Negando que un pleito dentro del Gobierno lo haya obligado a renunciar, Leonel Baruch oficializó ayer su salida del gabinete.
El ahora exministro rechazó una y otra vez que el último encontronazo con la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) y su regulador general, Leonel Fonseca, lo obligaron a tomar la decisión.
El lunes pasado, Fonseca rechazó un decreto ejecutivo que elevaba el monto de los impuestos únicos a la gasolina establecidos en la Ley de simplificación tributaria . Baruch solo lo calificó como un "pleitillo".
Admitió que la labor en ese ministerio es sumamente difícil y que su principal tarea inconclusa es la reducción de la deuda interna.
Esta es parte de la entrevista que concedió a La Nación :
Usted afirmó que su renuncia se debía al desgaste, ¿a qué se refería?
Al desgaste personal. A una pérdida significativa en la calidad de vida y porque ya no justifica estar sometido a ese nivel de tensión. Uno puede sostenerse un tiempo para lograr algunas cosas y se han logrado, pero la gente se cansa.
Usted acaba de tener una disputa con la Aresep y ahora renuncia. ¿Fue esa la gota que derramó el vaso?
No, eso es un pleitillo sin ninguna relevancia. En realidad yo le presenté mi renuncia al Presidente hace dos semanas. Nos hemos echado pulsos mucho más grandes y mucho más importantes, pero no renuncié por eso.
¿Tuvo usted roces con alguien del Gobierno?
En general, de la mayoría (del gabinete) recibí un gran apoyo. Me parece que hay una conciencia clara dentro del Gobierno de la dirección que debe tener.
"Yo entiendo la voluntad de cada uno de los ministros de hacer el máximo de obra posible, pero también he tenido que explicarles la necesidad de mantener el control del gasto público y por eso son los típicos conflictos permanentes dentro un gobierno".
¿Cuál fue el peor conflicto que tuvo en estos tres años?
Tuve alguno que otro más o menos importante, pero esta es la labor típica de esta administración y de cualquier administración.
Pero, usted se va en momentos en que muchos proyectos y acciones importantes no se han concluido, como el arranque de la comisión de exministros para discutir propuestas fiscales y la discusión de los proyectos para derogar los impuestos con destinos específicos. ¿Por qué escogió este momento?
Por qué ya me cansé. ¿Es que es muy complicado entender que uno se cansa? Los seres humanos nos cansamos.
¿Cuál fue el momento más difícil de su gestión?
El momento ha durado tres años y tres meses.
Entonces, ¿ser ministro de Hacienda fue un parto muy difícil para usted?
Ser ministro de Hacienda es un trabajo complicado.
En ese caso, ¿por qué aceptó el puesto?
Nunca me le he arrugado a hacer las cosas y me había comprometido con el Presidente a aceptar el cargo, a sabiendas de que era difícil, con la mejor intención de hacer lo mejor posible. No me arrepiento de haberlo hecho.
¿Cuál es la principal tarea pendiente?
Sin duda, la deuda interna, la cual inhibe el desarrollo económico de este país. El país debe decidirse a ponerle el cascabel al gato y tomar una decisión al respecto.
¿Qué hará ahora?, ¿regresará a la función privada en Corporación BCT?
No tengo decidido que voy a hacer. En los próximos días estaré disponible para el Presidente y para don Alberto (Dent) en lo que yo les pueda ayudar para que la transición sea lo más ordenada posible. Me voy a tomar unas semanas de vacaciones y luego decidiré el camino a seguir.
Finalmente, ¿qué opina de Leonel Fonseca (Regulador General)?
No tengo interés en emitir opinión.
"De don Leonel Fonseca, en ese caso particular (del decreto sobre combustibles), no pude entender cuáles eran sus motivaciones, evidentemente no eran técnicas, pero la Procuraduría lo obligó a rectificar en su acción. Es un funcionario haciendo su trabajo, como cualquier otro".