La caficultura inicia el año con pérdidas estimadas entre el 5% y el 10% debido a la caída del grano provocada por las lluvias.
Esto se suma a las afectaciones de noviembre pasado, cuando las precipitaciones excesivas causaron daños calculados en $45 millones. Además el sector enfrenta escasez de mano de obra.
En la zona de Los Santos, principal región productora del país y que aporta el 30% de la cosecha, las lluvias causaron la caída del café en diciembre, y el problema persiste en enero, afirmó el productor Fernando Naranjo.
“La permanencia de lluvias en estas fechas revela los efectos del cambio climático, ya que históricamente cesaban en diciembre, permitiendo la maduración natural del café y su recolección”, agregó Naranjo, miembro de la junta directiva del Instituto del Café de Costa Rica (Icafé).
Desde el 25 de diciembre, las lluvias afectan gran parte de las zonas cafetaleras, principalmente en el Pacífico, acelerando la maduración y la caída del fruto. Naranjo estima pérdidas del 8%.
Por su parte, Ricardo Seevers, vicepresidente de la Cámara Nacional de Cafetaleros de Costa Rica (Camcafé), calculó las pérdidas entre un 5% y un 10%, en un contexto en el cual los precios internacionales superan los $300 por quintal de 46 kilos.
Desde finales de noviembre pasado, el precio internacional del café alcanzó niveles récord no vistos desde 1977. Este viernes 3 de enero el valor cerró en $314,90 en el mercado de Nueva York. Seevers expresó su esperanza en que estos precios compensen las pérdidas por la apreciación del tipo de cambio.
Según datos preliminares del Icafé, las pérdidas de noviembre se estimaron en 235.000 fanegas en un área de producción de 82.000 hectáreas.
Para la cosecha 2024-2025, el instituto proyectó 1.823.000 fanegas en setiembre, una mejora respecto a las 1.747.000 fanegas previstas en julio. Martín Hidalgo, gerente técnico del Icafé, adelantó que la proyección revisada será presentada el 8 de enero y que se colocaría por encima de 1.700.000 fanegas.
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Hidalgo confirmó que en las regiones de Los Santos, el Valle Central y el Valle Occidental, que concentran más del 65% del café nacional, las lluvias han causado pérdidas.
Eladio Sanabria, gerente de Comercialización de café de Coopetarrazú, confirmó que en Tarrazú las pérdidas superan el 5% debido a la maduración temprana.
Xinia Chaves, cafetalera de San Ramón de Alajuela, apuntó que las lluvias provocan daños en las vías de acceso de las fincas y eso dificulta el traslado de las cosechas. En su caso, el uso de nuevas variedades ha permitido afectaciones menores en la producción.
Menos mano de obra nicaragüense
A las complicaciones climáticas se suma la falta de recolectores nicaragüenses por las recientes reformas migratorias en su país.
En noviembre pasado el gobierno de Nicaragua puso en vigencia una reforma a la Ley General de Migración y Extranjería y al Código Penal.
Naranjo señaló que los productores han contratado indígenas panameños de la etnia ngäbe-buglé, pero no son suficientes para recoger todo el café maduro.
Según Hidalgo, la política migratoria nicaragüense ha reducido la disponibilidad de trabajadores en las principales zonas cafetaleras. Aunque existe un convenio binacional que otorga estatus temporal a estos recolectores, muchos optan por no viajar a Costa Rica.
El Icafé implementa una campaña informativa para promover la migración interna de recolectores de café, incentivando el traslado entre fincas según las necesidades de cosecha.
Andrés Piedra, gerente de Promoción y Divulgación del Icafé, indicó que este año la institución no fue invitada a participar en la Comisión de Protocolo de Mano de Obra Migrante para Labores Temporales Agrícolas que coordinan el Ministerio de Salud, el Ministerio del Trabajo y Seguridad Social, y el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
Daniel García Barquero, productor de Heredia, dijo que su finca ha enfrentado una baja en la producción por el cambio al proceso orgánico y la eliminación del uso de agroquímicos, sin embargo, confirmó que en la zona enfrentan problemas con la mano de obra y en fincas aledañas se han visto afectados con la caída del grano y la maduración irregular a causa de las lluvias.
En Coto Brus, las pérdidas por lluvias se concentraron en las zonas de maduración temprana. Armando Navarro, productor de la región, destacó que las partes altas presentan cosechas normales y suficiente mano de obra gracias a la proximidad con Panamá.