Por Javier Aliaga
La Paz, 1 jun (EFE).- Bolivia vivió hoy un nuevo compás de espera tras la decisión del Congreso de buscar acuerdos antes de iniciar sesiones, mientras crece el bloqueo de rutas y la Iglesia y el Gobierno piden buscar una salida pacífica a los conflictos.
En una jornada de relativa normalidad en La Paz y de incidentes que dejaron cinco heridos leves en Santa Cruz, el Congreso aplazó por segundo día consecutivo la sesión que debe resolver la convocatoria a una Asamblea Constituyente y un referendo autonómico.
El presidente del Congreso, Hormando Vaca Díez, confirmó que los parlamentarios no celebraron la reunión debido a la falta de acuerdos para definir una agenda que incluya las reformas de fondo.
Según Vaca Díez, los diputados y senadores coincidieron en que "hay que trabajar primero los consensos y después instalar el plenario" del Congreso.
"Creo que esa es una decisión atinada y, reitero una vez más, unánime, en consecuencia les pido paciencia", manifestó el presidente del Congreso antes de suspender la reunión.
Vaca Díez fue enfático al afirmar que, en medio del clima de desconfianza que se vive, no existirán 'mamadas' (trampas) y que el Congreso aprobará el referendo y la Constituyente.
Al Congreso boliviano le restan cuatro sesiones en la presente legislatura, aunque existe un acuerdo para convocar a sesiones extraordinarias.
En tanto, los bloqueos de carreteras organizados por campesinos para solicitar una fecha para la Asamblea Constituye se extendió hasta obstaculizar el paso en 42 puntos en todo el país, según el Servicio Nacional de Caminos.
Los cortes de ruta impiden el tránsito entre varias ciudades del occidente, centro y sur del país y las conexiones internacionales a Perú, Chile, Argentina y Paraguay.
En La Paz, el nivel de movilizaciones durante el día cedió y fue moderado, mientras que en la oriental Santa Cruz se reportaron cinco campesinos heridos como saldo de un choque callejero entre un grupo de la "Unión Juvenil Cruceñista" que abandera el referendo autonómico, y los agricultores, que piden la Constituyente.
El jefe de seguridad ciudadana de la prefectura cruceña, Jaime Escóbar, dijo a EFE que los heridos no fueron de gravedad y la policía dispersó con gases a los dos bandos.
En otro frente, una asamblea de la Federación de Juntas Vecinales (FEJUVE) de El Alto, que la semana pasada convocó una huelga generalizada que tuvo escaso seguimiento, rechazó una invitación del gobierno para dialogar con la mediación del Defensor del Pueblo.
Las organizaciones vecinales han protagonizado en los primeros días de la semana multitudinarias marchas en La Paz para pedir la nacionalización del gas y el petróleo al Congreso y al Ejecutivo, además de la Constituyente.
Por su parte, La Conferencia Episcopal Boliviana llamó hoy a las autoridades del país y a los sectores que organizaron protestas a que asuman su responsabilidad para encontrar una salida a los problemas del país.
La Iglesia aún no ha sido convocada para mediar en el conflicto, como ocurrió en anteriores crisis políticas, pero las autoridades eclesiásticas expresaron hoy su deseo de que sean las instituciones estatales y las organizaciones populares las que puedan alcanzar los acuerdos.
El presidente de Bolivia, Carlos Mesa, felicitó hoy a la Policía por la "prudencia demostrada" ante las marchas de campesinos y sectores sociales que en los últimos días han colapsado La Paz.
La declaración se produjo después de que se hiciera pública una carta atribuida a un jefe policial en la que se reclamaba al gobernante "respeto" y "reconocimiento" a la Policía y no sólo a las Fuerzas Armadas, como hizo Mesa en los últimos días. EFE
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