Por Mónica Medel
México, 13 feb (EFE).- Las llantas viejas, uno de los principales problemas de contaminación en la frontera entre Estados Unidos y México, tienen ahora uso y son el principal ingrediente de la "receta secreta" que descubrió Cemex para producir pavimento.
El proyecto supuso tres años de investigación y produjo una mezcla, "equiparable al concreto en costo y resistencia", afirmó a EFE el encargado del proyecto, Pablo Garza, director nacional de Pavimentos Carreteros de Cemex, cementera mexicana y la tercera del mundo.
A mediados de noviembre pasado fueron presentados los primeros 175 metros cuadrados de una calle del municipio de San Pedro, vecino a Monterrey (norte del país), construida con "Llancreto".
El costo fue de cerca de medio millón de pesos (unos 45.000 dólares).
A comienzos de febrero se inauguró la segunda calle con este material, en la ciudad de Tijuana (Baja California), también en el norte.
Aunque todavía no hay nada definido, Cemex y el municipio de Reynosa, en el norteño estado de Tamaulipas, están "evaluando un proyecto a mayor escala para pavimentar más de un millón de metros cuadrados de calle" usando las llantas como materia prima, dijo Garza.
La "receta secreta" de Cemex incluye arena y grava, igual que la mezcla normal para el pavimento, además de llanta triturada y algunos aditivos.
El contenido de llanta puede variar dependiendo del espesor y características que se quieran para el pavimento desde 0,75 a una y media por metro cuadrado, detalló Garza.
En comparación con el concreto, "no hay ninguna variación" en cuanto a resistencia.
En precio sí, ya que "es más caro", pero si se considera el costo de disposición y traslado de las llantas para los municipios "es equiparable", enfatizó el encargado del proyecto.
El "Llancreto" aparece como la solución al problema de contaminación causado por neumáticos viejos en la frontera, así como para las necesidades de pavimentación que tienen las ciudades del norte del país, la zona más industrializada de México.
Según estimaciones oficiales, hay entre 10 y 12 millones de llantas en la frontera entre México y EEUU en depósitos legales y clandestinos que se han convertido en foco de infecciones que generan las ratas y mosquitos.
Sólo en la ciudad de Mexicali, vecina con California (EEUU), hay 2,5 millones de llantas en dos vertederos, que se acordó con las autoridades municipales y de Medio Ambiente incorporarlas como combustible al proceso de fabricación de cemento.
A pesar de las bondades del "Llancreto", su producción también supone obstáculos.
Algunos de ellos son la falta de trituradoras de neumáticos en el país y el costo del acarreo de las llantas en desuso.
Para solucionar estos problemas, Cemex analiza la posibilidad de importar equipo y evalúa también las necesidades de pavimentación y los acopios de llanta existentes para planificar proyectos de gran escala.
La investigación que llevó a la producción del "Llancreto" fue una iniciativa conjunta de Cemex con la Cámara del Cemento y la Secretaría de Medio Ambiente.
Junto con el Banco para el Desarrollo de América del Norte (Nadbank en inglés) se están acercando a municipios alternativas de crédito para poner en marcha este proyecto, dijo Garza.
En noviembre pasado, el Gobierno mexicano expresó su intención de negociar con EEUU para flexibilizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y poder reciclar las llantas usadas en la zona fronteriza.
Además de Cemex, existen otras compañías que trabajan en el reciclado de llantas.
En abril pasado la estadounidense International Tire Recycling anunció sus planes de invertir unos 60 millones de dólares en la construcción de tres plantas de reciclaje de llantas en las ciudades mexicanas de Nuevo Laredo, Ciudad Juárez y Tijuana, todas en la frontera entre México y EEUU, para producir aceite, carbón y acero. EFE
mm/gt/im/emr/mdo
-Con foto-