El Banco Central de Costa Rica (BCCR) prevé que en el 2023 y el 2024 el país tendrá un récord de inversión extranjera que se dirigirá, especialmente, al régimen de zonas francas, e impulsado en buen medida por proyectos de empresas que ya están instaladas en suelo nacional.
Para este año, la entidad proyecta que el ingreso de recursos será de $3.600 millones, y de $3.800 millones, para el 2024, en su mayoría será reinversión de compañías ya instaladas en Costa Rica.
Dichos montos son los más elevados, desde el 2000, año desde el cual el ente emisor registra la inversión directa declarante en la economía costarricense.
El 2021 fue el año en que el país contabilizó la cantidad más elevada de dinero para inversiones empresariales por $3.231 millones.
Róger Madrigal, presidente del BCCR, explicó que la mayor inversión en maquinaria y equipo, equipo de transporte y de telecomunicaciones en zonas francas es el principal factor de la recuperación de la formación bruta de capital fijo, es decir, la compra activos fijos para mejorar la productividad empresarial.
El Banco Central proyecta que la formación bruta de capital tendrá un crecimiento del 5,2%, para este año, desde el 0,8% en el 2022. Para el 2024, la tasa de variación será del 4,4%, según el Informe de Política Monetaria (IPM) publicado el pasado 30 de abril.
La expectativa del incremento de la inversión extranjera fue presentada durante la exposición del Informe Monetario del Banco Central, este miércoles 3 de mayo, mismo día en que el gobierno de Rodrigo Chaves decidió, unilateralmente, rescindir el convenio de atracción de empresas suscrito con la Coalición Costarricense de Iniciativas del Desarrollo (Cinde).
El acuerdo roto por el Ministerio de Comercio Exterior (Comex) tiene como propósito fundamental “el diseño, ejecución y seguimiento de programas de atracción de inversión extranjera”. Cinde ha logrado atraer 405 empresas al país que, el año pasado, generaban 181.000 empleos, 19.000 puestos de trabajo más que en el 2019.
Sobre la ruptura, Carlos Wong, presidente de la Asociación de Empresas en Zona Franca (Azofras) expresó, el miércoles, que este tipo de noticias puede crear un clima de inseguridad jurídica para los inversionistas, así como para las 635 empresas inscritas y más de 500 que se encuentran en operación dentro del régimen especial.
Sin embargo, Wong modificó su posición inicial y, este jueves, expresó su confianza en Comex para atraer inversión extranjera.
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¿Por qué la mayor inversión?
El presidente del Banco Central señaló que el incremento tan relevante en la inversión extranjera se debe a que Costa Rica está en un proceso de relocalización de empresas, desde Asia al continente americano.
Este fenómeno es conocido como nearshoring que promueve la ubicación de operaciones extraterritoriales más cerca de los establecimientos centrales ubicados, principalmente, en Estados Unidos.
Tal tendencia se inició después de que la pandemia del covid-19 afectó la producción de bienes de empresas multinacionales.
“Costa Rica ha sido uno de los países beneficiados por este fenómeno, pero no el único. Esperamos que sea un proceso continuo y se prevé que sea en ambos regímenes, pero tal vez más en el especial (zonas francas) que el definitivo (compañías que pagan renta)”, dijo Madrigal.
El jerarca explicó que una condición necesaria para el desarrollo de un país es el aumento del capital per cápita, lo cual ocurre actualmente en Costa Rica. “Sienta las bases no solo para un mayor crecimiento presente y futuro. Esto es muy positivo desde el punto de vista prospectivo de la economía y por eso lo destacamos”, recalcó.
El nearshoring provocó que, en el 2021 y 2022, la inversión extranjera dirigida a zonas francas aglutinara el 74% de los recursos. Mientras que en los tres años previos, el promedio fue del 64%, según los datos del BCCR.
Los recursos destinados al régimen definitivo, es decir, las empresas que pagan impuesto sobre las utilidades, se redujeron. El año pasado este sector recibió el 3,8% de los $3.045 millones de inversión extranjera, o sea, $118 millones.
Sin embargo, en el 2018, fue el 21,3% de los $2.487 millones de dicho año, es decir, $529 millones, según los datos del ente emisor.
Las compañías del sector inmobiliario, turismo y financiero fueron las que ganaron peso en la recepción de recursos desde el extranjero, muestran los datos del Banco Central.
Rigoberto Torres, director de Estadística Macroeconómica del BCCR, explicó que la fortaleza de los recursos dirigidos al régimen especial es que se trata de reinversión de ganancias de las propias empresas.
“En promedio, entre el 55% y el 60% de los flujos (de dinero) son reinversión de utilidad, es decir, que las empresas deciden dirigir en el giro del negocio lo cual da la sostenibilidad de los flujos”, destacó Torres.
El economista agregó que el fenómeno positivo en zonas francas no se circunscribe solo a las compañías localizadas allí, pues hay un efecto de “derrame” hacia las empresas locales que brindan servicios a las multinacionales.
Investigaciones del Banco Central muestran que el efecto de mayor productividad de las compañías externas ubicadas en el régimen especial generan un efecto virtuoso a las empresas ticas.
Las compañías locales que son proveedoras de multinacionales del régimen especial perciben un incremento de su productividad del 23% al cuarto año de comenzar este vínculo.
Mientras que las que suministran bienes y servicios a una multinacional fuera de zona franca, el crecimiento de su producción es del 4%, según el estudio Beneficios intangibles de la Inversión Directa en Zonas Francas en Costa Rica, publicado por el Banco Central de Costa Rica (BCCR).