La Cámara de Comercio de Costa Rica (CCCR) proyecta un crecimiento del sector del 3,5% en 2025, impulsado por una inflación baja y estabilidad en variables como el tipo de cambio y las tasas de interés.
La organización gremial refirió además que el empleo seguirá creciendo. El comercio registra 214.411 trabajadores asegurados en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) al segundo trimestre del año, un incremento del 6,3% respecto al mismo periodo del año anterior.
Sin embargo, la CCCR advierte que la informalidad laboral, que alcanza el 44% en el comercio al tercer trimestre de 2024, no disminuirá sin reformas en la regulación laboral y la reducción de cargas patronales y regulatorias para las empresas.
Durante una conferencia de prensa este martes 3 de diciembre, la Cámara destacó preocupaciones clave para 2025: el deterioro del clima de negocios por la inseguridad, los costos sociales laborales, la necesidad de agilizar los registros sanitarios, la implementación de tecnología 5G, la apertura del mercado eléctrico, el descongestionamiento de Puerto Caldera y el combate al comercio ilícito y al crimen organizado.
El comercio aporta el 10% de la producción nacional y es el mayor generador de empleo en Costa Rica, concentrando el 18% del total, mencionó la CCCR. Para el cierre de 2024, los comerciantes estiman un crecimiento del 4%, impulsado por mayor dinamismo en el sector y un aumento en la confianza de consumidores y empresarios.
Al segundo trimestre de 2024, se formalizaron 889 nuevas empresas en comparación con el mismo periodo del año anterior, y el número de empleados aumentó en 12.713 personas, indicaron.
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El Índice Mensual de Actividad Comercial (IMAC), elaborado por el Banco Central de Costa Rica (BCCR), evidencia una desaceleración en el crecimiento interanual. A setiembre, la expansión fue del 3,1%, por debajo del 4,4% registrado en el mismo periodo de 2023. No obstante, la CCCR espera un repunte al cierre del año.
Arturo Rosabal, presidente de la CCCR, calificó como “excelente noticia” el incremento en la formalización de empresas y empleos. Sin embargo, señaló que el aumento del empleo informal exige una aceleración en las reformas laborales y una reducción de cargas patronales.
El economista Daniel Ortiz señaló que algunos rubros del sector comercial se han beneficiado de la reducción en el tipo de cambio del dólar, como la comercialización de vehículos y aparatos eléctricos. Sin embargo, otros sectores, como alimentos y bebidas y materiales de construcción, reflejan un menor dinamismo.
Para Ortiz, estos resultados evidencian el comportamiento del consumo privado, cuyo crecimiento se redujo. Esto se debe a que la disminución de la inflación y la baja en el precio del dólar estarían beneficiando, principalmente, a los sectores de mayores ingresos.
“Las familias vienen de una coyuntura compleja; les corresponde acomodarse después de la pandemia y enfrentar altas tasas de inflación e interés, y un mercado laboral con la participación de menos personas, lo que podría estar incidiendo en el consumo privado”, afirmó.
Por otra parte, los comerciantes denunciaron el crecimiento de los comercios tipo outlets, que operan al margen de la normativa nacional, y alertaron sobre el contrabando de productos como cigarrillos, fenómeno asociado al comercio ilícito que afecta al sector.