Pekín
China y Costa Rica firmaron, tras la reunión de sus presidentes Luis Guillermo Solís y Xi Jinping, un acuerdo para iniciar los trabajos sobre una zona económica especial (ZEE) en territorio costarricense que ayude al desarrollo de regiones, siguiendo modelos que tuvieron éxito en el gigante asiático.
El canciller costarricense, Manuel González, y el titular chino de Comercio, Gao Hucheng, suscribieron este convenio en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín, después de un encuentro de algo más de una hora entre las dos delegaciones presidenciales.
El documento marca el inicio de estudios bilaterales de viabilidad en los que se dirimirá, entre otros aspectos, el posible futuro emplazamiento de esa zona especial, aunque se espera que la elección se concentre en regiones menos desarrolladas que el interior.
"Hemos definido la necesidad de hacer un diagnóstico sobre la posibilidad de construir zonas económicas especiales chinas en Costa Rica, esto es muy importante porque nos permitirá tener una plataforma donde se instalen las empresas chinas que podrían venir al país para producir paneles solares, automóviles o tecnología que China necesita y que en estos momentos no dispone de ella", expresó Solís en un comunicado de prensa.
China y Costa Rica también firmaron un protocolo con el que se quiere facilitar un área costera del Caribe o el Pacífico para la exportación de langostinos costarricenses al mercado asiático, gran consumidor de estos mariscos.
Según el ministro de Comercio Exterior costarricense, Alexánder Mora, este es solo el primero de varios protocolos que se firmarán durante este Gobierno, pues también se está trajabando para aprobar otros que impulsen la exportación de productos como la piña, la carne de cerdo, el atún y tilapia.
Previo a la reunión, Solís fue recibido por Xi en un acto que combinó la regia marcialidad de un pase de revista a tropas de los tres ejércitos chinos con el cálido recibimiento de niños "armados" con banderines de los dos países y ramos de flores.
Instantes después, en las reuniones a puerta cerrada, ambos mandatarios intercambiaron elogios sobre el buen estado de las relaciones bilaterales pese a su relativa "juventud" , ya que Costa Rica fue aliado diplomático de Taiwán hasta 2007, año en que inició sus lazos oficiales con Pekín tras "romper" con Taipei.
"En estos años nuestros lazos han crecido y han demostrado, sin duda, que el tratado de libre comercio (vigente desde 2011) fue fundamental en nuestras relaciones" , dijo Solís, quien matizó, no obstante, que los vínculos culturales entre ambos países se remontan al siglo XIX, merced a la inmigración asiática a América Latina.
El proyecto de zona económica especial en Costa Rica busca promover áreas geográficas menos desarrolladas, mediante la atracción de inversiones.
"A partir de ahora queremos planificar una relación que le permita a Costa Rica tener más empleo a través de más inversión china en igualdad de condiciones desde el punto de vista de la tecnología, del intercambio de conocimientos y de un diálogo político de buena calidad", agregó Solís.
El ministro Mora, había citado en setiembre pasado que el proyecto de una zona especial con China era una de las prioridades de su cartera para este 2015.
"Nuestra ambición es que no más allá del primer semestre del 2015 podamos anunciar empresas que se quieren instalar en los parques de la ZEE", dijo Mora en aquel momento.
Este plan está inspirado en un modelo que China inició en los años 80, cuando creó áreas con sistemas económicos diferentes al nacional (entonces aún muy centralizado) para adaptarse paulatinamente a la economía de mercado.
La zona económica especial más exitosa en China fue Shenzhen, ciudad vecina a Hong Kong que hace 30 años era apenas un pueblo pesquero y hoy en día es el gran centro tecnológico del gigante asiático.
De hecho, el presidente costarricense visitará el viernes una de esas zonas económicas especiales chinas, el área de desarrollo tecnológico de Tianjin (TEDA) , puerto situado a unos 200 kilómetros de la capital.
En Costa Rica, la inversión y el desarrollo se han concentrado tradicionalmente en San José, sus alrededores y otras ciudades del interior, una situación que Solís se ha propuesto cambiar durante el Gobierno que inició en 2014.
"Estamos promoviendo condiciones para la inversión extranjera en áreas diferentes a la gran área metropolitana y estamos comprometidos a seguir abriéndonos al comercio exterior para crear oportunidades para que más empresas como las suyas puedan llegar en condiciones adecuadas" , afirmó Solís hoy en un encuentro con empresarios chinos, previo a su reunión con Xi.
El presidente costarricense no aludió en sus alocuciones públicas de hoy a los dos proyectos bilaterales que prometió impulsar durante este viaje: la refinería de Moín (paralizada desde 2013 por irregularidades en el contrato) y la carretera que una a ese puerto con el de Limón, también pendiente de revisiones técnicas y legales.