El Banco Central de Costa Rica (BCCR) procura identificar una opción para desechar la política de minidevaluaciones, por considerar que está agotada.
Francisco de Paula Gutiérrez, presidente del BCCR, dijo el miércoles que las minidevaluaciones como política de largo plazo "ya no dan más".
"Si bien este esquema ha sido exitoso en el pasado, no lo vemos igual para los próximos cinco o 10 años. La idea es buscar nuevas formas, sobre todo a la luz de un Banco Central sin pérdidas", explicó Gutiérrez.
Mediante el actual régimen cambiario -con 20 años de vigencia en el país- se realizan pequeñas devaluaciones diarias en un promedio de ¢0,15.
Gutiérrez indicó que este año no se cambiará el esquema, pero sí analizan alternativas y una vez que pase el proceso electoral se tomará la decisión.
El jerarca dijo que es necesario aplicar un esquema que no sea tan automático y predecible.
Entre los problemas del actual régimen, señaló que incentiva el endeudamiento en moneda estadounidense -más del 50% del crédito total está en esa divisa-.
Otro factor negativo es que el BCCR debe comprar todos los dólares que le ofrezcan y a cambio debe emitir colones, lo que genera presiones inflacionarias.
Opción. Gutiérrez dijo que entre las alternativas hay una que ha sido exitosa en Chile, Perú, Nueva Zelanda y que recientemente se aplicó en Guatemala y Colombia.
Consiste en establecer metas de inflación y toda la política monetaria y cambiaria está en función de alcanzar esos objetivos.
Agregó que el esquema es consistente con la posición del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El FMI recomendó al Banco Central que se oriente hacia un esquema de metas de inflación (reducción permanente) con un régimen cambiario más flexible.
Gutiérrez explicó que antes de variar la política, es necesario resolver los problemas del déficit fiscal y pérdidas del Central.
Las pérdidas implican que el Central debe emitir moneda para hacer frente a esas obligaciones, lo que genera inflación.
Eduardo Lizano, expresidente del BCCR, explicó que se deben analizar las posibilidades legales y operativas para el Central, si se decide aplicar un nuevo modelo.
Además, se deben ver los plazos de transición de un régimen a otro y las condiciones de la economía.
Para el economista Jorge Guardia, también expresidente del Central, es básico resolver el faltante en las finanzas públicas.
Riesgo. Guardia explicó que si se aplica un ajuste cambiario y existe un elevado déficit fiscal, se tendría un efecto negativo sobre las exportaciones y la demanda interna.
Opinó que entre los esquemas que se podrían adoptar está uno flexible, en el que la participación del BCCR sea prácticamente nula.
Lizano dijo que otra alternativa es la de volver a un tipo de cambio fijo, pero la descartó por el grado de apertura de la economía.
También la de fijar un sistema de bandas (un piso y un techo) en que el tipo de cambio fluctúe por oferta y demanda, con una participación mínima del Banco.
Otra opción, dijo Lizano, sería la dolarización de la economía.