económica aumentó 4,4% interanual, nivel superior al 3,8% del promedio histórico entre 2010 y 2019.
Sin embargo, Madrigal reconoció que existe incertidumbre debido al impacto que podrían tener las medidas arancelarias impuestas por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, a sus principales . Debido a esto, señaló que es recomendable mantener la prudencia en la política monetaria.
“La prudencia es consecuente con un entorno dominado por una mayor incertidumbre global. En meses recientes esa incertidumbre aumentó de manera significativa debido, principalmente, a las medidas comerciales proteccionistas anunciadas por naciones de importancia sistémica”, afirmó el BCCR en un comunicado de prensa.
En relación con las expectativas de inflación, la autoridad monetaria destacó que si bien continúan dentro del rango de tolerancia alrededor de la meta, en general, muestran un crecimiento gradual.
La previsión del ente emisor es que es posible que la inflación se ubique ligeramente por debajo del límite inferior del rango de tolerancia en el tercer trimestre del año, a raíz de los menores precios internacionales para el petróleo en relación con lo previsto a inicios de 2025.
Este mensaje del Banco Central representa un cambio respecto a la revisión de política monetaria anterior, cuando se dijo que el indicador general de inflación ingresaría al rango meta en el tercer trimestre del 2025.
Entre los riesgos a la baja en la inflación, el BCCR destacó un crecimiento económico de los socios comerciales menor al previsto, una menor transmisión de las reducciones de la TPM hacia las tasas activas y los eventos geopolíticos.
Al alza destacaron choques de oferta asociados a una mayor fragmentación del comercio global, principalmente por restricciones al comercio, así como la posibilidad de choques de oferta, derivados de fenómenos climatológicos locales o externos.
La tasa de política monetaria es una de las herramientas que posee el ente emisor para influir sobre la economía, y, por lo tanto, también tiene efectos sobre los ahorros, las cuotas de los créditos y sobre el consumo. Se le denomina también “tasa de referencia”.
Esta decisión del Banco Central tuvo lugar una semana antes de que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) haga la segunda revisión de sus tasas de referencia en el 2025. El anuncio está previsto para el miércoles 19 de marzo.
