Este Viernes Negro volvió a convertirse en el escenario para que las tiendas atrajeran a un amplio número de consumidores mediante sus ofertas. A pesar de que el día de compras ha perdido poder de convocatoria debido a que los establecimientos extienden los descuentos durante todo noviembre, este año los comercios volvieron a apostarle fuerte.
En esta ocasión se notó un aumento en la afluencia de personas y las ventas respecto a la misma fecha de años anteriores. Así lo verificó La Nación tras recorrer varios puntos de la capital y conversar con distintos comercios, cuyos representantes confirman que el día ya no genera las aglomeraciones de años pasados. Sin embargo, el cambio mejora la experiencia del cliente y permite que las tiendas gestionen mejor sus promociones y mantengan el orden.
Esteban Devoto, director de operaciones de Tiendas Universal, afirmó que el Viernes Negro ocurre en uno de los cuatro fines de semana con mayores ingresos del año. Explicó que la cercanía con la Navidad impulsa a los consumidores a adquirir regalos, especialmente juguetes.
AR Holdings, empresa propietaria de marcas como Mango, GAP, Adolfo Domínguez y Springfield, también reportó un incremento en sus ventas. Antonio Burgos, director general del grupo, comentó a La Nación que para la 1:00 p. m. ya registraban un aumento del 18% en comparación con el año pasado. Según detalló, las ventas en plataformas digitales experimentaron un crecimiento del 55%, mientras que en tiendas físicas lograron un incremento del 12%.
Burgos añadió que las marcas con mayores ventas son Old Navy, GAP y Mango. Además, señaló que el movimiento del Viernes Negro se extendió a los restaurantes de la firma, como Johnny Rockets y Olive Garden, que, a pesar de no ofrecer descuentos en su menú, se vieron favorecidos por el mayor flujo de visitantes en los centros comerciales.
El director de AR Holdings destacó que este año la fecha coincidió con el fin de mes, lo que facilitó la participación de más personas debido al pago de la quincena. Asimismo, mencionó que algunas empresas ya habían cancelado el aguinaldo, lo cual incentivó las compras. Sin embargo, advirtió de que la amenaza de lluvia pudo alejar a ciertos consumidores e impulsar el comercio digital.
En eso coincidió Mariela Pacheco, subgerente de Asuntos Corporativos de Walmart, quien explicó que a las 2:20 p. m. de este viernes ya habían recibido a cerca de 5.000 consumidores más en comparación con el Viernes Negro del 2023. Según explicó, aunque hubo un aumento de familias con niños y adultos mayores, lo que se pudo ver incentivado por el pago de las pensiones este viernes, las personas se preparan de mejor forma para esta fecha, por lo que ahorran con antelación para gastar este día de ofertas.
El 29 de noviembre, fecha del Viernes Negro, también coincidió con el pago de pensiones del régimen de Invalidez, Vejez y Muerte, así como del Régimen No Contributivo, según el calendario de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
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“Esta es una fecha que sí jala muchísimo a nivel comercial, más que el Día de la Madre, porque aquí le llegamos a todo el público. Nos sirve a todos los comerciantes, y uno no le puede dejar de apostar a este día tan importante por todo lo que implica a nivel de ventas, aunque se haya diluido en el tiempo”, dijo la vocera de Walmart.
Ferreterías Novex reportó un incremento en el flujo de clientes, aunque no especificó cifras. Natalia Gutiérrez, jefa de Mercadeo, indicó que las promociones a lo largo de noviembre, tanto en canales presenciales como digitales, generan valor y facilitan las compras para los clientes.
Clientes identifican descuentos pero son cautelosos
Los compradores se mostraron prudentes al efectuar sus compras, aunque muchos reconocieron que este año encontraron descuentos atractivos. Por ejemplo, Fabián Sequeira, vecino de Turrialba, adquirió utensilios de cocina en la avenida central de San José a un precio menor del esperado. Aunque no tenía previsto gastar más, expresó que seguiría buscando ofertas.
Por su parte, Óscar Manuel Villanueva, comerciante que trabaja en San José, adquirió una lavadora con un ahorro de ¢60.000 y comentó que, aunque mantendría la cautela, seguiría evaluando otras promociones durante el día.
Mario Angulo, vecino de Tibás, indicó que únicamente fue a conseguir una figura de animé, la cual consiguió con un descuento de 10%, lo que es “mayor a lo que esperaba” para el tipo de producto que buscaba.
Kalena Lehane, quien visitó Lincoln Plaza, opinó que este año encontró descuentos significativos y “se notaba que sí aplicaban reducciones reales”. Mencionó que ahorró la mitad del precio original en productos como relojes y ropa, aprovechando cada Black Friday para realizar sus compras.
El comercio proyecta un aumento del 5% en las ventas durante el cuarto trimestre del año en comparación con el mismo periodo del año anterior, lo que representa un incremento de ¢60.000 millones, según un cálculo de la Cámara de Comercio de Costa Rica (CCCR). Esta temporada, impulsada por las ofertas de Viernes Negro, se consolida como la más dinámica del año para el sector.
La CCCR indicó que, según sondeos aplicados entre sus afiliados, el Black Friday sigue siendo la segunda fecha más importante en cuanto a ventas del año, incluso superando al Día de la Madre y solo por detrás de Navidad. Pero confirmó que la estrategia de prolongar la temporada descongestionó los establecimientos.