Manaus(AP). Los presidentes de Brasil y Perú firmaron el miércoles un acuerdo de integración energética que contempla la construcción de plantas hidroeléctricas y una interconexión a través de la selva amazónica.
El convenio firmado por los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, y Alan García, de Perú, prevé el desarrollo de plantas hidroeléctricas en territorio peruano con la posibilidad de transferir al país vecino parte de los excedentes de la electricidad generada.
Los dos gobernantes defendieron las iniciativas energéticas en una área ecológicamente sensible como la Amazonia, al señalar que la energía hidroeléctrica es la más barata y limpia cuando se compara con aquella generada con carbón o combustibles fósiles.
Un proyecto fundamental es el de la integración eléctrica que quiere aprovechar agua de la cordillera (de los Andes) para alimentar plantas hidroeléctricas, dijo García en una conferencia conjunta con Lula en la ciudad de Manaus, en la Amazonia brasileña.
Precisó que en el lado de los Andes que desemboca en el Pacífico hay un potencial de generación de 90.000 megavatios, mientras que en el lado amazónico se puede producir 18 veces más energía de la que consume Perú con pequeñas centrales hidroeléctricas.
Lula acotó que la energía sería para abastecer prioritariamente al pueblo peruano, pero con una interligación se podrá beneficiar también al pueblo brasileño.
García aclaró que no se desarrollarán proyectos energéticas si provocan daños que no puedan ser compensados dentro de la misma Amazonia.
No obstante, el líder peruano insistió en que lo peor es no hacer obras porque eso nos haría volver a la generación de energía a través de carbón, que traerá daños mayores al ambiente que si se hace con el aprovechamiento de una área pequeña de la Amazonia.
Tenemos que colocar eso en perspectiva, cuáles los peligros y cuáles las inmensas ventajas de generar 2.000 ó 3.000 megavatios de forma hídrica, frente al uso de carbón o petróleo o incluso gas, que también genera daños a la capa de ozono, comentó García.
Lula alertó que ese discurso sobre las consecuencias ambientales podría ser utilizado para impedir que los países obtengan el financiamiento internacional necesario para concretar los proyectos hidroeléctricos en la Amazonia, el mayor bosque húmedo del mundo que alberga un tercio de la biodiversidad planetaria.
Nosotros los países amazónicos tenemos que tener cuidado con el debate energético y ambiental, declaró Lula. Todos los países que van a construir hidroeléctricas necesitan financiamiento internacional y ese discurso ambiental muchas veces es usado para impedir que se consiga financiamiento.
Brasil se vio inmerso en un debate que enfrentó el ambiente con la generación eléctrica a raíz del proyecto hidroeléctrico de Belo Monte, en el amazónico río Xingú, que fue sometido a licitación pese al rechazo de ambientalistas, pobladores locales y comunidades indígenas.
Perú y Brasil comparten 2.995 kilómetros de frontera en la Amazonia.