Viena. Arabia Saudita se comprometió a nuevos recortes de su producción de crudo, marcando el paso del encuentro de la alianza de países exportadores de petróleo OPEP+ reunidos este domingo en Viena para labrar una estrategia que impulse los precios, muy perjudicados por los temores a una recesión.
La reunión de los 13 miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), liderados por Arabia Saudita y que incluye a Venezuela, junto con sus diez socios, encabezados por Rusia que en conjunto conforman la OPEP+, estuvo marcada por las difíciles negociaciones y por intereses divergentes entre países.
El ministro de Energía de Arabia Saudita, Abdel Aziz bin Salmán, informó tras el encuentro que su país se compromete a un recorte de un millón de barriles por día (mbd) adicionales de su producción a partir de julio, pero que esta reducción “puede ser extendida”.
“Queríamos ponerle la guinda al pastel”, se vanaglorió.
El otro anuncio importante del cartel petrolero es que los recortes voluntarios a la producción adoptados por nueve países de este pacto por un total de 1,6 mbd que comenzaron a regir en mayo “serán extendidos hasta finales de 2024″, dijo a la salida de la reunión el vice primer ministro ruso, a cargo de la cartera de Energía, Alexander Novak.
La reunión en la sede la OPEP comenzó casi tres horas después de lo previsto y la negociación fue ardua entre este grupo de países responsables de un 60% de la producción mundial de crudo.
“Logramos ponernos de acuerdo”
Un tema clave de la negociación fue la base de producción porque sirve para calcular las cuotas de bombeo por país y poder así configurar un recorte conjunto.
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Los Emiratos Árabes Unidos, que abogaron por una mayor producción, lograron que se aumentara la base sobre la que se calcula su cuota de bombeo para 2024.
Según la agencia Bloomberg, este incremento generó reticencias de países africanos como Angola, Congo y Nigeria, cuyas cuotas fueron recortadas para el próximo año.
Estos países africanos producen al máximo de su capacidad, pero apenas logran cumplir con sus objetivos de bombeo y están ahora bajo una presión añadida.
Finalmente, “logramos ponernos de acuerdo”, comentó a la salida Jean-Richard Itoua, ministro congoleño de Hidrocarburos.
Pese a que los precios del petróleo repuntaron en las dos últimas jornadas bursátiles, las cotizaciones han caído un 10% desde el sorpresivo anuncio de principios de abril.
El Brent, que es la referencia en Europa, está a $76 dólares y el marcador estadounidense WTI cotiza a $71, muy lejos de los niveles alcanzados en marzo de 2022 al inicio de la guerra en Ucrania, cuando llegaron a cerca de $140 el barril.
Los productores de crudo se reunieron en un momento en que el mercado está acechado por el impacto de la inflación, el endurecimiento monetario, una recuperación de la demanda china menos fluida a lo esperado y varias turbulencias que afectaron al sistema financiero.
“Esta medida añadirá una presión alcista limitada para los precios en las próximas semanas, según nuestras proyecciones”, señaló en una nota el vicepresidente de Rystad Energy, Jorge Leon.
Una imagen de unidad
El ministro de Petróleo de Venezuela, Pedro Tellechea, dijo en Twitter tras el final de la reunión que su país reiteró el compromiso para apoyar “las medidas que procuren la estabilidad del mercado energético”.
Antes de la cita hubo especulaciones sobre si Arabia Saudita y Rusia se enfrentarían por sus discrepancias e intereses disímiles, pero la reunión de la OPEP+ cerró mostrando un frente unido.
“Volvieron a demostrar que trabajan juntos (...) Al final, se trata de lo que acuerden”, declaró Giovanni Staunovo, analista de UBS, que añadió que “lo importante era mostrar unidad”.
Rusia es reticente a cerrar el grifo del crudo, que proporciona a Moscú ingresos para financiar su ofensiva militar en Ucrania.
Debido a las sanciones de las potencias occidentales, el crudo ruso sólo puede comerciarse a un precio igual o inferior a $60.
“En cambio, Arabia Saudita necesita precios más elevados para equilibrar su presupuesto”, señaló Barbara Lambrecht, analista de Commerzbank, en una nota.
El ministro ruso fue contundente: “No tenemos desacuerdos. Esta es una decisión conjunta tomada en el interés del mercado”.