Los países productores de café pusieron entre sus prioridades el impulso del consumo en sus propios territorios, en el contexto de la reunión de la Organización Internacional del Café (OIC), en Londres.
Programas de estímulo a la demanda serían punto central en el nuevo acuerdo de prórroga de la OIC, cuya discusión esta semana enfrenta visiones opuestas de la Unión Europea (UE) y Estados Unidos, los mayores consumidores.
La OIC reúne de manera voluntaria a productores y consumidores. Hasta 1993 tenía reglas para regular el mercado y sostener los precios, pero ese año el acuerdo se rompió luego de la salida de Estados Unidos y la Organización se mantuvo como fuente de discusión, información y estadísticas.
El Gobierno estadounidense volvió el año pasado al grupo de países, lo cual generó muchas expectativas acerca de la renovación del acuerdo que vence en el 2007.
Adentro. Costa Rica forma parte del grupo en su objetivo de mejorar las condiciones de mercado.
Aporta apenas cerca del 2% de la producción mundial, estimada en el período 2004-2005 en 108 millones de sacos de 60 kilos, pero la influencia social del producto es muy alta, pues hay registrados en el país unos 67.000 caficultores, la mayoría con pequeñas plantaciones.
La misma situación se vive a escala mundial. Se calcula que unos 25 millones de familias cosechan el 70% de la producción total.
Durante esta semana, la delegación de Estados Unidos se mostró partidaria de una renovación sustancial del tratado con vistas a “fortalecer el sector” y asegurar “su expansión sostenible”, para lograr el progreso de “todos los participantes en la cadena”.
La UE, mientras tanto, es favorable a mantener el estatu quo y en su breve propuesta aboga porque el acuerdo permanezca “fundamentalmente intacto”, según los informes de prensa internacionales.
Los estadounidenses también apoyan la propuesta de los países de América Central para potenciar a los pequeños cafetaleros e impulsar el concepto de sostenibilidad.
El Instituto del Café de Costa Rica prefirió no referirse a los puntos, a la espera de una comunicación de sus delegados en Londres.