Las harinas a base de trigo que compran las panaderías y otros comercios para la elaboración de sus diferentes productos y que son distribuidas por Molinos de Costa Rica, aumentaron de precio desde el pasado 7 de marzo, la antesala que conduce a aumentos en alimentos como el baguete, las galletas y la repostería.
Luis Ruenes, director general de Molinos de Costa Rica, confirmó que los precios de las harinas que se distribuyen en los comercios subieron entre 12% y el 14%. Este aumento es ocasionado por varios factores, entre ellos la guerra que atraviesan Rusia y Ucrania, dos naciones productoras y exportadoras de trigo.
Si bien las materias primas usadas en Costa Rica no provienen directamente de esos países, la ausencia de dos grandes participantes en el mercado de cereales aumenta la demanda en otros países y genera un alza en los precios para los compradores.
Asimismo, Ruenes explicó que Estados Unidos, uno de los países desde donde se importa trigo, podría entrar pronto a un periodo de sequía y esto golpeará los costos del grano. “El clima de Estados Unidos más la guerra en Ucrania nos está distorsionando completamente el mercado. Es bestial el aumento de enero para acá, aproximadamente 50%”, comentó el representante.
A escala minorista, la empresa mantiene la marca Nacarina que ofrece al público harina de trigo tradicional e integral así como premezclas para pancakes y queques. Estos productos también experimentarán un aumento en su costo a nivel de supermercados y pulperías.
Ruenes aseguró están tratando de trasladar lo mínimo al consumidor y a sus clientes. “Es muy duro, no podemos soportar esto (los aumentos), hacemos lo que podemos y no podemos hacer milagros”, comentó.
Por el momento, la producción de Molinos de Costa Rica se ha mantenido sin cambios, pero su gerente general es consciente que con el aumento de precios generalizado en la industria de los alimentos la demanda también podría verse afectada.
Pese a los recientes incrementos en el costo de las harinas, la panadería Alberto Leandro e Hijos, que tiene varias sucursales en la provincia de Alajuela, no ha trasladado los costos al consumidor final hasta la fecha, pero el tema estará en análisis la próxima semana para determinar si podrían darse aumentos en sus productos.
Yuri Leandro, uno de los propietarios de la panadería, explicó que no se trata únicamente del costo de las harinas, pues en el proceso de producción y cocción también intervienen otros materiales como el diésel, la manteca y los aceites que también se obtienen en el mercado, a altos precios.
Así lo confirmó también Lei Wang, gerente general de la cadena de panaderías Tutu, quien además aseguró que el ambiente es incierto y con las consecuencias generadas por la guerra entre Ucrania y Rusia los precios podrían continuar subiendo para las fábricas y el consumidor final.
Como el problema con las materias primas data desde el año anterior, esta empresa sí ha trasladado al menos 25% de los incrementos enfrentados y no se descartan nuevas alzas en el corto plazo. “Sacrificamos utilidades brutas”, aseguró.
Grandes variaciones
Otra de las empresas que enfrenta los altos costos de las harinas y varias materias primas adicionales es Musmmani, que forma parte de los negocios de Florida Ice & Farm Company (Fifco).
“El precio de las harinas, así como otros insumos, registran un constante aumento de precios desde el año 2021, en frecuencia y magnitudes nunca vistos. Los análisis efectuados nos indican que, a partir de abril del presente año, se esperan nuevos aumentos”, mencionó María Pía Robles, directora de Relaciones Corporativas de la empresa.
Además de las harinas, otras materias primas y empaques utilizados por la cadena de panaderías se adquieren actualmente a altos precios, por lo que afirman, deben trasladar parte de los aumentos al consumidor final.
El índice de precios de las materias primas del Banco Mundial muestra una alta variación en los costos del grano utilizado por panaderías y otros comercios afines. El trigo hard red winter de Estados Unidos, por tonelada métrica, alcanzó un precio de $390,5 para febrero del 2022; mientras que el soft red winter llegó a $332,1 para enero. Los niveles de ambos tipos de trigo aumentaron en casi $100 por tonelada métrica, en promedio, si se compara el último trimestre del 2020 con el mismo periodo del 2021.
Rodrigo Cubero, presidente del Banco Central, señaló este martes 15 de febrero que un aumento de 10 puntos porcentuales en los precios de los granos básicos en el país podría implicar un efecto de 0,6% en la inflación.
Como consecuencia de que Costa Rica es un importador neto de materias primas, el aumento de sus costos podría acarrear un deterioro más profundo de sus términos de intercambio (razón de los precios de exportación en comparación con los precios de importación).
“Esto significa que por cada dólar que exportamos podemos importar menos y eso, en principio, representa un pérdida de poder adquisitivo del país; el impacto negativo en los términos de intercambio se traduce en un menor crecimiento económico”, dijo Cubero.
Para mitigar el impacto de los fuertes incrementos en los granos, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) busca alternativas para trabajar con Puerto Caldera la gestión prioritaria de los barcos graneleros y evitar más costos por concepto de espera.